viernes, 1 de noviembre de 1996

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber en Castanhal, PA, Brasil

Lo más importante es que todos vivan la Santa Misa en profundidad y con el corazón abierto. Vivan y amen la Santa Misa, porque quien la vive y la ama tiene la bendición de Dios y la desgracia nunca alcanzará su morada. La paz esté con ustedes, mis queridos hijos! Permanezcan con mi amor. Los amo eternamente, y me dirijo a ustedes con mi exhortación: Oren, oren, oren, y conviértanse. Los bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo Amén. ¡Nos vemos pronto!

Nuestra Señora me hizo entender que si vivimos la Santa Misa verdaderamente estaremos protegidos de todos los males y peligros. La Santa

Misa es el sacrificio de Jesús en la cruz. Es el poder del Amor destruyendo el poder del odio y el infierno. No hay nada más poderoso en la tierra que la Santa Misa y nunca lo habrá, pues en ella está Jesús, y Jesús es Dios, y al escuchar el Santo y Poderoso Nombre de Jesús, toda rodilla en el cielo, en la tierra y en los infiernos se doble.