martes, 30 de mayo de 1995

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

Reza, reza, reza. Solo a través de la oración puedes encontrar la paz.

Estábamos pasando por una gran prueba. Mi padre no ha regresado a casa y estamos muy preocupados. No sabemos dónde está. ¡Qué angustiados están nuestros corazones, el mío, el de mi madre y el de mis hermanos! Nuestra Señora no nos dijo qué pasó. Solo nos dio este mensaje. Sé que esta es una gran prueba, muy grande. Ofrecemos este gran dolor por la conversión de los pecadores, por el cumplimiento de los planes de Dios y por la salvación de las almas. ¡Cuánto cuestan las almas! Para salvarlas Dios nos pide grandes sufrimientos y sacrificios. Jesús Él mismo sufrió mucho por nosotros. Yo y mi familia ofrecemos nuestro dolor en unión con los méritos de Jesús por la salvación del mundo.