La Reina de la Oración: El Santo Rosario

El Santísimo Rosario y otros rosarios transmitidos por el Cielo

Coronilla del Espíritu Santo

por la Beata Elena Guerra

Esta oración al Espíritu Santo tiene su origen en el Papa León XIII. En 1895 exhortó a todos los católicos a hacer devotamente esta Novena al Espíritu Santo, sugiriendo una fórmula especial de oración: "Envía tu Espíritu y renueva el mundo". Teniendo esto en cuenta, en 1896 la Beata Elena Guerra, "la Apóstol del Espíritu Santo de los tiempos modernos", compuso estas invocaciones para pedir al Espíritu Santo la gracia de un Nuevo Pentecostés, que renueve la faz de la tierra.

Orden de las Oraciones

Sobre las tres primeras cuentas (1)

¡Dios Ven en nuestra ayuda, Señor ayúdanos y sálvanos! Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo, como era en el principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amén. (3x)

Después de las tres primeras cuentas (2)

¡Oh María, sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a Ti!

Oh Jesús mío, perdona nuestros pecados. Sálvanos del fuego del infierno. Lleva a todas las almas al cielo, especialmente a las más necesitadas de Tu misericordia.

Sobre las Cuentas Grandes (3)

Ven Espíritu Santo y llena los corazones de Tus fieles y enciende en ellos el fuego de Tu Amor, ven y renueva la faz de la tierra.

Los Siete Misterios
Invocación de los Siete Dones del Espíritu Santo

(I) Ven Espíritu Santo de Sabiduría, despréndenos de las cosas de la tierra e infúndenos el amor y el gusto por las cosas del Cielo.

(II) Ven Espíritu Santo de la COMPRENSIÓN, ilumina nuestra mente con la luz de la Verdad Eterna y enriquécela con pensamientos santos.

(III) Ven Espíritu Santo de CONSEJO, haznos dóciles a Tus inspiraciones, y guíanos por el camino de la salvación.

(IV) Ven Espíritu Santo de FORTALEZA, danos fuerza, constancia y victoria en las batallas contra nuestros enemigos espirituales.

(V) Ven Espíritu Santo del CONOCIMIENTO, sé el Maestro de nuestras almas, y ayúdanos a poner en práctica tus enseñanzas.

(VI) Ven Espíritu Santo de Piedad, ven a habitar en nuestros corazones, cuida y santifica todos sus afectos.

(VI) Ven Espíritu Santo del TEMOR DE DIOS, reina en nuestra voluntad y haz que estemos siempre dispuestos a sufrirlo todo, antes que ofenderte.

Al final de cada Misterio (4)

¡Oh María, que por obra del Espíritu Santo concebiste al Salvador, ruega por nosotros!

Oración final (5)

Oh Divino Espíritu Santo, Tú que me iluminas de todo, que iluminas todos mis caminos para que alcance la felicidad, Tú que me concedes el don de perdonar y olvidar las ofensas, e incluso el mal que me han hecho, Tú que estás conmigo en todo momento, deseo humildemente darte gracias por todo lo que soy, por todo lo que tengo, y confirmar una vez más mi intención de no apartarme nunca de Ti, por grande que sea la ilusión o la tentación material, con la esperanza de merecer y poder unirme un día a Ti y a todos mis hermanos en la Gloria y la Paz perpetuas. Amén.

Invocación a María

Oh purísima Virgen María, por tu Inmaculada Concepción fuiste hecha tabernáculo escogido de la Divinidad por el Espíritu Santo. Ruega por nosotros.

Que el Divino Paráclito venga pronto a renovar la faz de la tierra.

Dios te salve María, llena eres de gracia ...

Oh purísima Virgen María, por el Misterio de la Encarnación Te convertiste en verdadera Madre de Dios por el Espíritu Santo. Ruega por nosotros.

Que el Divino Paráclito venga pronto a renovar la faz de la tierra.

Dios te salve, María, llena eres de gracia ...

Oh purísima Virgen María, perseverando en la oración con los Apóstoles en el Cenáculo, fuiste abundantemente inflamada por el Espíritu Santo. Ruega por nosotros.

Que el Divino Paráclito venga pronto a renovar la faz de la tierra.

Dios te salve María, llena eres de gracia ...

Oremos:

Envía Tu Espíritu, Señor, y transfórmanos interiormente con Tus dones. Crea en nosotros un corazón nuevo para que podamos agradarte y conformarnos a Tu voluntad. Por Cristo nuestro Señor. Amén.