miércoles, 12 de octubre de 2022

Es el Orgullo...

- Mensaje nº 1378 -

Hija mía. Es el orgullo de la gente lo que tantas veces y de nuevo les aleja de Mí, de su Jesús que tanto les ama.

Mis queridos hijos: ¡Si supierais que es a través del orgullo que sentís que el demonio consigue y tiene tanto poder sobre vosotros!

¡El que es orgulloso no está Conmigo!

¡El que es orgulloso es vulnerable!

¡El que es orgulloso siempre deja la puerta ligeramente abierta al diablo!

¡Hijos, despertad y ved hacia dónde vais! ¡Muchos de vosotros estáis «cambiando» Mi Santa Iglesia y no veis el gran espacio que estáis dando al diablo!

¿No lo veis?

¡Examinaos, amados hijos que sois, y no sigáis los caminos equivocados del maligno! ¡ Él , que es engañoso y astuto, os engaña incluso en Mi Santa Iglesia!

¿No lo veis?

Le abrís las puertas de Mi Santo Templo, y le abrís las puertas de vuestro corazón , ¡pero no os dais cuenta!

El orgullo es una gran trampa , así que estad advertidos, amados hijos que sois, pues quien lleva el orgullo en su corazón no es devoto de Mí, su Jesús.

El orgullo es el billete de entrada del demonio para alejaros cada vez más de Mis verdaderas enseñanzas , ¡astuta e insidiosamente!

¡Estad vigilantes y no cedáis al orgullo, porque quien siente orgullo ya se está extraviando!

Examinaos, amados hijos, examinaos.

Ya os hemos dicho que os esperan tiempos difíciles. Sin embargo, la prueba más difícil es permanecer fieles a Mí, vuestro Jesús, siempre con humildad y devoción.

Quien lleva el orgullo en el corazón, se ha desviado del camino que conduce a Mí, que conduzco al Padre.

Así pues, ¡controlaos y no os dejéis envolver por los movimientos de las innovaciones en Mi Santa Iglesia! ¡ No proceden de Mí, amados hijos que sois, pues Mis enseñanzas son eternas! No podéis doblegarlas como queráis, sino que debéis encontrar el verdadero camino hacia Mí. Sólo con humildad estaréis cerca de Mí, sólo con un corazón humilde y contrito.

Examinaos, pues, amados hijos que sois, y no caigáis en las garras del demonio.

Él, el príncipe de las tinieblas, os engaña y os adormece. Se pone en luz resplandeciente y , bajo el disfraz de muchos de vuestros latiguillos actuales, toma cada vez más terreno en vosotros y en Mi Iglesia. ¡Tened cuidado y estad prevenidos!

Las pruebas son grandes, así que permaneced vigilantes, amados hijos, permaneced alerta y humildes. Amén.

Os quiero mucho.

Vuestro Jesús. Quien Soy. Siempre. Amén.