domingo, 4 de marzo de 2018

Mensaje de María Santísima

(Marcos): Lo haré. Lo haré, mi Señora. Sí, lo haré, Mamá, lo haré.

(María Santísima): «Queridos hijos, vivid el verdadero amor llevando una vida santa. El tiempo que queda para la conversión del mundo es muy corto.

Me he aparecido en muchos lugares, he multiplicado mis apariciones extraordinarias por toda la tierra en las últimas décadas, para dar a todos la señal de que el tiempo de la conversión se acaba y el regreso de mi Hijo Jesús es inminente.

No se me ha escuchado, no se me ha creído. La mayoría de los seres humanos han despreciado mis Advertencias y mis Mensajes, han perseguido a mis Videntes, a los Profetas que Dios mismo eligió para hablar a través de ellos a la humanidad.

La mayoría de las almas han seguido el camino del pecado, el camino de la indiferencia y de la rebelión contra la Ley del amor del Señor. Las almas siguieron el camino de la falta de oración, convirtiéndose cada vez más en desiertos sin vida y sin amor.

Y también. e incluso muchas almas que están cerca de mí se encuentran en la tibieza porque ya no aman, porque ya no rezan con el corazón. Y porque dejan que las cosas del mundo vuelvan a entrar en sus corazones llenándolos de tinieblas.

Hace falta un gran y verdadero cambio interior, ¡una gran conversión! Para ello, renuncia a las cosas del mundo y a tu voluntad. Reza, reza y reza para que puedas conocer y sentir cada vez más el amor de Dios.

Es necesario rezar mucho ahora que hemos llegado a la última fase de la gran purificación y al tiempo de espera del Regreso de mi Hijo Jesús, de la Segunda Venida.

Ahora las pruebas y las tentaciones serán más numerosas y los que no recen mucho y no se hayan establecido firmemente en mí no resistirán. Sólidamente anclados significa: muertos al mundo, a su propia voluntad y totalmente dóciles y consagrados a mí.

Rezad para que estéis sólidamente arraigados en mí, es decir, muertos al mundo y viviendo completamente en mi Espíritu como yo he vivido: imitando mis virtudes, imitando mi obediencia a Dios y completamente dóciles a mi voz de Madre.

Satanás atacó fuertemente al mundo en el siglo pasado, ¡pero ahora su tiempo entra en la recta final y utilizará medios más fuertes y sofisticados para hacer caer a muchos!

Rezad, meditad mis mensajes y, sobre todo, cread en vosotros el Espíritu de la Verdadera Consagrada a mí. Es decir, el Espíritu del Verdadero Apóstol de los Últimos Tiempos; que vive cada día muriendo más para sí mismo y viviendo sólo y para mí.

Quien no haga esto, ¡no resistirá!

Pide con el Rosario la gracia de crear en ti este Espíritu. Reza el Rosario hasta que desaparezca de ti el Yo y en su lugar aparezca el nuevo Yo del Apóstol Verdadero y Consagrado a mí, que ya no vive para sí mismo, sino que vive tan solo y sólo para mí.

Quiero vivir cada vez más en mis hijos. Quiero reinar cada vez más en ellos. Quiero actuar cada vez más en ellos. Pero si no me dan su «sí», si no mueren a sí mismos y viven en mi Espíritu, no podré vivir en ellos.

Ésa es la razón por la que en muchos nunca pude hacer nada, porque no vivían en mi Espíritu, porque no morían a sí mismos y nunca me dieron su «sí» completo.

Dadme vuestro «sí» completo y las maravillas de mi llama de amor se producirán en vosotros.

Os bendigo a todos con el amor de Fátima, Montichiari y Jacareí».

(Marcos): «Querida Mamá del Cielo, ¿puedes tocar estos objetos religiosos que hemos hecho para la oración y la protección de tus hijos?

(María Santísima): «Como ya he dicho, dondequiera que llegue uno de estos Rosarios o Imágenes, allí estaré Yo, viva, llevando las grandes gracias del Señor.

A todos bendigo de nuevo y dejo mi paz».