Mensajes a María para La Divina Preparación de los Corazones, Alemania

 

martes, 7 de enero de 2014

¡Los líderes de tu iglesia han llegado a donde estaban durante la vida de Mi Hijo!

- Mensaje nº 403 -

 

Hija Mía. Mi querido hijo. Te quiero. No desesperes. Tu sufrimiento es necesario. Eres una de Nuestras almas expiatorias.

Hija mía. Lo que has visto esta noche es verdad. Mi Hijo sufre mucho, y lo hace por vosotros, Mis hijos tan amados, pero en lugar de convertiros finalmente a Él, seguís apartándoos de Él cada vez más, y dejáis que la fe en Él, en vuestro Salvador, se desvanezca y desaparezca totalmente.

Vuestros líderes eclesiásticos han llegado a donde ya estaban en vida de Mi Hijo. Son superficialmente piadosos, pero sus corazones son impuros. Se honran y alaban unos a otros, aunque el honor y la gloria se deben a Mi Hijo, pero a Él, el Hijo del Padre Todopoderoso, lo alejan cada vez más de vuestras iglesias, hasta que han abolido todo lo que es verdaderamente santo y os encontráis entre prácticas paganas y satánicas.

Hijos míos. Abrid los ojos y los oídos y dad vuestro Sí a Jesús. Muchas almas sufren por vosotros, pero ¡el mayor sufrimiento lo soporta Mi Hijo! Sufre maltratado y deshonrado, porque también se le hace mucho daño en las misas satánicas, pero esto, hijos Míos, no está (aún) destinado a vuestro conocimiento. Sabed esto, sin embargo, que Él, el Hijo del Todopoderoso, se humilla una y otra vez por vosotros, Mis amados hijos, para que cada uno Le encuentre y su alma se salve.

Venid, pues, hijos míos, y confesad a Mi Hijo. De este modo, Su sufrimiento será aliviado y Su alegría será grande. Porque para cada uno de vosotros se ha creado un lugar en Su Nuevo Reino, y a cada uno de vosotros quiere llevárselo consigo cuando venga por Segunda Vez.

¡Confesaos a Él! ¡Entregaos a Él! Y dadle vuestro Sí, ¡una y otra vez! ¡El mayor de todos los dones es la consagración a Él! Tomadla, porque os llevaréis la salvación y la felicidad y la alegría y seréis dotados de todo Su amor misericordioso.

Venid, hijos Míos, venid, y vuestra vida será hermosa y vuestra eternidad gloriosa. Os amo, vuestra Madre del Cielo. Amén.

«Así sea».

" Creed en la palabra de vuestra Madre, pues le fue dada por el Padre. Amén. Tu ángel del Señor".

Origen: ➥ DieVorbereitung.de

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