lunes, 21 de octubre de 2024

¡Actúa!

- Mensaje nº 1455 -

Mensaje del 16 de octubre de 2024

Juan: Hija mía. No traigo buenas noticias.

Di a los niños que deben estar preparados. ¡Los que sigan durmiendo tendrán un cruel despertar! Díselo a los niños, porque ya es hora.

María Magdalena: Hija mía. Los niños no están cambiando, ¡pero todos podéis ver lo que está ocurriendo!

Juan - ¡Y sólo veis una fracción de lo que realmente se está desatando!

Jesús: Ten valor, reza y encuéntrame. Un alma que está Conmigo, su Jesús, no se perderá.

Juan: ¡Despertad, amados hijos, despertad! ¡Vuestros países están inundados de lo que el demonio ha planeado para conseguir sus objetivos!

María Magdalena: ¡Despertad, amados hijos, despertad! ¡ Yo , vuestra María Magdalena, veo con preocupación (a) cómo os precipitáis ingenuamente en vuestra ruina!

Jesús: No confiéis en el maligno, en los que han pactado con el demonio y sus secuaces, sino ¡abrid los ojos, la mente y actuad!

Juan - ¡La intriga es grande , hijos míos, es tan grande, que se están aplicando leyes insidiosas y astutas para un nuevo orden mundial que nadie ha votado!

María Magdalena: ¡Estad en guardia , amados hijos, que lo estáis! ¡Estad en guardia!

El maligno está marchando a pasos agigantados hacia su gobierno mundial único y su religión mundial única, y vosotros no le detenéis porque no prestáis atención, porque sois perezosos y tibios, porque preferís la comodidad, porque renunciáis a vuestra libertad de elección ( Nota: sin hacer nada), ( B) porque confiáis ciegamente, porque queréis permanecer atrapados en vuestro bienestar mundano - ¡la lista es larga y fea, hijos míos, está llena de excusas y distracciones, y vivís en una burbuja irreal que vosotros mismos habéis creado, que estallará en muy poco tiempo!

Juan: ¡Hijos, hijos, estad prevenidos, pues María Magdalena dice la palabra verdadera! ¡Estamos muy preocupados por vosotros!

El Padre, Dios, el Altísimo, hace tanto por vosotros, pero permanecéis cómodos y tibios y no escucháis Su palabra.

¡Mirad dónde estáis y ved lo que ocurre en vuestro mundo!

Jesús: Os lo hemos advertido, amados hijos que sois, pero preferís precipitaros a vuestra perdición antes que escuchar Nuestra Palabra y prepararos.

¡Yo, vuestro Jesús, estoy muy preocupado por vosotros!

Debéis tomar el camino hacia Mí, darme vuestro Sí, para que Yo pueda ayudaros y salvaros.

¡Mi Espíritu Santo os mantendrá en la claridad y la concederá a aquellos que empiecen a rezar y a suplicarle!

Quien no pida el Espíritu Santo no verá con claridad, y su alma pronto se perderá.

Madre de Dios: Amados hijos, arrepentíos. Yo, vuestra Madre del Cielo, os pido que lo hagáis. Amén.

Vuestro y vuestro Jesús, Juan y María Magdalena. Amén.