Mensajes de diversas orígenes

 

jueves, 17 de julio de 2025

Si supierais lo hermoso que es cuando os cuidáis los unos a los otros y decís: «¡Correré por el otro!»

Mensaje de la Inmaculada Madre María y de Nuestro Señor Jesucristo a Angélica en Vicenza, Italia, el 13 de julio de 2025

 

Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Auxiliadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, también esta tarde Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.

Hijos, pueblos todos, este tiempo en la tierra es un tiempo doloroso, este dolor podría dividiros y distanciaros aún más. Sed fuertes, tened fe en vuestro Señor Jesucristo, permaneced unidos, cuidaos los unos a los otros y no os alejéis. Si un hermano o hermana está en dificultades, de cualquier tipo, cuidad de él como cuidaríais de vosotros mismos. Desterrad el egoísmo, desterrad la arrogancia y quitad de vuestra boca el «yo, yo, yo»; poned siempre a los demás en primer lugar y después a vosotros mismos. Esto es lo que agrada a Dios.

Hijos, una vez os cuidasteis los unos a los otros, pero luego todo esto se acabó gradualmente, y fuisteis incapaces de sentir la pérdida y la tristeza de todo ello. Si supierais lo hermoso que es cuando os cuidáis unos a otros y decís: «¡Correré por el otro!». Cuando hacéis esto, Dios Padre se levanta de Su trono y lanza un fuerte grito en el universo. Es la alegría que siente en Su Corazón por lo que hacen Sus hijos en la Tierra.

¿Podrás volver a ser como eras antes? Yo estoy aquí para ayudaros, vuestro Señor Jesucristo os ayudará, pero no os contengáis, dejadle entrar en vuestros corazones para que Él pueda barrer lo que el maligno ha colocado allí.

Vamos, hijos Míos, sois hermosos y llegaréis a ser aún más hermosos y seréis dignos de ser hijos del Padre.

Alabanza al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Os doy Mi Santa Bendición y os doy las gracias por escucharme.

¡Rezad, Rezad, Rezad!

Jesús apareció y dijo

Hermana, es Jesús quien te habla: ¡Yo Te Bendigo En Mi Trinidad, Que Es El Padre, Yo El Hijo Y El Espiritu Santo! Amén.

Que descienda abundante, luminoso, contagioso y santificador sobre todos los pueblos de la tierra, para que comprendan que deben consagrarse para que la tierra y todos los pueblos sean mejores.

Hijos, ¡es vuestro Señor Jesucristo quien os habla, Quien os ama y Quien os ha redimido!

Sí, luchad por cambiar la tierra, luchad por la unidad entre vosotros, hermanos y hermanas, no descuidéis lo que tenéis, lo que tenéis es un gran don de Dios Padre Celestial. Cuidadlo y, en este tiempo, rezad al Espíritu Santo para que ponga fin a los conflictos que destruyen la creación del Padre.

Como veis, hijos, nada será posible si no estáis todos unidos. Unidos, podréis cambiar las cosas; si estáis separados, sólo estaréis en profunda soledad. Cuando estéis unidos, os ocurra lo que os ocurra, ninguno de vosotros estará nunca solo, porque habéis consagrado vuestra unión en el Nombre de Dios.

Daos prisa, ¡el tiempo pasa!

¡Os bendigo en Mi Trinidad, que es el Padre, Yo el Hijo y el Espíritu Santo! Amén.

La Virgen Estaba Vestida De Verde Agua, Llevaba En La Cabeza Una Corona De Doce Estrellas, En La Mano Derecha Tenía Dos Manos Entrelazadas Y Debajo De Sus Pies Estaban Sus Hijos Sentados Alrededor De Un Fuego En Forma De Corazón.

Había Ángeles, Arcángeles y Santos Presentes.

Jesús Apareció Vestido De Jesús Misericordioso. En cuanto apareció, nos hizo recitar el Padre Nuestro. Llevaba una Tiara En La Cabeza Y La Llave De San Pedro En La Mano Derecha. Bajo Sus Pies Había Humo Negro.

Había Ángeles, Arcángeles Y Santos Presentes.

Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com

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