domingo, 13 de julio de 2014

Mensaje de Nuestro Señor a Edson Glauber

Hoy se aparecieron Jesús y Nuestra Señora. Los dos estaban vestidos de blanco. La Virgen llevaba un largo manto blanco y tenía en el pecho las tres rosas: blanca, roja y amarilla. Estaba de pie junto a Jesús, majestuosamente bella como él. Fue Jesús quien comunicó el mensaje. La Virgen me habló de algunas cosas, pero por ahora siguen siendo un secreto.

Que mi paz y la paz de mi Madre Inmaculada estén con vosotros.

Yo, el Señor, el Rey del Cielo y de la Tierra, vengo a deciros que sin oraciones no hay paz. Sin amor no hay conversión ni reparación, a causa de los muchos pecados que se cometen en todo el mundo.

Es mi amor el que puede curaros y salvaros. Acércate a mí, a mi Corazón Divino que está lleno de amor por tu salvación.

Reza, sacrifícate más por la salvación de la humanidad. El mundo se hunde cada vez más en el pecado. Muchas almas caminan por el camino que conduce al infierno. Envié a mi Madre en Fátima, pero muchos no han escuchado su voz y siguen ofendiéndome terriblemente con pecados terribles. Si os apartáis de mí, ¿quién más podrá daros la salvación? ¿Quién puede perdonar vuestros pecados y los del mundo? Vuelve, vuelve a mi Corazón Divino. Acércate al Patio de la Misericordia y pide perdón por tus pecados, para que pueda liberarte y limpiarte de tus pecados. No seas orgulloso ni desobediente. Sed humildes. Sed los que sepáis consolar a mi Corazón y al Corazón Inmaculado de mi Madre con vuestras oraciones, ofrendas y amor. Os doy mi paz, os doy mi amor. Llevad mi bendición a los necesitados. Llevad mi luz a los que caminan en la oscuridad. Lleva mis mensajes a los que están en el error y en el camino de la mentira. Haz algo por la salvación de las almas, pues un día te pediré cuentas de las gracias que te he dado y de las almas que has salvado con tu esfuerzo y tu amor.

Rezad, rezad y rezad, y el mundo se convertirá. Os bendigo, unidos a mi Santísima Madre: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.