Mensajes al Refugio Sagrada Familia, EEUU
martes, 17 de diciembre de 2013
Ven Santísima Trinidad. María, la Santísima Madre

Amor mío, hermosa Mía, os amo entrañablemente a todos. Todos sois Nuestros hijos queridos. El tiempo seguirá haciéndose mucho más difícil para todos Mis hijos Estamos empezando a quitarles cosas a todos Nuestros hijos de la manera que os hemos dicho. Esta es la única manera de empezar a salvar a Nuestros hijos obstinados. Muchas pequeñas cosas empezarán a desaparecer en América y entonces seréis despojados de todo lo que la mayoría de la gente cree que necesita para vivir. Entonces Mis hijos empezarán a ver lo poco que necesitan para vivir en un mundo que se ha vuelto tan impío para el verdadero Dios. Mi pueblo necesita aprender que debe trabajar para comer si es capaz. El gobierno no debe tener nada que ver con la vida de Mi pueblo. Debería provenir de los buenos vecinos que comparten su amor y sus bienes entre sí. Mis hijos de América se han vuelto tan perezosos que no pueden ver nada de Dios, salvo muy poco -el 10% como mucho-. Han dejado de confiar en Dios y ya no siguen los Mandamientos. Ahora nos ocuparemos de todo esto. Vuestro Dios está muy enfadado con América. Ha llegado el momento como he dicho a muchos de Mis profetas en los últimos años. Mi Hijo ha dicho, está aquí y ahora, y Está Aquí y Ahora. Mi Hijo quiere hablar.
Hijos os he dicho que todos fuisteis concebidos en Mi Padre del Cielo desde el principio de los tiempos, cuando todo fue diseñado. Fuisteis puestos en el vientre de la madre que Yo elegí para vosotros en el momento en que Yo os quise en la Tierra. Se os dieron los dones y talentos que eran necesarios en el momento en que fuisteis puestos en la tierra para marcar la diferencia en el mundo y ayudar a que la tierra se convirtiera en un lugar mejor para vivir. Pero muchos de Mis hijos fueron abortados porque satanás convenció a Mis hijos de que era lo correcto. Hijos Míos, por favor, volved al Padre ahora que aún queda tiempo para arrepentirse antes de que mueran miles en América. Por favor, confesadme vuestros pecados a Mí, el Dios que os hizo, y Yo os perdonaré con todo Mi corazón y todo Mi amor antes de Navidad, y arrepentíos de vuestros pecados. Soy un Dios amoroso, pero también soy un Dios justo. Cuanto más amor sientes por tus hijos, más odio sientes por el pecado. La justicia de tu Dios es tan extrema como tu amor. Así que, por favor, arrepiéntete hoy mismo y pídeme perdón, y Yo, tu Dios, te perdonaré al instante, porque Mi amor es muy grande y no quiero perder ni a uno solo de Mis hijos por los pecados del mundo.
El Amor, la Trinidad y la Sagrada Familia.
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