Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 11 de marzo de 2018
Mensaje de la Virgen y la Beata Amalia Aguirre

(María Santísima): Queridos hijos, hoy que celebráis aquí el Aniversario de mi Aparición a mi hijita Amalia Aguirre, cuando le regalé el Rosario de mis Lágrimas, quiero deciros: ¡Soy la Señora de las Lágrimas!
Soy la Mujer vestida del Sol terrible como un ejército en orden de batalla que vino del Cielo para daros a todos el gran tesoro del Rosario de mis Lágrimas.
Soy la Señora del Rosario de Lágrimas, la Señora que dio a los niños el gran poder de los méritos de Sus Benditas Lágrimas. Para que con los méritos de estas lágrimas los niños puedan obtener del Señor todo el Bien y toda la gracia que necesitan.
Yo soy la Señora del Rosario de Lágrimas que ha venido del Cielo para dar a los niños esta arma poderosa en estos tiempos de la gran batalla entre la Mujer vestida de Sol y el gran dragón infernal. Este dragón desea devorar a todos los hijos de la Mujer vestida de Sol, sin dejar escapar a ninguno.
Por eso, la Mujer vestida de Sol, la Señora de las Lágrimas vino al mundo, a Brasil, a Campinas, en 1930, para entregar a toda la humanidad, a través de mi hijita Amália Aguirre, el gran tesoro del Rosario de mis Lágrimas. Para él, la Mujer vestida de Sol podría salvar muchas almas, podría impedir que el gran dragón infernal devorase a sus hijos y derribar todas las obras de perdición del dragón infernal.
Yo soy la Señora del Rosario de Lágrimas, que vine al mundo a través de mi hijita, Amalia Aguirre, para dar a todos mis hijos el arma poderosa con la que podrán desterrar todo mal de sus vidas, podrán alcanzar todas las gracias que son de la Voluntad del Señor. Y, sobre todo, podrán conservar en sus almas la Llama de la verdadera Fe Católica.
Sí, con el Rosario de Lágrimas se extirpan definitivamente las herejías, se destierran los errores, se vence el pecado y el alma vive en la gracia de Dios. Por eso quiero que todos mis hijos recen cada día el Rosario de mis Lágrimas, para que conserven en sus almas la Llama del verdadero amor a Dios y venzan en sí mismos, en sus vidas: al demonio, al pecado y al mundo.
Verdadera maravilla son los Rosarios de Lágrimas Meditadas grabados por mi hijo Marcos que obedientemente hizo estos Rosarios Meditados de mis maravillosas Lágrimas, para consolarme y hacerme más amada y conocida por mis hijos.
A todos los que recen estos Rosarios les prometo mi gracia, mi protección y también toda mi ayuda para que un día lleguen al Cielo.
Deseo que regaléis 10 Rosarios de mis Lágrimas Meditadas 22 y 10 Rosarios de mis Lágrimas Meditadas 21 por todos mis hijos. Para que conozcan mi gran dolor maternal y se conviertan y se salven.
También deseo que den 20. 20 de estos Videos, que me hizo mi hijo Marcos, con mis mensajes ilustrados, con mi Voz y con mi Rostro Materno.
Deseo que regalen 20 del número 1 y 20 del número 2 a mis hijos. No puedo deciros cuánto han reconfortado estos Vídeos mi Corazón Maternal. Cuántas espinas me han quitado del Corazón.
Sí! mi pequeño hijo Marcos, con estos Vídeos has quitado 800.000 espinas de mi Corazón, que mis hijos habían clavado con fuerza en mi Corazón estos días y durante tantos años también rechazando mis Mensajes.
¡Has quitado estas espinas y has dado un gran consuelo a mi Corazón Inmaculado!
¡Continúa, hijo mío, continúa haciendo todo esto! Continúa haciendo estos vídeos para que mis hijos sientan mi amor, sientan mi dolor, sientan la necesidad: de amar, consolar y reparar.
Y que por fin comprendan el gran amor con que la Madre del Cielo vino aquí, a Jacareí, para salvarlos a todos. Y así mis hijos vendrán todos a mi Corazón Inmaculado, donde serán felices para siempre.
También deseo que meditéis más en la virtud de la obediencia a mi Corazón. Esa virtud que tanto agrada a Dios, que ha salvado a la humanidad.
El pecado de desobediencia hizo que los primeros padres, Adán y Eva, pecaran contra el Señor, cometieran el pecado original e introdujeran en el mundo toda clase de dolores, penas, pecados y males. Con el pecado de desobediencia, Adán y Eva abrieron el Infierno a todos los hombres.
Con la virtud de la obediencia el mundo se salvó. Por la obediencia de mi Hijo hasta la muerte de Cruz, por su obediencia al Padre, por mi obediencia que me llevó a decir «Sí» a la Voluntad del Padre en la Anunciación, el mundo se salvó.
¡La virtud de la obediencia salva al mundo, hijos míos! Y el pecado de desobediencia lleva al mundo, a cada uno de vosotros a la perdición.
¡Huid del pecado de desobediencia, apartaos del gran mal que es la desobediencia hijos míos! Y vivid la virtud de la Obediencia, primero a Dios, luego a vuestra Madre celestial y, por último, a aquellos que Dios ha puesto en vuestras vidas para guiaros por el camino del bien, de la oración y de la santidad: vuestros superiores.
Sí, obedeced dócilmente a todo lo que os digan que sea correcto, porque ahí está la Voluntad de Dios para vosotros y el camino que debéis seguir para alcanzar el Cielo.
Con la virtud de la obediencia salvaréis vuestras almas y las de los demás.
No seáis, hijos míos, desobedientes, porque cuando desobedecéis la Voluntad de Dios conocida como tal, os parecéis a Lucifer, a Satanás. Que aun habiendo visto la Verdad, aun conociendo a Dios, aun viendo a Dios cara a cara, aun estando dotado de muchas luces, no cumplió la voluntad de Dios, no obedeció a Dios y por eso se convirtió en demonio y fue condenado para siempre.
Sed obedientes, hijos míos, porque la obediencia os hace semejantes a la Madre del Cielo, os hace semejantes a mi Hijo Jesús. Y así agradáis mucho al Padre del Cielo y le dais honor y alabanza.
Aprended a obedecer perfectamente, no como vosotros queráis, no como queráis, donde queráis y con quien queráis. Sino como Dios quiere, como Dios manda y Dios espera.
Yo, la Señora del Rosario de Lágrimas, la Señora de las Lágrimas Poderosas. Lágrimas que derribaron el poder del imperio infernal al pie de la Cruz uniendo estas Lágrimas Benditas a la Preciosísima Sangre de mi Hijo. Yo, la Señora cuyas Lágrimas aplastan el poder del Infierno.
Hoy lo repito: Rezad el Rosario de mis Lágrimas, amad mis Lágrimas y veréis en vuestras vidas cuántas maravillas de gracia haré.
Dadme vuestro «Sí», renunciad al mundo, a las cosas mundanas, porque el mundo no es para vosotros y vosotros no sois para el mundo.
Imitad a mi hijo Gabriel de la Virgen Dolorosa que, al oír mi voz que le decía que dejara el mundo porque el mundo no era para él, se consagró inmediatamente a Dios en la vida religiosa consagrada.
Deseo que vosotros, hijos míos, dejéis el mundo, que viváis una vida santa, que muchos jóvenes den su «Sí» consagrándose a mí en cuerpo y alma para vivir sólo conmigo y por mí.
Y que los laicos, los que están casados, dejen las cosas mundanas y vivan con sus familias en el amor de Dios, en la gracia de Dios, enseñando y conduciendo a sus hijos al Cielo y no al Infierno a través de los placeres.
Deseo que todos den hoy el «Sí», que abrirá para todos la Puerta de muchas gracias de Dios. Porque es el «Sí», fruto del amor obediente, el que salva, el que libera, el que purifica y transforma el mundo entero.
A todos, y especialmente a ti, mi querido hijito Marcos, que hoy has consolado tanto a mi Corazón Inmaculado con estos vídeos de mis mensajes.
A ti que tanto trabajas y luchas para que yo sea más conocida y amada, para que mis hijos me amen siempre y más, comprendan mi palabra y me den el «Sí» de sus corazones.
A ti mi querido Ángel te bendigo ahora abundantemente.
Y también te bendigo mi amado hijo Carlos Tadeo. Hoy os prometí otro Mensaje. Pues ahora es mi segundo Mensaje de este mes para vosotros:
«Amados de mi Corazón, me alegro de daros otro Mensaje.
Estoy muy feliz por los Cenáculos que has hecho por mí, en todas partes, llevando cada vez más mis mensajes y haciendo que mis hijos me recen con amor y con el corazón.
Ahora, hijo mío, necesitas parecerte aún más a tu hijo Marcos, el hijo que te di. Quiero que te ocupes especialmente de mi aparición en La Salete y también de mi aparición como Señora de las Lágrimas a mi hijita Amalia Aguirre.
Quiero que hables de mi Aparición en los Cenáculos. Que hagáis conocer mejor a mi hijita Amalia Aguirre, pues cuanto más la conozcáis, más me conoceréis a mí como Señora de las Lágrimas.
Quiero que difundáis la meditación de mis Dolores y también el Vía Crucis del Amor Verdadero que di a mi hijita Amalia Aguirre. Para que las almas sientan una mayor necesidad de amarme y de amar a mi Hijo Jesús que murió para salvar a todos.
Y yo que también estuve con él místicamente crucificado y muerto para redimir y salvar a todos.
Sí, hijo mío, quiero que hables del gran poder de mis Lágrimas, y de cómo estas Benditas Lágrimas pueden cambiar el corazón de muchos de mis hijos. Si su poder es debidamente invocado y aplicado cada día por el Rosario de mis Lágrimas.
Deseo, hijo mío, que hables de La Salete, que hables de mis Benditas Lágrimas a todos mis hijos. Y hazles comprender a todos cuánto me han hecho llorar hoy, me han hecho sufrir, han herido a mi Corazón Inmaculado, porque se niegan a darme el «Sí» de sus corazones.
Algunos todavía dan la mitad de su corazón, pero guardan en una parte secreta de su corazón sus apegos a los que no quieren renunciar por amor a mí. Y por eso no puedo lograr nada o casi nada en sus vidas.
Necesito que estos hijos míos dejen al mundo las cosas que son del mundo, porque mi hijo ya está regresando y los Ángeles con sus trompetas ya están anunciando su regreso.
Anuncian que ha llegado el tiempo de la siega y toda espiga de trigo podrida, dañada, será cortada y arrojada al fuego.
Y todo el que se niegue a crecer y convertirse en espiga dorada al sol para transformarse en pan de satisfacción, alegría y gloria para Dios, también será arrojado y quemado en el fuego que nunca se extinguirá.
Deseo, hijitos, que todos vosotros seáis realmente estas espigas. Y por eso mi hijito Carlos Tadeu, deseo que más que nunca hables de La Salete hables de mis Lágrimas.
Y que muestres cómo en Campinas volví a mostrar estas Lágrimas de Amor, dando incluso a mis hijos el poder de los méritos de estas Lágrimas con las que pueden obtener todas las gracias y virtudes para salir del pecado y alcanzar el Cielo, la Salvación.
Por eso, hijito, toma, toma de vez en cuando al menos una vez al mes mi imagen como Señora de las Lágrimas en los Cenáculos y la imagen de mi hijita Amalia Aguirre.
Deja estas imágenes en casa de mis hijos durante un tiempo, para que conozcan mi Aparición, amen mi Aparición y recen el Rosario de mis Lágrimas.
Derramaré grandes gracias sobre los hogares que me acojan con mi hija Amalia y prometo librarles de todos los males que Satanás quiere hacer a esas familias.
Hijo mío, tú anteayer con el Cenáculo, sacaste de mi Corazón Inmaculado tantas espinas. Con los Cenáculos que has hecho esta semana has sacado tantas espinas de mi Corazón, tantas espinas.
¡Continúa hijo, continúa arrancando esas espinas!
Mi Corazón, sobre todo, se alegra cuando vienes a los pies de mi Imagen y allí me abres tu corazón, me confías todo, todo de ti, todo de tu vida.
Tu confianza en mí me encanta, hijo mío. ¡Mamá te quiere mucho! Mamá escucha todo lo que le dices.
Y como todo lo que dices es sincero, ¡te prometo que realizaré en tu vida grandes gracias de mi Corazón Inmaculado y del Señor!
¡No tengas miedo! Yo estoy siempre contigo y tu vida ya está toda escrita en el Libro Materno de amor de mi Corazón y nada, hijo mío, nada escapa a la atenta mirada de tu Madre del Cielo.
Sobre mi Manto de Amor te guardo y te protejo. Y sobre ti derramo cada día las gotas de mis Lágrimas Benditas para llenarte cada vez más de Gracia, de Paz y de Amor.
Te bendigo con amor y bendigo a todos mis hijos. Doy a todos los que lleven la Medalla que revelé a mi hija Amalia Aguirre la Indulgencia Plenaria.
Y también a todos los que rezan cada día el Rosario de mis Lágrimas. Sobre todo ahora viene esta Indulgencia que apaga para vosotros todo el fuego del Purgatorio. El fuego en el que debéis expiar vuestros pecados veniales durante muchos, muchos años.
Y sobre todos vosotros desciende ahora la Bendición de Dios Todopoderoso y mía de Fátima. de Campinas y de Jacareí».
(Amalia Aguirre): «Queridos hermanos, yo, Amalia, Sierva de la Señora de las Lágrimas y del Señor vengo hoy con ella a deciros: Amad las Lágrimas de la Madre de Dios y sed los verdaderos Apóstoles de estas Lágrimas esparciéndolas por todas partes. Sed los Apóstoles de las Lágrimas de la Madre de Dios, difundiendo la Medalla que Ella me reveló y el Rosario, la Corona de Lágrimas. Para que cada vez más almas recen este Rosario y lleven esta Medalla con la que la Madre de Dios hará grandes gracias sobre vosotros y sobre el mundo entero. Sed los verdaderos Apóstoles de las Lágrimas de la Madre de Dios, viviendo para secar esas Lágrimas cada día con una vida de amor, de oración, de obediencia a Ella.
Sed obedientes a Ella, pues la obediencia fue la virtud que salvó al mundo en la Anunciación, en la Encarnación del Verbo, en la Redención. Y es la virtud de la obediencia la que os salvará hoy, salvará a vuestras familias y a la humanidad. Si sois obedientes a la Madre de Dios, a Sus Mensajes, os salvaréis y el mundo se transformará de un mundo de pecado, de maldad, en un mundo de Paz, Alegría y Amor. Sed los verdaderos Apóstoles de las Lágrimas de la Madre de Dios, viviendo perfectamente según Su Corazón. Es decir: amando a Dios como Ella amó, sirviendo a Dios como Ella sirvió, obedeciendo al Señor como Ella obedeció. Hacerlo todo para darlo a conocer y amarlo como Ella lo hizo y vivir eternamente el «Sí» que Ella dio a Dios en vuestras vidas, convirtiéndoos vosotros mismos en una continuación de Su «Sí», y en Llamas de amor como Ella lo fue. Sed los verdaderos Apóstoles de las Lágrimas de la Madre de Dios, dando cada día vuestro «Sí» a esas Lágrimas que os piden: amor, reparación, obediencia, fidelidad. Yo, Amalia, os amo a todos los que rezáis el Rosario de Lágrimas de la Madre de Dios y que tanto amáis los mensajes que ella me dio en Campinas. Sí, de verdad, aquí en este Santuario donde los mensajes que ella me dio son difundidos y divulgados por nuestro amado Marcos, a través del Rosario de Lágrimas y de todo lo que él hace. aquí mi corazón se reconforta, ya que en la tierra fui tan obstaculizada y no pude hacer conocer y amar tanto estas Lágrimas Benditas.
Aquí, por fin, se cumple mi misión en nuestro querido Marcos. Ayúdale a hacer que las Lágrimas de la Madre de Dios sean más conocidas y amadas, para que estas Lágrimas triunfen en el mundo. Y lleve verdaderamente a todas las almas y a toda la humanidad al Triunfo completo de tu Inmaculado Corazón. Os bendigo a todos y especialmente a ti, mi amadísimo Marcos, Apóstol de las Lágrimas de la Madre de Dios por excelencia, que tanto has trabajado para que esas Lágrimas sean conocidas y amadas, para secar esas lágrimas y consolar el Corazón Doloroso de la Madre de Dios. Tú, el primero y más grande Apóstol de las Lágrimas de la Madre de Dios de los Últimos Tiempos y de todos mis hermanos. Sobre todo a ti, mi amado hermano Carlos Tadeu, ¡te bendigo con Amor! Me alegré mucho el día en que tú y tu hijo visitasteis mi tumba el mes pasado en Taubaté. Derramé grandes gracias sobre vosotros allí en mi tumba, derramé grandes Bendiciones sobre vosotros. Derramé sobre vosotros el fruto de los méritos de las Benditas Lágrimas de la Madre de Dios, de las que soy tesorera. Soy tesorera de las Lágrimas, tesorera de los frutos, de los méritos de estas Lágrimas. He derramado sobre ti las gracias de los frutos de estas Lágrimas. Mi Corazón se sintió muy confortado cuando me visitaste y rezaste el Rosario de Lágrimas en mi tumba. Cuando puedas vuelve a mí, pues allí derramaré muchas gracias sobre ti querido Hermano Mío. Yo también soy tu protectora, y siempre cada 8 de cada mes te daré una Bendición Especial con la que quedarás verdaderamente inundado, lleno de grandes gracias del Señor y de la Madre de Dios. A ti y a todos os bendigo ahora con amor de Campinas, Taubaté y Jacareí».
(Marcos): «Queridísima Madre del Cielo, ¿puedes tocar estas imágenes, rosarios y objetos sagrados que hemos hecho para la oración y protección de tus hijos?
(María Santísima): «Como ya he dicho, allí donde llegue una de estas imágenes, rosarios o cuadros, allí estaré yo viva llevando las grandes gracias del Señor. ¡Alégrate, hijito mío Marcos, Apóstol de mis Lágrimas! Porque cada año, en el Aniversario de mi Aparición, mi hijita Amalia, cuando le revelé el Rosario de Lágrimas, recibirás una gran gracia Especial de mi Corazón Inmaculado, fruto de los méritos de mis Benditas Lágrimas. Alégrate también, mi amado hijo Carlos Tadeu, por el hijo que te di, porque gracias a él puedes conocer el gran valor de mis Benditas Lágrimas y del Rosario de mis Lágrimas. Y a través de esta oración tan poderosa obtendréis gracias sencillamente inmensas y hasta casi imposibles del Señor, del Corazón de mi Hijo. Os bendigo y os bendigo a todos de nuevo y os dejo mi Paz.
Orígenes:
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