miércoles, 12 de julio de 1995

Mensaje Mensual a Todas las Naciones – Condado de Lorain, Ohio

Mensaje de Nuestra Señora de Guadalupe dado a la Visionaria Maureen Sweeney-Kyle en North Ridgeville, EE. UU.

La Santísima Madre está de pie frente al Sol. Ella viene como Nuestra Señora de Guadalupe. Ella dice: "Vengo a dar honor y alabanza a Jesús, Mi Hijo. Mi pequeña hija, mensajera de confianza, Mis pequeños hijos, vean que bajo este título Soy Reina del Cosmos, pues incluso las estrellas del cielo descansan sobre Mi manto. De esta manera, invito a toda la humanidad a ver que los cielos obedecen a Aquel que Me envía. Vengo solo para guiar a las almas hacia la felicidad eterna. Dejen que el Amor Santo trace el rumbo de todas las almas, pues de esta manera se restaura la armonía en el universo." La Santísima Madre ahora pide que la gente sostenga los artículos para que sean bendecidos. "Una vez más, los invito a ver que lo que está presente en los corazones decide el futuro del mundo. Si los corazones no se reconcilian con Dios, la paz y la armonía de todo el cosmos se destruyen. Así es, toda purificación procede del error en los corazones. Hagan esto conocido."

"La Iglesia de Mi Hijo experimentará una purificación antes de que una vez más se una en la fe y la tradición. La facción se opondrá a la facción. Los fieles verdaderos serán dispersados y perseguidos. La reverencia por Mi Hijo en la Eucaristía disminuirá aún más de lo que ha sido, y se volverá controvertida. En todo esto, entiendan que Soy su Protectora, Refugio y Esperanza. Vengo a guiarlos fuera de la oscuridad, hacia la luz, y hacia la Nueva Jerusalén. A través de todo esto, la Iglesia no sucumbirá. Cuando Mi Inmaculado Corazón proclame el triunfo, también lo hará el Corazón Eucarístico de Mi Hijo."

"Mis queridos hijos, deseo compartir la eternidad con ustedes. Deseo que se reconcilien con Dios. Vengo a mostrarles el camino a través del Amor Santo. No es por Mi bienestar, queridos hijos, que los llamo a este camino, sino por el suyo."

"Su país cree erróneamente que, porque comparte con las naciones empobrecidas gran parte de sus excedentes, está cerrando el abismo entre Dios y el hombre, al mismo tiempo, están sacrificando vidas en el altar del aborto. Uno no compensa al otro."

"Queridos hijos, es por sus esfuerzos, sus oraciones, sus sacrificios y amor que los Corazones cambiarán. Esta noche los estoy bendiciendo con Mi Bendición de Amor Santo."