La Reina de la Oración: El Santo Rosario

El Santísimo Rosario y otros rosarios transmitidos por el Cielo

Coronilla del Sagrado Corazón de Jesús

Entregada al Padre Juan Croiset

(Devoción al Sagrado Corazón de Jesús)

La coronilla se compone de 5 cuentas grandes y 33 cuentas pequeñas, en honor de los 33 años que Nuestro Señor pasó en la tierra.

El orden de las oraciones

Comienza en la cruz con (1)

Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra; y en Jesucristo, Su único Hijo, nuestro Señor: Que fue concebido por el Espíritu Santo, nació de la Virgen María; padeció bajo Poncio Pilato, fue crucificado, murió y fue sepultado. Descendió a los infiernos; al tercer día resucitó de entre los muertos; ascendió a los cielos, está sentado a la derecha de Dios Padre Todopoderoso; desde allí vendrá a juzgar a los vivos y a los muertos. Creo en el Espíritu Santo, en la Santa Iglesia Católica, en la comunión de los Santos, en el perdón de los pecados, en la resurrección de la carne y en la vida eterna. Amén.

O

Alma de Cristo, santifícame! Cuerpo de Cristo, sálvame! Sangre de Cristo, embriágame! Agua del costado de Cristo, lávame! Pasión de Cristo, fortaléceme! Oh buen Jesús, escúchame! Dentro de Tus heridas escóndeme; no permitas que me separe de Ti; del enemigo maligno, defiéndeme; en la hora de la muerte, llámame y mándame acercarme a Ti, para que con Tus santos pueda alabarte por los siglos de los siglos, Amén.

En las cuentas grandes di (2)

Te adoramos, oh Jesús, que fuiste afligido en el Huerto de Getsemaní y que todavía en nuestro tiempo eres ultrajado en el Santísimo Sacramento por la impía conducta de los hombres. Oh amabilísimo Salvador, reconocemos que sólo Tú eres santo, sólo Tú eres Señor, sólo Tú eres Altísimo.

En las cuentas pequeñas di (3)

Te adoro, oh Sacratísimo Corazón de Jesús, inflama mi corazón con el amor divino con el que arde el Tuyo.

Después de las cuentas pequeñas di (4)

Jesús mansísimo, haz mi corazón semejante al Tuyo.

Concluye con (5)

Padre nuestro y Ave María

Y la siguiente oración

Oh Señor Jesucristo, que por un inefable milagro de amor, te has dignado dar Tu Corazón a los hombres para que les sirva de alimento, a fin de ganarte así sus corazones, escucha bondadosamente nuestras humildes oraciones, y perdónanos los pecados de los que nos confesamos culpables ante Ti. Echa una mirada de compasión y misericordia sobre aquellos a quienes Tú condesciendes a dirigir los afectos de Tu amable Corazón. Y puesto que deseamos honrarte en el adorable Misterio del Altar hasta el límite de nuestras fuerzas y rendirte el más grato homenaje, y con esa intención, lloramos y detestamos desde el fondo de nuestros corazones todos los ultrajes, desprecios, burlas, sacrilegios y otros actos de impiedad que los hombres ingratos de todas las partes del mundo han cometido contra Ti, enciende, por tanto, en nuestros corazones este amor divino con el que se inflama el Tuyo, e inspíranos sentimientos semejantes a los Tuyos, para que seamos capaces de alabar dignamente por toda la eternidad el amor con el que arde por nosotros este Sagrado Corazón. Esta es nuestra oración a Ti, que vives y reinas con el Padre, en la unidad del Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.