miércoles, 25 de diciembre de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Aparición de los Tres Corazones Unidos en un Solo Amor

Era el día de Navidad, un miércoles, a las 9pm. Estaba rezando el rosario y, al terminarlo, tuve una visión muy hermosa de Nuestra Señora y San José con el Niño Jesús. Los tres aparecieron vestidos con túnicas de oro puro y atendiendo a una luz tenue.

Jesús y Nuestra Señora mostraron sus Sagrados Corazones y señalaron, indicando con sus manos, al Corazón de San José, que apareció rodeado de doce lirios blancos y, dentro de él, la Cruz de Cristo y la "M" de María (M), grabada en forma de heridas.

Los doce lirios blancos representan la pureza y santidad del Corazón de San José, que siempre fue puro, casto y vivió la santidad al máximo. También representan las doce tribus de Israel, de las cuales San José reina como Patriarca. La cruz y la "M" de María grabadas en el Corazón de San José, significan que San José amó e imitó a Jesús y María con todo su corazón y en profundidad, y están en forma de heridas, porque San José compartió en los sufrimientos de Jesús y María, con sus dolores, participando también en el ministerio de redención.

Rayos de luz salieron de los Corazones del Niño Jesús y la Virgen María, y fueron hacia el Corazón de San José. Estos rayos representan el amor uno y trino de los Sagrados Corazones de Jesús, María y José, así como la Santísima Trinidad es uno y trino en el amor.

Los rayos que también provienen de los Corazones de Jesús y María, y que se reflejan en el Corazón de San José, quieren mostrarnos que San José imitó a Jesús y María en todo y recibió todas las gracias y virtudes de sus Corazones más santos. Porque Jesús y María compartieron todo con él y no le negaron nada, en gratitud por los favores y servicios prestados a ambos. Y ahora, en retribución por tanta ayuda, Jesús y María, de manera extraordinaria, piden que junto a la devoción de sus dos Corazones, la devoción del Corazón del que tanto amaron en la tierra y que ahora aman eternamente en el cielo: San José, sea glorificado y colocado.

Los rayos que provienen del Corazón de San José son todas las gracias y virtudes, así como todo el amor puro y santo que él recibió de los Corazones de Jesús y María, y que ahora derrama sobre todos aquellos que invocan su ayuda y las gracias de su Corazón Más Casto.

Esta devoción trina de los Sagrados Corazones de Jesús, María y José, unidos en un solo amor, glorifica a la Santísima Trinidad, uno y trino, que derramó sus gracias, bendiciones y virtudes en profundidad en la Sagrada Familia de Nazaret.

Jesucristo, Nuestro Señor, y la Bienaventurada Virgen nos piden que pongamos esta devoción en práctica, para que el Divino Espíritu Santo pueda llevar a cabo el segundo Pentecostés lo antes posible, derramando sus gracias, su luz más pura, y el fuego de su amor sobre toda la humanidad pecadora, ya debilitada por el pecado, reviviéndola y dándole nueva vida: santificándola totalmente como la Sagrada Familia de Nazaret.

El Corazón Más Casto de San José viene a defender y proteger con su ayuda, la devoción a los Corazones unidos de Jesús y María, como los defendió de las persecuciones de sus enemigos cuando aún vivían en la tierra.

Y ahora, con la devoción a este Corazón puro y casto, el Señor pide la colaboración de San José, para que pueda salvar esta devoción a los Corazones de Jesús y María, destruyendo todas las trampas, persecuciones y ataques de Satanás y sus ángeles malignos contra ella, protegiéndola y defendiéndola y a toda la Santa Iglesia con las gracias y bendiciones que se derraman de su corazón, en estos últimos tiempos cuando se está librando esta gran lucha entre el bien y el mal.

¡Mi Glorioso San José: cuida de mi familia: hoy, mañana y por siempre jamás Amén!