jueves, 26 de julio de 2001

Fiesta de San Joaquín y Santa Ana, Padres de Nuestra Señora

Hijos Míos, hoy celebráis la Fiesta de Mis Santos Padres, San Joaquín y Santa Ana...¡Oh, cuánto los amaba! ¡Cuánto los amé y deseé su bien! Toda mi vida los he amado con un amor puro, sincero y filial. ¡Qué maravillosos eran aquellos atardeceres cuando Mi Madre, Santa Ana, Me tomaba en sus brazos, Me colocaba en su regazo y Me enseñaba las Sagradas Escrituras, y cómo ser Virtuoso para agradar al Señor! Su tierna y dulce Voz penetraba Mi Corazón, y Me hacía arder en Amor por el Señor, cuando hablaba y Me enseñaba. ... Mi Corazón se apartó del Dolor en la ocasión de la muerte de Mis Santos Padres, cuando Me vi huérfano y afligido, sin aquellos a quienes tanto amaba y quienes tanto Me amaban. ...Verdaderamente, lloré Lágrimas de Sangre por su muerte, porque además del Amor natural que les tenía, también tenía el Amor sobrenatural que nos unía y siempre nos sumergía en tantos Misterios y Diseños Divinos. ...Sin embargo, a pesar de que Mi Corazón estuviera sacudido, los entregué al Altísimo, haciendo un Acto muy alto de Amor, confianza y sumisión al Señor, quien obtuvo de Él la Gran Gracia de ver a Mis padres acogidos en el seno de los Patriarcas, salvos y justos esperando a que se completara la Redención...Este Mi Gran Dolor no es conocido ni venerado por el mundo. Di, hijo Mío Marcos, que concederé todo a las almas que Veneren y Amen este Mi Dolor tan bien. Mi Inmaculado y Doloroso Corazón se extenderá en Grandes Gracias de Amor a aquellos que contemplen este Mi Gran Dolor, con verdadera Piedad y Devoción...Que este Mi Gran Dolor sea conocido en el mundo, para que se convierta y tenga una Paz duradera. Di, que concederé todo a las almas que contemplen estos Mis dolores secretos a diario, y recen un Ave María después de cada uno de ellos...A todos hoy les bendigo.