domingo, 14 de marzo de 2021

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz comunicado al vidente Marcos Tadeu Teixeira

El Tesoro De Mis Lágrimas Es El Mayor Don De Misericordia Que Doy A Mis Hijos

Fiesta de Nuestra Señora de las Lágrimas

«Queridos hijos, hoy que celebráis aquí el aniversario de mis Apariciones a mi hijita Amalia Aguirre, vengo de nuevo del Cielo para deciros:

El tesoro de mis lágrimas que os he dado a través de mi hijita Amalia es el mayor regalo de amor y tesoro de mi corazón. Rezad todos los días la Corona de Lágrimas, el Rosario de mis Lágrimas, y entonces podré colmaros a todos con una gran lluvia de gracias de mi corazón.

El tesoro de mis lágrimas es el mayor don de misericordia que doy a mis hijos, que he dado a mis hijos, porque a través del valor meritorio de mis lágrimas mis hijos podrán finalmente obtener la gracia de la conversión para ellos y para los pecadores de todo el mundo, obtendrán todas las gracias para su propia salvación, y entonces la misericordia del Señor y mi misericordia triunfarán en la vida y en el alma de muchos de mis hijos.

El tesoro de mis lágrimas es el mayor don de gracia que he dado a mis hijos, porque con el valor meritorio de mis lágrimas podrán obtener todas las gracias de Dios, podrán transformar todos los males del mundo en victorias para el Señor, e incluso tantas victorias de mi enemigo podrán convertirlas en triunfos del Señor, en triunfos míos, en la vida de las naciones y de la humanidad.

Por eso, rezad todos los días el rosario de mis lágrimas y veréis, hijitos, cómo triunfarán la gracia, el amor y la misericordia de mi Corazón Inmaculado en la vida de cada uno de vosotros y del mundo entero.

Sí, rezad el Rosario de mis Lágrimas, especialmente por la conversión de los pecadores. Aquí, a través de diversas imágenes mías, he llorado a lo largo de los años, y he llorado en tantos lugares del mundo. He llorado por tantos hijos míos que cada día se pierden eternamente y caen en el pecado. He llorado porque cada hora un hijo mío se aleja de mí, se pierde en el pecado y se condena.

He llorado por esta generación completamente destruida y arruinada por la acción de mi enemigo, por la dominación de Satanás y del pecado. Lloré por los niños y los jóvenes completamente arruinados y ya expuestos desde pequeños a las primeras experiencias del mal y del pecado. Lloré por las familias destruidas, por las vocaciones sacerdotales y religiosas arruinadas por la apostasía, el pecado y la traición a sus votos religiosos. Lloré especialmente por todos aquellos que incluso después de haber conocido mi amor, mis mensajes, y de haber visto tantos signos y pruebas de la verdad de mis apariciones, me traicionarían en el futuro prefiriendo el pecado, el mal y a Satanás.

Sí, lloré por todos aquellos que a pesar de todos mis esfuerzos y de todo el yo que hice en mis apariciones, seguirían eternamente perdidos por preferir el pecado.

Igual que sufrí y sigo sufriendo hoy cuando recuerdo la traición de Judas, aunque esté en el Cielo, sufro y lloro por todos los que traicionaron mi amor, por todos los que seguirán traicionándome a pesar de mis apariciones, mis mensajes, signos y gracias.

Reza el Rosario de las Lágrimas para consolarme por este gran dolor mío.

Rezad el rosario todos los días para consolar mi corazón por este gran dolor mío y por tantas heridas que aunque estoy en el Cielo glorificada, aún sangran en mi corazón y me hacen sufrir por ver la pérdida y la traición de tantos hijos míos.

Reza cada día mi Rosario para que el mundo se convierta y tenga paz.

Sí, el alma que rece sinceramente el Rosario de mis Lágrimas no se condenará, sino que Yo obtendré para ella todas las gracias necesarias para su santificación y salvación.

Difundid más los mensajes que di a mi hijita Amalia y que mi obediente hijito Marcos grabó y difundió para vosotros, para que así el mundo conozca el poder de mis lágrimas maternas y para que mis hijos encuentren el remedio adecuado para arreglar y curar tantos males y tantas enfermedades espirituales que ahora existen en el mundo, y encuentren el camino correcto de salvación que les conducirá seguros al Cielo.

A ti, hijo mío Marcos, que tanto has divulgado los mensajes que di a mi hijita Amalia en Campinas, a través de los registros que grabaste y de todo lo que hiciste para hacerme más conocido y amado, a través de mis imágenes cuando me aparecí a mi hijita Amalia y también divulgando mi medalla, a ti te doy hoy 93 gracias especiales y a tu padre Carlos Tadeu por quien me pediste todo el día, le doy hoy 72.108 gracias especiales que recibirá cada día 8 de cada mes hasta que cumpla un año.

Así, hijo mío, te recompenso generosamente a ti que tanto me has servido, tanto me has amado y divulgado a lo largo de los años, divulgando mi hora de lágrimas, el rosario de lágrimas, mis mensajes a mi hijita Amalia, la medalla, mi imagen y todo lo que a través de ella pedí que fuera revelado y divulgado al mundo y que te confié y no me defraudaste. Continúa, hijito, difundiendo estos mensajes míos, porque muchas almas encontrarán en ellos la luz y la fuerza necesarias para seguir adelante sin desanimarse hasta alcanzar la gloria del Cielo.

Hijos míos, dad 04 discos de mis mensajes a mi hijita Amalia, y 03 de mi hora de lágrimas a mis hijos que no los conocen, para que, conociendo el poder de mis lágrimas, recen el rosario de mis lágrimas y yo pueda realizar verdaderamente mis maravillas de amor en la vida y en el alma de mis amados hijos.

Ahora os bendigo a todos con amor: desde Campinas, desde Montichiari y desde Jacareí».

María Santísima después de tocar los rosarios y objetos religiosos:

Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos rosarios y objetos estaré viva con mi hija Edwiges y mi hija Catalina de Alejandría, llevando las grandes gracias del Señor.

A todos de nuevo bendigo para que sean felices y pido:

Ataca a mi enemigo con el Rosario 269. Dáselo a 05 de mis hijos que no lo tengan, para que mis hijos recen mi rosario, se liberen de todas las seducciones de satanás y de sus insidias, y puedan, contigo, caminar hacia la vida eterna.

A todos dejo mi paz».