jueves, 22 de agosto de 2013

¡Pronto seréis liberados del oscuro dominio de Satanás!

- Mensaje nº 240 -

Hija mía. Mi querido hijo. Todavía se necesita mucho sufrimiento para la salvación de muchas almas, pues las tinieblas del demonio habitan en ellas, y sólo tu oración y sacrificio y expiación pueden salvar a estas almas.

Hija mía. Pronto seréis liberados del oscuro dominio de Satanás , pues Mi Santo Hijo ha sido enviado para conduciros a todos a la Nueva Gloria. Antes de eso, sin embargo, vuestros días parecerán oscuros y sin esperanza, pero esta condición no durará mucho.

Estad seguros de que cada uno de vosotros que expíe y ore, crea en Mí, Dios Padre y Su Santo Hijo, y confíe en Nosotros, ¡no será vencido por la desesperanza! Estad seguros de ello, porque sólo serán las almas incrédulas y perdidas las que vivirán en la pesadumbre, la desolación y el sufrimiento insoportable debido al dominio de Satanás.

Nosotros, todo el Cielo unido, cuidamos de Nuestros hijos fieles, pues a través de vosotros la entrada en la Nueva Gloria de Dios Padre, el Nuevo Reino de Mi Hijo, será grande y llena de alegría, ¡y gracias os daremos, ahora y en la eternidad, por Nuestra protección que os concedemos, Nuestro amor que os damos y Nuestra alegría que compartimos con vosotros!

Mantente fuerte y siempre fiel a Nosotros, entonces nada te sucederá. Los días oscuros terminarán pronto y los hipócritas de tus días actuales serán desterrados. Se os permitirá vivir libres de pecado, y la verdadera y eterna paz prometida se convertirá en vuestra, pues el amor de Dios Padre os abrazará a cada uno de vosotros y la verdadera felicidad y plenitud se convertirán en vuestro regalo.

Aguanta un poco más y ofrece todo lo que no puedas llevar a Dios, Nuestro Señor. Su Hijo vendrá y llevará la carga contigo, para que te liberes de la pesadez y el sufrimiento que pueden «aplastar» a los no creyentes.

Creed y confiad. ¡Os amo, Mis queridos hijos!

Atada en amor eterno, vuestra Madre del Cielo.

"Hija Mía. Hazlo saber y di a todos Nuestros hijos que perseveren. Pronto acudiré a vosotros y os liberaré del odio y del pecado. Os amo. A cada uno de vosotros.

Tu Santo Jesús.

Salvador de todos los hijos de Dios".

"Así sea, hija mía. Tu siempre amoroso Dios Padre".