Devoción al castísimo Corazón de San José

Devoción a los Tres Sagrados Corazones Unidos a través del Castísimo Corazón de San José entregada a Edson Glauber en Itapiranga AM, Brasil

Varias Consagraciones y Otras Oraciones

Consagración a los Tres Sagrados Corazones Unidos

El domingo 29 de diciembre de 1996, fiesta de la Sagrada Familia, Nuestra Señora me enseñó una consagración para rezar a los tres Corazones unidos en un solo amor:

Enseña esta consagración a todos tus hermanos. Es la consagración a los tres Corazones. Esta consagración debe hacerse a Nuestros Tres Corazones unidos en un solo amor. Haz la señal de la cruz al pronunciar las palabras y consagra todo tu ser a nuestros Santísimos Corazones que tanto te aman.

Sagrado Corazón de Jesús, Inmaculado Corazón de María y Castísimo Corazón de San José, te consagro hoy mi mente († en la frente) , mis palabras († en los labios) , mi cuerpo († en el pecho) , mi corazón († bajo el hombro izquierdo) y mi alma († bajo el hombro derecho) , para que se haga tu voluntad a través de mí en este día. Amén.

Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Amén!

Esta consagración debe hacerse tres veces al día: por la mañana, por la tarde y por la noche. Es importante hacer la señal de la cruz en el momento de pronunciar las palabras.

Acto de ofrenda por la salvación de las almas

I,... ante la Santísima Trinidad, para honor, alabanza y gloria de los Tres Sacratísimos Corazones Unidos de Jesús, María y José, con la ayuda y la fuerza de San Miguel, San Gabriel y San Rafael, de mi Ángel de la Guarda y de mis Santos Protectores, ofrezco por manos de estos Sacratísimos Corazones Unidos, al Dios Trino, en unión con los méritos de la Pasión, Muerte y Resurrección del Corazón Eucarístico de Jesucristo y de los dolores y alegrías de los Santísimos Corazones de María y José, mi vida, mi alma, todo mi ser, todo lo que soy y todo lo que tengo: las Santas Misas, las adoraciones, mis pobres acciones, oraciones, sacrificios y penitencias, en reparación por los pecados del mundo. A partir de hoy, ya no quiero disponer de mí misma, que mi voluntad no exista nunca, sino que desaparezca por completo, prevaleciendo sólo la voluntad de Dios y Su amor divino en mi vida.

Me ofrezco enteramente a Dios para la conversión y la salvación de las almas. Que ninguna de las almas que Dios me ha confiado sea condenada al fuego del infierno, sino que todas se arrepientan de sus pecados y sean conducidas al camino santo de Su reino y a la gloria del cielo.

Que los pecadores más difíciles, perdidos y merecedores de la justicia divina no sean castigados, condenados y castigados, sino que obtengan la misericordia de Dios mientras yo intercedo incansablemente por ellos, rogándoles las gracias divinas. Que el Señor acepte mi sacrificio y la expiación que hago por ellos, dándoles a cambio Su perdón y Su amor misericordioso. Que todos los sufrimientos, cruces y lágrimas que tenga que soportar, por la voluntad de Dios y por ellos, les liberen de las garras de Satanás y de los caminos que conducen a la condenación eterna, destruyendo el poder del infierno y las obras del mal, extendidas por todo el mundo.

Que Dios Todopoderoso esté siempre conmigo, que su gracia y su fuerza no me falten nunca, sino que sean mi alimento y mi sustento, que me vigorice y santifique cada día, para que un día pueda merecer y ver para siempre en el cielo, a mi gran amor y a mi todo, a Aquel que es, que era y que viene: ¡Ven, Señor Jesús!

Que el Señor sea siempre glorificado, adorado y amado. Amén.

Oración a San José

Impartida el 27 de noviembre de 2020

Virrey del cielo, cuida de mí, libérame de mi voluntad humana, ¡apártala de mí!...que se haga la voluntad de Dios en mi vida. Amén.

Oración a San José

Impartida el 7 de enero de 2020

Hijo mío, reza esta oración que te enseño ahora y difúndela entre todas las personas del mundo lo antes posible :

Glorioso San José, Protector de la Santa Iglesia y de nuestras familias, la Santa Iglesia y toda la humanidad necesitan el poder de Tu intercesión ante el Trono de Dios. Obtén para nosotros la gracia de la conversión y la curación de nuestros corazones, para que nos liberemos de todo orgullo, presunción, egoísmo, violencia, odio y falta de amor. Que sepamos poner a Dios en primer lugar en nuestras vidas y que Su Divina Voluntad prevalezca y reine sobre toda voluntad humana. Que Su Divina Voluntad se cumpla en la tierra como en el cielo, y que todos los hombres aprendan a adorar a Dios en espíritu y en verdad, reconociendo a Jesucristo como el único Señor, Camino, Verdad y Vida, el que es, el que era y el que viene, volviendo contritos, arrepentidos y humillados a Su Corazón Misericordioso, fuente perenne y verdadera de la paz eterna. Obtén para nosotros grandes milagros de curaciones y conversiones del Corazón de Jesús, para que toda la Iglesia y el mundo entero reconozcan Tu gran poder y gloria en el cielo, junto a Su Divino Trono, y, por Tu intercesión, se salven de nuevo de grandes calamidades y castigos, y la justicia dé paso a la misericordia. Amén.

Oración a San José

Impartido el 10 de octubre de 2019

Glorioso San José, purísimo Esposo de la Virgen Inmaculada, castísimo Lirio de virginidad y pureza, enséñanos a ser puros, santos y fieles a los santos ojos de Dios.

Hombre justo, viril y equilibrado, por el poder de Tu intercesión ante el Sagrado Corazón de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero Hombre, consigue para los hombres de este mundo equilibrio y virilidad, para que no pierdan su masculinidad y la santidad de sus almas, a causa de la corrupción de las costumbres, de los pecados contra la moral y contra las Leyes Divinas. Que todos los hombres sepan respetar el Santo Nombre de Dios y honrarlo dignamente en cada hogar, en cada familia consagrada a tu castísimo Corazón. Cubre a la juventud: niños y jóvenes con Tu manto purísimo, para que sean protegidos en su pureza y crezcan en un amor ardiente y santo por la gloria de Dios y para que estén a disposición de la Voluntad Divina, igual que Tú serviste al Señor mientras vivías en este mundo, para que un día todos puedan obtener la corona de la vida eterna, junto al Trono de Dios y a Tu Corazón Purísimo, en el cielo. Amén.

Oración a los Tres Santos Corazones Unidos

Enseñada el 1 de enero de 2015

Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y José, a Vosotros me consagro en este momento. Que las llamas del amor y de la santidad inflamen mi corazón, llenándolo de las virtudes y de las gracias celestiales que emanan de Vos. Que todo mi ser Te ame y Te glorifique sin cesar.

Oh Sacratísimos Corazones, puros y santos, enséñame el camino de la oración, de la mortificación, de la reparación de mis pecados y del arrepentimiento sincero por todos ellos. Que sepa glorificar y honrar el Santo Nombre de Dios, obedeciendo amorosamente Sus Divinas Leyes y enseñanzas, para que los frutos de la conversión, la paz y el amor se derramen sobre mi vida y sobre el mundo entero. Guíanos a todos por el camino de la salvación que conduce al Reino de los Cielos. Confiamos en Ti. Amén.

Consagración al Corazón castísimo de San José

Impartida el 20 de enero de 2014

A tu castísimo Corazón nos consagramos en este día, oh Glorioso San José. Consagramos a nuestras familias y todo lo que tenemos. Así como proteges a Jesús y a María, protege también, oh mi Amado Protector, mi alma y mi vida de los peligros que me rodean y atentan contra mí.

Oh Glorioso San José, enséñame a amar profundamente a los Santísimos Corazones de Jesús y de María, para que yo llegue a amar profundamente a Tu Castísimo Corazón como a Ellos, honrándolo y dándolo a conocer, como Tú mereces, ser honrado y amado por toda la eternidad. Amén.

Oración a San José

Impartida el 12 de agosto de 2013

Oh San José, ponemos nuestras vidas, nuestra familia en Tus manos. Tú sabes lo que más aflige nuestros corazones. Tú conoces nuestras angustias y penas.

Que Tu manto protector, manto de paz y de amor, se extienda sobre toda la Iglesia y sobre todo el mundo. Defiende a los oprimidos; levanta a los caídos; intercede por la curación de los que están espiritualmente ciegos porque el orgullo y la arrogancia se han apoderado de ellos. Haznos dóciles, obedientes y humildes ante la llamada de Dios, y que nuestro sí resuene siempre de nuestros labios, como lo hizo Tu Esposa Inmaculada. Condúcenos a Jesús, verdadera luz y vida para nuestras vidas. Amén.

Oración a San José

Enseñada por Jesús el 23 de noviembre de 1997

Mi Glorioso San José, por las gracias de Tu castísimo Corazón, salva a la Santa Iglesia de los ataques de Satanás y defiende, con Tu intercesión y poder, la devoción a los Corazones de Jesús y María. Dios Te ha concedido un gran lugar en el cielo y un gran poder y gloria. Quiero ser, durante toda mi vida, Tu siervo y amarte con el mismo amor de Jesús y María. Amén.

Consagración a la Sagrada Familia

Impartida el 3 de marzo de 1997

Oh Sagrada Familia de Nazaret, Jesús, María y José, en este momento, nos consagramos a Ti, de verdad, con todo nuestro corazón. Protégenos y defiéndenos contra los males de este mundo, para que nuestros hogares estén siempre solidificados en el amor infinito de Dios.

Jesús, María y José, Te amamos con todo nuestro corazón. Queremos ser totalmente Tuyos. Ayúdanos a hacer de verdad la voluntad del Señor. Guíanos siempre hacia las Glorias del cielo, ahora y siempre y por los siglos de los siglos. Amén.

Oración a la Sagrada Familia

Enseñada el 7 de enero de 1997

Mi santa familia del cielo, guíame por el buen camino, cúbreme con Tu santo manto y protégeme de todo mal durante mi vida aquí en la tierra y por los siglos de los siglos. Amén.

Reza un Padre Nuestro, un Ave María y un Gloria al Padre.

Al final de estas oraciones di siempre:

Sagrada Familia y mi ángel de la guarda rezad por mí. Amén.

Inmediatamente después San José dio el siguiente mensaje:

A partir de hoy comienza tu día con esta oración. Después reza el Rosario de la Sagrada Familia para salvar almas por Jesús, el Rosario por la Virgen María y las demás oraciones habituales, y al final el Rosario del Perdón, con mucha fe y amor en tu corazón. Al final del rosario o de las oraciones del día, da gracias diciendo :

Gracias, Señor mío, Pastor mío, Padre mío del cielo y de la tierra y Madre mía del cielo y de la tierra. Amén.

Rosario de la Sagrada Familia

Enseñado el 7 de enero de 1997

Al principio

Mi santa familia del cielo, guíame por el buen camino, cúbreme con Tu santo manto y protégeme de todo mal durante mi vida aquí en la tierra y por los siglos de los siglos. Amén.

Padre nuestro... Ave María... Gloria al Padre...

Sagrada Familia y mi ángel de la guarda rueguen por mí. Amén.

Credo de los Apóstoles...

En las cuentas grandes

Dulce Corazón de Jesús, sé nuestro amor.

Dulce Corazón de María, sé nuestra salvación.

Dulce Corazón de José, sé el guardián de nuestra familia.

En las cuentas pequeñas

Jesús, María y José, os amo, salvad las almas.

Al final

Sagrados Corazones Unidos de Jesús, María y José me hacen amarte más y más.

Oración a San José

Enseñada por Nuestra Señora el 24 de mayo de 1996

Mi glorioso San José, cuida de mi familia: hoy, mañana y por los siglos de los siglos. Amén.

Oración a Jesús

Impartido el 2 de noviembre de 2020

Jesús, Te amo. Jesús, Te adoro. Jesús, quiero que habites en mi corazón.

Oración a las Lágrimas de Nuestra Señora

Impartida el 26 de noviembre de 2014

¡Lágrimas santas, lágrimas poderosas, lágrimas maternales de Nuestra Señora, líbranos siempre de todos los males y peligros, durante este día y esta hora!

Esta oración me la enseñó Nuestra Señora el 26 de noviembre de 2014, para pedir su protección y liberación, a través de sus lágrimas maternales. Esta oración nos libra de los males y peligros corporales y espirituales y es poderosa contra el demonio y el poder del infierno.

Oración a la Santa Mano de Dios

Enseñada el 19 de noviembre de 2014

Mano Poderosa, Santa Mano de Dios, Mano que sana, salva y libera. Que siempre te extiendas sobre mí y mi familia en señal de bendición y protección, para que todo poder de las tinieblas, toda influencia negativa sea destruida, desterrada y vencida. Santa Mano de Dios, ten piedad de nosotros. Amén.

Oración a la Santa Mano de Dios

Impartido el 24 de julio de 2014

¡Mano Santa, Mano Poderosa del Señor, Mano que obra maravillas y milagros, Mano que sana, salva y libera! Mano llena de bendición y de gracia, Mano protectora que nos resucita a la vida divina, bendíceme, guíame, sáname y libérame de todo mal. Que siempre te extiendas sobre mi vida y mi familia bendiciendo y protegiendo. Que Te alabe y Te bendiga por los siglos de los siglos. Amén.

Oración a la Madre de la Paz

Impartida el 3 de julio de 2014

Reina del Rosario y de la Paz, visita a nuestras familias, sana nuestros corazones, libera a los desgraciados de sus prisiones, danos la gracia y la fuerza para vencer al demonio y al pecado. Enséñanos a decir contigo ¡MI ALMA ESTÁ ENAMORADA DEL SEÑOR! Amén.

Oración a la Virgen

Impartido el 4 de febrero de 2014

Oh Madre Santísima, que Tu mirada maternal y llena de amor vele siempre por mí y por mi salvación. Que mi familia pertenezca totalmente a Tu Hijo Jesús, a través de Tu Corazón Inmaculado. Reina del Rosario y de la Paz, llena nuestros corazones con la paz de Dios, para que podamos dar testimonio a todos los que necesitan las bendiciones y gracias del cielo. Sé nuestro refugio y protección, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.

Oración a Jesús

Enseñado el 2 de agosto de 2013

¡Oh Jesús, Verdadero Cordero de Dios, ten piedad de nosotros!

¡Ten piedad de los pobres pecadores!

¡Ten piedad de los que no saben lo que hacen, para que aprendan a hacer la voluntad del Padre en la tierra como en el cielo!

¡Danos Tu amor y Tu perdón! Haz que brille sobre nosotros Tu mirada misericordiosa y Tu santo rostro, y nos salvaremos. Amén.

Oración a Jesús

Enseñada el 15 de enero de 2007

Reza siempre esta oración :

Jesús, dame Tu luz, Tu gracia y Tu amor.

Jesús, sana mi alma de todo mal, libérame de toda debilidad y de todas las cosas negativas de mi pasado. Quiero ser Tuya y hacer Tu voluntad.

Amén.

Consagración a María, Reina de la Juventud

Impartido el 24 de noviembre de 1998

Oh María, Reina de la Juventud, a Tu Corazón Inmaculado nos consagramos en este momento. Deseamos ser Tus fieles servidores. Amada Madre, salva a todos los jóvenes del camino de la perdición.

Prometemos dar testimonio de Jesucristo a todos los jóvenes que no conocen Su amor y Tu amor de Madre. Mano de Dios, sé nuestra guía. Somos tus hijos tan frágiles y pequeños que aún no sabemos caminar y vivir el verdadero amor.

Sé nuestra guía a Jesús te amamos y te decimos gracias por ser nuestra Madre y Reina de todos los jóvenes. Reina en el mundo con Tu Hijo y entre todos los jóvenes. Amén.

Oración a Jesús de la Misericordia

Enseñada el 24 de octubre de 1997

Mi Jesús Misericordioso, deseo ser uno de los que vienen a consolar a Tu Santísimo Corazón. Fórmame en la vivencia del amor, la paz y la unión.

Jesús, cada día que pasa mi amor por Ti necesita agudizarse. Ayúdame a amarte cada vez más, pues mi vida sólo depende de la Tuya, porque Tú eres el dueño de mi vida.

Oración a Jesús Sacramentado

Enseñada el 2 de abril de 1997

Mensaje de Nuestro Señor a Maria do Carmo en Manaus, AM, Brasil

De ahora en adelante, durante tu vida aquí en la tierra, cuando entres en una iglesia, busca primero el Santísimo Sacramento del Altar. Reza un poco y luego busca un lugar para sentarte. Esta oración debe hacerse ante el Santísimo Sacramento del altar :

Oh Jesús mío en el Santísimo Sacramento del altar, estoy aquí ante Ti para pedirte lo que sea necesario para mi familia y para todas las personas del mundo y para darte gracias por todo lo que ya has hecho por ellas, por los miembros de mi familia hasta la Cuarta generación, por los miembros de la familia de mi cónyuge hasta la Cuarta generación y por toda la humanidad.

Te doy las gracias, Señor, por todas las personas que no saben cómo darte las gracias. Amén.

Desde tu asiento, arrodillado, de pie o sentado continúa rezando:

Oh Jesús mío Sacramentado, ten piedad de las almas de mi familia, perdona sus pecados y dales la salvación eterna.

Oh Jesús mío Sacramentado, ten piedad de las almas de los miembros de mi familia hasta la cuarta generación, perdona sus pecados y dales la salvación eterna.

Oh Jesús mío Sacramentado, ten piedad de las almas de los familiares de mi esposa hasta la Cuarta generación, perdona sus pecados y dales la salvación eterna.

Oh Jesús mío Sacramentado, ten piedad de las almas de mis vecinos, de mis amigos, de mis enemigos, de los moribundos, de las almas del purgatorio, de los presos, de los impíos, de los malhechores, de los criminales, perdona sus pecados y dales la salvación eterna.

Oh Jesús mío Sacramentado, ten piedad de las almas de los ateos, de las personas que no Te aman, de las personas que nos persiguen, de las personas que nos critican, de las personas que no saben amar a Dios sobre todas las cosas y a sus hermanos como a sí mismas, perdona sus pecados y dales la salvación eterna.

Oh Jesús mío Sacramentado, ten piedad de las almas de las madres que abortan a sus hijos, de las madres que abandonan a sus hijos, de las personas que abandonan a su padre y a su madre en asilos, de las personas que practican el adulterio, perdona sus pecados y dales la salvación eterna.

Oh Jesús mío Sacramentado, ten piedad de las almas de todos Tus hijos, de los buenos y de los malos, muchos de los cuales no saben lo que hacen. Amén.

Invocación al Espíritu Santo

Enseñada el 2 de enero de 1997

Ven, Espíritu Santo, y renueva nuestros corazones, nuestras almas, nuestras familias y toda la faz de la tierra con Tus cálidos rayos de Amor y de Luz.

Ven, Espíritu Santo, dador de todas las gracias y dones, y enciéndenos con Tu Luz, abriéndonos a la Gracia Divina y santificándonos con Tu santa Presencia.

Ven, Espíritu Santo, bendice a toda la humanidad, a toda la Santa Iglesia, iluminándola con Tu Luz, revistiéndola con Tu poder y renovándola con el fuego purísimo que procede del Corazón del Padre, del Hijo y de Ti, Luz Pura y Santa, Señor Soberano y Santificador de nuestras almas.

Ven, Espíritu Santo, y hazte cargo de todo mi ser. Ven y sé el dueño de mi corazón y de toda mi vida. Soy enteramente Tuyo. Haz conmigo lo que Te plazca. Estoy aquí para hacer Tu voluntad, y que Tu Palabra Viva: Palabra de Vida y Verdad, sea la fuerza y la fuente que haga brotar de mi corazón torrentes de agua viva.

Rosario de las Llagas del Corazón de María

Impartido el 11 de abril de 1995

Este rosario de Nuestra Señora me enseñó, en Su aparición del 11 de abril de 1995, a ser rezado por todos Sus hijos, en reparación a Dios por los pecados cometidos en todo el mundo y por la salvación eterna de las almas.

Ofrenda

Oh Corazón Doloroso y Lloroso de María, te ofrezco este rosario que rezaré meditando en el gran dolor y la pena que te causa la pérdida de innumerables almas, que cada día son sumidas eternamente en el fuego del infierno. Te lo ofrezco en reparación a Dios, por tantos pecados y blasfemias, que son las causas de la pérdida de estas almas, para que estas mismas almas encuentren gracia y valor en Tu Corazón doloroso y lloroso, obteniendo de Dios, por Tu poderosa intercesión, la Salvación eterna. Amén.

Sobre las cuentas del Padre Nuestro

Jesús Inmaculado, ten piedad de nosotros, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno. Por intercesión de la Santísima Virgen María y de Sus Lágrimas de Sangre.

En las cuentas del Ave María

Oh Corazón de María, abrumado de dolor por la pérdida de muchos pecadores, salva las almas de Tus amados hijos del peligro de caer en los fuegos del infierno.

Al final (3x)

Amado Padre, Te amo. Amada Madre, Te amo.

Amado Padre y Amada Madre, Te amo, Te amo, Te amo

Consagración al Corazón Doloroso e Inmaculado de María

Enseñada por Nuestra Señora

Oh Corazón Doloroso e Inmaculado de María, profundamente herido por una herida ardiente y viva. Causada principalmente por la pérdida de muchas almas. Yo, Tu amado Hijo, vengo en este momento a consagrarme a Tu Dolorosísimo e Inmaculado Corazón. Prometiendo ser fiel a las enseñanzas de Tu Hijo Jesús, especialmente a ese gran Mandamiento Nuevo, enseñado por Jesús en la Última Cena: Amaos los unos a los otros como Yo os amo.

Oh María, Virgen Dolorosa, ten compasión de nosotros e intercede ante Tu Hijo Jesús por nuestra salvación eterna.

Oh Virgen Purísima, cúbrenos con Tu pureza y ayúdanos a vivir totalmente puros para Tu Hijo Jesús, para que, como Tú, resplandezcamos en santidad y podamos así ganar la mirada de Tu Hijo Jesús por toda la eternidad. Amén.

Oh María Reina del Mundo, ruega por el mundo entero y especialmente por Brasil (o por tu país).

Oración de mando por la curación y la liberación de la familia

Enseñada por Jesús

(Oración original para uso privado)

Ahora clamo Señor, en Tu Divina Voluntad, que mi voluntad sea una con la Tuya, que mis labios estén unidos a los Tuyos, que mi corazón esté fundado en Tu Divino Corazón, que seamos una sola alma y un solo corazón en Tu amor, que todas mis acciones estén unidas a las Tuyas, que todos mis pasos se unan a los Tuyos, que cada latido de mi corazón sea uno con el latido de Tu Divino Corazón, que mi sangre fluya en Tu Divina y Preciosísima Sangre, que mi mente entre en Tu mente y piense junto a Ti, que actúe unida y perfectamente a la Tuya, para que todo lo que diga, piense y actúe sea conforme a Tu Santa y Divina Voluntad, que creó a todos los seres y a todo el universo, y nada es más poderoso que ella (Tu Divina Voluntad), en la que todo y todas las cosas están sometidas a Tu poder Creador, Redentor, Santificador y Divino.

Santo, Santo, Santo, Señor Dios del Universo

¡El cielo y la tierra proclaman Tu gloria!

Hosanna en las alturas, bendito el que viene en nombre del Señor, ¡Hosanna en las alturas!

En la Divina Voluntad de Dios, en el nombre de Jesús ordeno que todos los espíritus inmundos y satánicos identificados reciban el juicio divino por haber atacado a mi familia. Ahora os ordeno a todos vosotros, espíritus malignos, que abandonéis definitivamente a mi familia en el Nombre de Jesús, por Su Preciosísima Sangre, por Sus Santas Llagas, por la intercesión de la Inmaculada Concepción y del Glorioso San José, Protector de la Santa Iglesia y de nuestras familias, de los Arcángeles San Miguel, San Gabriel, San Rafael y de todos los santos del Cielo.

En la Divina Voluntad, por el poder del Santísimo Nombre de Jesús y de Su Preciosa Sangre, ¡dejad para siempre de mi familia a los demonios de las maldiciones heredadas en nuestro árbol genealógico!

En la Divina Voluntad, por el poder del Santísimo Nombre de Jesús y de Su Preciosísima Sangre, os reprendo demonios de pestilencia y enfermedades infecciosas y os arrojo para siempre definitivamente a los abismos del infierno en el nombre de Jesús.

A todas las legiones infernales, os ato y os ordeno que liberéis a mi familia y a todas las familias del mundo entero, en el nombre de Jesús.

Todos vosotros, demonios que estáis detrás de las sectas satánicas, de las sociedades masónicas y secretas, que en la Divina Voluntad seáis encarcelados, humillados y vencidos al pie de la Cruz Salvadora de Jesús y seáis arrojados inmediata y definitivamente al abismo en el nombre y por el poder de las Santas Llagas de Jesús, de Su Preciosísima Sangre, por intercesión de la Virgen Inmaculada y del Castísimo Corazón de San José, Protector de la Santa Iglesia y de nuestras familias.

A todos vosotros, demonios de brujería, presagios satánicos, encantamientos, macumbas, oraciones hechas en la oscuridad (oraciones malignas) sobre nuestros nombres y nuestras fotos, brujerías de muerte hechas en la comida, con el pelo, las uñas, nuestra ropa íntima o en trozos de nuestra ropa, maldiciones y plagas lanzadas contra nosotros; todo lo que fue hecho, hablado y escrito contra mí y mi familia, en la Divina Voluntad de Dios, en el Nombre de Jesús y por el poder y los méritos de Su Dolorosísima Pasión, os ordeno que nos dejéis definitivamente y nos liberéis ahora y seáis atados y atadas, con todas vuestras maldades a la cruz de Jesús, para que Jesús disponga de vosotros como Él quiera.

A todos vosotros, demonios de la agresividad, de la locura, de la esquizofrenia y a todos los demonios asociados a las enfermedades psíquicas y mentales, en la Divina Voluntad de Dios, en el Nombre de Jesús, de María y de José, ante los cuales todo el Cielo, toda la tierra e incluso el infierno obedecen y se arrodillan, por las Santas y Gloriosas Llagas del Cordero Inmaculado y de Su Preciosísima Sangre, os ordeno que liberéis definitivamente a toda mi familia, para gloria del Padre Eterno, de Su Divino Hijo y del Espíritu Santo.

En la Divina Voluntad, os ordeno ahora a todos vosotros, demonios del control mental y psíquico, que liberéis inmediata y definitivamente a toda mi familia, nuestras mentes, actitudes de carácter y personalidad, físicas y psíquicas, que nos abandonéis inmediatamente y nos liberéis en el vientre, en alma y espíritu. Liberadnos en el Nombre de Jesús.

En la Divina Voluntad de Dios, aplico ahora la Preciosísima Sangre de Jesús con todo su poder, para atormentaros a todos vosotros, demonios del infierno, con la ganancia de muchas almas para el Reino de los Cielos, para la Gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y para que triunfe Su Divino Reino en las almas y se haga Su Voluntad en la tierra como en el Cielo.

En la Divina Voluntad, salid ahora y definitivamente de nosotros todos vosotros espíritus malignos de la Nueva Era, masonería, brujería, simpatías, macumba, esoterismo, sectas diabólicas, ocultismo, salid ahora y definitivamente de nuestras vidas y de nuestras familias en el Nombre de Jesús.

En la Divina Voluntad, cancelo definitivamente todos los pactos, convenios, juramentos, votos hechos en nuestros nombres, maldiciones contra mí y los miembros de mi familia, ¡en el Nombre de Jesús!

Señor, Padre Eterno y Todopoderoso, te pido que restaures a mi familia. Sánanos y libéranos por la Sangre de Jesús y que, la gloria, la paz, la alegría y las virtudes que nos han sido robadas, nos sean devueltas ahora mismo en el nombre de Tu Amadísimo Hijo Nuestro Señor Jesucristo y por los méritos infinitos de Su Dolorosísima Pasión y Muerte en la cruz.

Señor, en Tu Divina Voluntad, Te doy gracias por Tu poder sanador y liberador sobre mi vida y mi familia. A Ti sea dado todo honor y gloria por los siglos de los siglos.

Espíritu Santo, unge a mi familia que ahora te consagro y concédele la curación definitiva y la liberación para siempre, destruyendo todo mal, restaurando cada parte de sus seres, donde necesiten recibir apoyo y ser restaurados, liberándolos completamente, en el Nombre de Nuestro Señor Jesucristo y de Su Preciosísima Sangre te lo pedimos. Amén.