Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia
lunes, 19 de abril de 2010
Mi Espíritu ya estoy apartando de las Naciones Impías!

Hijos míos, ovejas de mi rebaño, que mi paz esté con vosotros y mi salvación sea vuestra caminata diaria. Hijos míos, no me dejéis solo; venid y acompañadme; estoy presa de soledad y tristeza; recordad que el espíritu está listo pero la carne es débil; orad y orad, porque la hora está cerca. Lloros y rechinar de dientes asolarán a la inmensa mayoría de la humanidad; ovejas mías, tibios de corazón, no quieren escucharme y se encaminan al exilio; estoy llamando a sus puertas pero se niegan a abrírmelas; el valle de la muerte aguarda a tantos que hoy se niegan a escuchar la llamada que estoy haciendo a la conversión.
Las Naciones me dan la espalda y no quieren convertirse; ya estoy apartando de muchas de ellas; pobres Naciones; cuando despierten de su letargo espiritual será demasiado tarde para ellas. La tribulación traerá cada vez más tragedia y desolación; os digo que los hombres serán más escasos que el oro de Ofir; mi jinete apocalíptico ya está cabalgando, la hora de mi Justicia ha comenzado; mi Espíritu estoy apartando de las Naciones Impías. ¿Qué será de vosotros Naciones Impías, solo el caos, la desolación y la muerte serán vuestra compañía.
Hijos míos: mi Espíritu estoy comenzando a separar para el inicio de todo lo escrito sobre el Juicio de las Naciones; leed todo el capítulo de Daniel 12, porque el sello está a punto de ser levantado; entonces sabréis que por un tiempo ya no estaré entre vosotros; Pero a vosotros ovejas de mi rebaño, os digo, no temáis, mi Madre y mis Ángeles os acompañarán; estad alerta y vigilantes; orad en todo momento para que no caigáis en tentación; mirad dónde camináis y con quién tratáis; porque en verdad os digo, que la tribulación será tan grande como jamás se ha visto entre los hijos de Adán. De nuevo os digo, sed muy cautelosos y sabios en lo que decís, porque el hermano traicionará a su hermano1 el padre al hijo y la madre la cría de su vientre; y ¡ay de vosotros los que estéis en una cinta en aquellos días, porque tan grande será la tribulación que nadie os escuchará; habrá dos, uno será llevado y uno permanecerá; apresuraos porque la hora está cerca; mantened vuestras lámparas encendidas día y noche para que nada y nadie os tome por sorpresa.
Hijos míos; alimentaos tanto como podáis de mi Cuerpo y mi Sangre; porque el día está llegando en que mi culto diario será profanado (Daniel 12, 11); donde está el cadáver, allí se reunirán los buitres; permaneced, pues, hijos míos, atentos y vigilantes a las señales de estos tiempos; leed mi palabra y meditad en ella en vuestro corazón para que podáis permanecer en mi verdad y no os perdáis; porque en verdad os digo, habrá muchos que se perderán; incluso muchos de mis elegidos. Caminad, pues, pueblo mío, en comunión con mi Espíritu, porque los días están cerca; días en que sentiréis hambre y sed de alimento espiritual y no lo encontraréis; venid entonces a visitarme porque estoy a punto de partir; no me dejéis solo; mi Corazón Amado está sangrando de dolor por vuestra ingratitud y olvido.
Soy vuestro Padre, Jesús Sacramento, el Amado que no es Amado.
Haced conocer mis mensajes y difundidlos, ovejas de mi rebaño; distribuid muchas copias de este mensaje.
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