viernes, 21 de marzo de 2014

Viernes 21 De Marzo De 2014

Viernes, 21 de marzo de 2014

Jesús dijo "Pueblo mío, podéis ver un paralelismo inmediato entre José en el Génesis, vendido por veinte monedas de plata por sus hermanos, y Yo mismo, traicionado por Judas por treinta monedas de plata. En ambos casos, Dios sacó algo bueno de ambas traiciones. En el caso de José, fue llevado a Egipto y, al interpretar los sueños del faraón, pudo almacenar grano durante los siete años de abundancia para superar los siete años de hambruna. Incluso la familia de José tuvo que conseguir comida de él porque Israel también estaba en hambruna. En Mi caso, los dirigentes judíos hicieron que Me crucificaran como consecuencia de la traición de Judas. Pero ésta era Mi misión, ofrecer Mi vida por los pecados de todo el pueblo. Esta salvación para todos los pecadores era un plan de Dios para abrir las puertas del cielo a los que son dignos. A medida que te acerques a la Semana Santa, leerás sobre Mi Pasión y Resurrección el Domingo de Resurrección. Todos estos acontecimientos cumplían el plan de Dios en las Escrituras para toda la humanidad. Regocijaos en el don de Mi vida por vosotros en cada Misa".

Jesús dijo: "Pueblo mío, cuando miráis los arroyos o los ríos, hay un flujo constante de agua que debe reponerse con la lluvia o la nieve derretida. Vosotros también veis pasar el tiempo, pero os veis envejecer con el paso del tiempo. Eres afortunado si trabajas o cobras una pensión para seguir proporcionándote alimentos y pagando tus facturas. Puede que veas edificios nuevos, o que tengas que hacer algunas reparaciones en tu casa. En su mayor parte, las cosas de la vida no cambian muy drásticamente. Llamo a Mi pueblo a la oración diaria, y algunos vienen a la Misa diaria. En la vida siempre estáis unidos a Mí, y Yo os ayudo a cubrir vuestras necesidades. Algunas personas se ocupan de acumular mucha riqueza, mientras que otras se contentan con su suerte para vivir una vida normal. Cuando eres mayor, miras atrás y te preguntas dónde ha ido a parar todo el tiempo. Esta vida es muy corta, por lo que necesitas estar siempre preparado con la Confesión frecuente para estar dispuesto a morir un día y enfrentarte a Mí en tu juicio. Cada vez que veas a alguien moribundo o en un ataúd, empieza a pensar cómo estarás tú allí algún día. Reza por tu protección espiritual, y por todos los pecadores, así como por los que están en el purgatorio. Estas almas te agradecerán un día que les ayudes a llegar al cielo".