domingo, 29 de junio de 2014

Domingo, 29 De Junio De 2014

Domingo 29 de junio de 2014: (San Pedro y San Pablo)

Jesús dijo "Pueblo mío, os he dicho que, igual que Yo sufrí maltratos a manos de la gente del mundo, así también sufrirán Mis fieles en este mundo. Mis santos Pedro y Pablo fueron martirizados por su fe en Mí, y por eso veis las vestiduras rojas. Estos dos santos son los pilares de Mi Iglesia. San Pedro declaró que Yo soy el Cristo, el Hijo de Dios vivo. Entonces llamé a San Pedro la roca sobre la que construiré Mi Iglesia, pues se convirtió en el primer Papa. San Pablo tuvo una conversión milagrosa con Mi gran Luz que le derribó del caballo. Se convirtió en Mi gran misionero de los gentiles. También os habla en muchas de sus Epístolas con hermosas enseñanzas en muchas Misas. Os mostré en la visión cómo estos dos grandes santos fueron martirizados por los romanos, e incluso agradó a la gente malvada que fueran asesinados. Mis fieles también sufrirán persecución cuando prediquéis Mi Palabra, porque la gente mundana se niega a aceptar Mi Palabra y se niega a dejar de pecar. La gente mundana ama más sus pecados de placer que a Mí, y te odiarán por criticar su comportamiento pecaminoso. Aún así, debes defender lo que crees en Mí y proclamar que la vida pecaminosa conduce al infierno. Sólo aquellas personas que Me amen y se arrepientan de sus pecados, verán Mi recompensa en el cielo".

Dijo Jesús: "Pueblo mío, os preguntáis por qué algunas personas no vienen a la Misa dominical. Todos tenéis libre albedrío y podéis elegir si queréis venir a Misa o no. Algunos deciden no venir porque no sienten un profundo amor por Mí, o tienen miedo de venir, porque podría significar que tendrían que cambiar de vida, y no quieren cambiar. Cuando la gente sigue su propia voluntad, no puedo ayudarles en su misión. Los que planean juegos u otros acontecimientos a la hora de la Misa dominical, no respetan Mi día de descanso en domingo. América solía respetarme el domingo no trabajando, y las tiendas no estaban abiertas. Ahora, América Me da la espalda sin ningún respeto, y con poco o ningún amor por Mí. Cuando la gente se niegue a sabiendas a venir a la Misa dominical, estarán invocando Mi justicia contra ellos. Mis guerreros de la oración pueden salvar a esas almas del infierno, pero los que faltan a Misa a propósito, sufrirán mucho tiempo en las llamas del purgatorio inferior. Anímales más a rezar y a amarme, o sufrirán las consecuencias de sus pecados. Los padres, que dan mal ejemplo a sus hijos al no venir a la Misa dominical, sufrirán más por engañar a las almas de sus hijos. Por eso los jóvenes no vienen a Misa, ni aprenden a amarme. A veces tengo que recurrir a los abuelos para que sean buenos ejemplos y recen por estos pecadores tibios. Tenéis que informar a estas almas de que si no Me aceptan y Me aman, se arriesgan a perder su alma en el infierno. Seguid rezando por vuestros hijos y nietos para que puedan cambiar de camino antes de que sea demasiado tarde."