viernes, 19 de marzo de 1993

Día de San José, Padre Adoptivo de Nuestro Señor

Mensaje de Nuestra Señora

Mis queridos hijos, hoy la Iglesia celebra la Fiesta de mi Esposo San José.

¡Oh, qué fiel era San José! Lo vi con AMOR, dedicado en el trabajo y en la Guardia de nuestra Sagrada Familia. Lo vi, en su humilde, pobre y doloroso trabajo, enseñando a Jesús su oficio de carpintero.

El primer ejemplo de José es la confianza en DIOS. No se atrevió a calumniarme ante Mi Milagroso Embarazo. Se apartó y se entregó a la meditación y a la oración hasta que el Ángel del Señor vino y le explicó el PLAN DIVINO.

Entonces me recibió como Su Esposa, dándome AMOR y educando y conservando la Vida de Jesús. Fue el precioso apoyo en el nacimiento de Jesús en Belén, en el vuelo a Egipto y en Su pérdida en el Templo! Ninguna queja de Él en el camino.

¡Sigan el ejemplo de San José! ¡Apártense para orar y meditar! Solo entonces pueden conocer el Plan que DIOS tiene para cada uno!

Imiten a José, dedicado trabajador! Hagan todo su trabajo con amor, por pequeño e insignificante que sea, háganlo con amor, porque el trabajo hecho con amor mueve el Corazón de DIOS!

Hoy, en la Fiesta de San José, mi Esposo Más Casto, los bendigo en el Nombre del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo.

Segunda Aparición de este Día

"Hijo mío, estoy aquí de nuevo para decirles que quiero que oren! oren! oren!

Mañana será un Día de Acción de Gracias. Vendré a ustedes. ¿Por qué? Porque el Sábado está consagrado a Mí, porque me recuerda el Sábado de Mis Dolores. ¡Oren más! No pasen el día divirtiéndose demasiado, sino oren más!

¡Oren! ¡Oren! ¡Oren!

He aquí, vienen tiempos y se ha acabado el plazo para la conversión del mundo! Sean advertidos de que este tiempo vendrá y se llevará a muchos en el momento en que menos lo esperen. ¡Oren! ¡Hagan penitencia!

Les pido a Mis hijos que miren de nuevo a San José. Estoy entristecida por los padres de la familia: los cónyuges, que casi no tienen tiempo para sus hijos, para sus esposas. No enseñan a sus hijos a orar, a participar en la Iglesia, no enseñan piedad, amor por DIOS. Solo malos ejemplos, indiferencia. (aquí Ella interrumpió y lloró)

¡Oren! ¡Oren! ¡Escuchen Mi Lamento, Mis Lágrimas!

Los bendigo, y espero a partir de ahora su conversión personal. Mi Bendición para todos ustedes".