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Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

martes, 15 de noviembre de 2022

Aparición y Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz

Mi Rostro de Amor es Suficiente, para Poder Iluminar Incluso el Alma Más Llena de Oscuridad y Llenarla con la Luz de la Gracia y el Amor de Dios

Jacareí, 15 de Noviembre de 2022

Fiesta De La Revelación De La Santa Faz De María Santísima

Mensaje De Nuestra Señora Reina Y Mensajera De Paz

En Las Apariciones De Jacareí Sp Brasil

Al Vidente Marcos Tadeu

(María Santísima): «Hijos míos, hoy, que celebráis aquí la Fiesta de la Revelación de Mi Rostro Materno a Mi hijito Marcos, vengo de nuevo a deciros:

Mi Rostro basta, para poner en fuga a todos los demonios y espíritus infernales.

Mi Rostro de Amor es suficiente para derribar todos los planes malignos de Satanás.

Mi Rostro de Amor es suficiente para disipar todas las tinieblas del mal y del pecado en el mundo.

Mi Rostro de Amor es suficiente, para poder iluminar incluso el alma más llena de tinieblas y llenarla de la luz de la gracia y del amor de Dios.

Si Mis hijos son celosos en contemplar Mi Rostro de Amor y en amarlo, no sólo les iluminaré, sino que lo imprimiré gradualmente a través de la unión de su corazón y de su alma Conmigo. Imprimiré Mis propios rasgos en Mis hijos, para reproducir en ellos Mis virtudes, Mi amor a Dios, Mi fe inquebrantable, Mi humildad, Mi obediencia irrestricta e incondicional a la voluntad del Señor.

Si Mis hijos contemplan con celo Mi Rostro de Amor, Mi llama de amor se transmitirá verdaderamente de Mi Corazón a sus corazones abrasándolos e incendiándolos de amor al Señor.

Rezad el Rosario todos los días, ante Mi Rostro de Amor, e imprimiré verdaderamente en vosotros Mis propios rasgos maternales. Es decir, Mis virtudes, Mi humildad, Mi amor a Dios, Mi fe, Mi docilidad al Señor, y daré verdaderamente a vuestros corazones, la santidad misma de Mi Corazón.

Mi Rostro de Amor emana hacia todos vosotros la irradiación de la gracia del Sagrado Corazón de Mi hijo Jesús y de Mi propia llama de amor y aquellos que lo veneren con amor y fe recibirán esta llama de amor mía, que dará a sus corazones el amor mismo de Mi hijo Jesús y el amor de Mi Corazón Inmaculado.

Di Mi Rostro de Amor a Mi hijito Marcos, porque era muy, muy digno, de hecho de esta generación el único digno. Por eso le confié este tesoro maternal de Mi Corazón, para que fuera fuerza, alivio, luz y esperanza para Mis hijos en este tiempo de gran tribulación.

Además, concedí a Mi hijito Marcos el Milagro de la llama de la vela* que no quemó su mano ante Mí y ante Mi hijo Jesús antes de Mi aparición del 7 de noviembre de 1994. Porque él era muy digno de esta gracia, muy digno de este Milagro y Don de Mi Corazón.

Y a través de este Milagro derribo y aniquilo todas las tinieblas de la apostasía, todas las tinieblas de la falta de fe, de la falta de amor a Dios, de la rebelión al Señor y del amor y apego a las cosas mundanas, liberando a Mis hijos de esta fea esclavitud a Satanás, haciéndoles libres para amar a Mi hijo Jesús con todas sus fuerzas y consagrarse con amor a Mi Corazón Inmaculado.

A través de este Milagro de la llama de la vela* que no quemó la mano de Mi hijo Marcos, disipo todas las tinieblas de la apostasía de este tiempo. Y muestro a todos Mis hijos el verdadero camino que deben seguir, que es el que les muestro aquí en Mis Apariciones: el de la oración, la conversión, la penitencia, la santidad, el amor total y la fidelidad a Dios Nuestro Señor.

De este modo, alejo todas las tinieblas de los corazones, de las almas y de las familias que se dejan iluminar y guiar por Mí a través de la luz rotunda de este Milagro, que realicé primero en Lourdes, sobre Mi hijita Bernadette, y luego repetí aquí sobre Mi hijito Marcos. Aquí, en Mi nuevo y segundo Lourdes, para mostrar a todos Mis amados hijos el camino recto que les conducirá al Cielo y que deben seguir dócil y perseverantemente Mis huellas maternales.

Sí, este Milagro de la llama de la vela* que no quemó la mano de Mi hijito Marcos es el gran signo que os indica que estáis verdaderamente en los tiempos de la Mujer vestida de Sol, que vino a iluminar el mundo entero y a disipar todas las tinieblas del mal y del pecado. Y es uno de los signos que os indica que ya estáis en el fin de los tiempos, y que pronto volverá Mi hijo Jesús con poder y gloria para vencer de una vez por todas todo mal, renovar el mundo e instaurar Conmigo su reino eterno de Amor que no tendrá fin.

Por eso, hijos Míos, contemplad este Milagro muchas y muchas veces y vuestras almas estarán siempre llenas de la luz de Mi Corazón Inmaculado y permaneceréis en paz incluso en las tribulaciones y firmes en la fe siguiéndome fielmente por el camino de la santidad y la salvación.

Mi pequeño hijo Marcos, me ofreciste hoy los méritos de la película Lourdes 9 que hiciste para Mí con tanto amor, ofrecida por tu padre Carlos Tadeu y por Mis hijos que están aquí.

Concedo tu petición y ahora convierto estos méritos en gracias y derramo sobre tu padre Carlos Tadeu 9.702.000 (Nueve millones setecientas dos mil) bendiciones.

Y sobre Mis hijos que están aquí derramo ahora 8.500 (Ocho mil quinientas) bendiciones, que volverán a recibir los días 11 y 12 de febrero del próximo año.

Así transformo los méritos de vuestra caridad en grandes gracias sobre Mis hijos, que derramo sobre Mis hijos, y así puedo cumplir en ellos los designios de Mi Corazón Inmaculado.

A ti, Mi rayo de luz, hijo dignísimo de todos los grandes milagros y gracias de Mi Corazón.

Y a todos Mis amados hijos aquí bendigo con amor ahora: de Lourdes, de Pellevoisin y de Jacareí».

Mensaje de Nuestra Señora después de la bendición de los objetos religiosos

(María Santísima): «Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos objetos santos, allí estaré Yo viva llevando conmigo las grandes gracias del Señor.

Yo soy vuestra Madre dolorosa de cuyo rostro descienden lágrimas, pues conozco todo el sufrimiento que os espera hijos Míos, pero, Yo estoy con vosotros.

Rezad sin cesar el Rosario y todos los Rosarios de poder que os he dado, para que al menos se alivien los dolores para vosotros y para Mis hijos verdaderamente fieles.

Os bendigo de nuevo a todos con amor y os dejo Mi paz».

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