jueves, 16 de noviembre de 1995

Mensaje de Nuestra Señora

Queridos hijos, hoy, mi Inmaculado Corazón se abre para iluminarlos a todos y darles, mis hijos, lo que su corazón tanto necesita: - ¡La Paz!

Soy la Paz!!! Soy la Esperanza! Mi Nombre: - ¡Madre de DIOS!!!

Soy su Madre, hijitos!

Estoy aquí con ustedes para ayudar en la conversión de cada uno, para que todos se acerquen a DIOS. No dejen que el enemigo seduzca sus corazones de ninguna manera, mis hijos, y así se verán protegidos en la oración.

No, mis hijos, no dejen que la oración se debilite!

No dejen, mis hijos, ¡el Rosario!!!

¡Recen! Recen todos los días, mis hijos, el Santo Rosario, porque a través del Santo Rosario, Yo, hijos, podré ayudar en la conversión de cada uno, de sus familias, ¡de todo el mundo!

Quiero estar presente en cada corazón, con cada uno. Solo podré estar presente si rezan y si viven, hijitos, lo que les pido. ¡Recen! ¡Recen! ¡Recen!

Este es mi deseo: - Hagan todo esto si quieren salvarse: - oración, sacrificio y penitencia! Yo, hijos, estoy con ustedes para acoger su ayuno! Hagan su ayuno, y verán que todas las murallas caerán!

Gracias por su AMOR por Mí. Los bendigo en nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Permanezcan en la Paz del Señor".