lunes, 2 de junio de 2025

¡Dedicaos a Poner Fin a Estos Conflictos!

Mensaje de la Inmaculada Madre María y de Nuestro Señor Jesucristo a Angélica en Vicenza, Italia, el 1 de junio de 2025

Queridos hijos, la Inmaculada Madre María, Madre de todos los Pueblos, Madre de Dios, Madre de la Iglesia, Reina de los Ángeles, Auxiliadora de los Pecadores y Madre Misericordiosa de todos los hijos de la tierra, mirad, hijos, también esta tarde Ella viene a vosotros para amaros y bendeciros.

Hijos, permaneced junto a esta Madre. Repito: «¡Me duele el Corazón!».

Me dirijo a aquellos que llevan el amor de Dios en sus corazones: «¡Gastaos para poner fin a estos conflictos!». Decid, niños «Por todos estos niños que están muriendo, ¿qué sentís en vuestros corazones?».

Cualquiera que sienta un poco de dolor en su corazón y tenga poder debe dedicarse a poner fin a estos conflictos. No hay buenas intenciones, aunque alguien, supuestamente poderoso, lo intente, pero repito: «¡No hay intención de poner fin a estos belicistas, temo que amplíen el conflicto!»

¡Rezad, hijos, rezad para que todo se detenga! Son tiempos malos para la Tierra, no os acostumbréis a este dolor, rebelaos contra las guerras; los que callan son tan culpables como los belicistas, los que olvidan no pueden tener a Dios en su corazón.

Tenéis los medios de comunicación de masas que no os ahorran nada, mirad todo el horror que hay: si los niños, las mujeres y los ancianos no mueren bajo las bombas, morirán de hambre.

Me detendré aquí, ¡el dolor me abruma y me impide hablar!

Alabanza al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo

Os doy Mi Santa Bendición y os doy las gracias por escucharme.

¡Rezad, Rezad, Rezad!

Jesús apareció y dijo

Hermana, es Jesús quien te habla: ¡Yo Te Bendigo En Mi Trinidad, Que Es El Padre, Yo El Hijo Y El Espiritu Santo! Amén.

Que descienda cálido, abundante, tembloroso y dulce sobre todos los pueblos de la tierra para que todos se conviertan en portadores de paz y de bondad.

Hijos, es vuestro Señor Jesucristo quien os habla, quien os redimió, quien os dio la vida eterna. He venido de nuevo a deciros «Dejad vuestros sofás, salid a las calles y a las plazas y gritad: ¡No Al Conflicto! Todos Los Pueblos De La Tierra, En Cada Plaza, Alzad Vuestras Voces En Un Grito Por La Paz!».

Como veis, hijos, si no se pone fin a estos conflictos, este tiempo será aún más duro. Como ya ha dicho la Santa Madre, los conflictos pueden extenderse, y cuando se desencadena una espiral de guerra, no puede detenerse. Resurgen viejos rencores que se han enterrado pero que no están realmente enterrados, y entonces los conflictos continúan.

Gastaos lo que os he dicho, gritad «¡No a la Guerra, Sí al Amor!».

¡Os bendigo en Mi Trinidad, que es el Padre, Yo el Hijo y el Espíritu Santo! Amén.

La Virgen Estaba Vestida Toda De Gris Oscuro, No Llevaba La Corona De Doce Estrellas En La Cabeza Y Había Humo Negro Bajo Sus Pies.

Había Ángeles, Arcángeles y Santos Presentes.

Jesús Vestía Una Túnica Azul Celeste. En cuanto apareció, nos hizo recitar el Padre Nuestro. En Su Mano Derecha Llevaba Un Báculo De Madera Y Bajo Sus Pies Había Trincheras.

Estaban Presentes Ángeles, Arcángeles Y Santos.

Origen: ➥ www.MadonnaDellaRoccia.com