miércoles, 15 de diciembre de 2021

¡No aceptes nada de las ofertas satánicas!

- Mensaje nº 1331 -

Hija mía. No caigas en las mentiras de hoy, porque no son verdad. Todo es una gran farsa, y debes permanecer fuerte y firme.

Se acercan tiempos difíciles, ¡pero los santos ángeles de Mi Padre son enviados a ti para que el pueblo de Dios no se pierda y pueda y pueda caminar fuerte y firme a través de estos últimos tiempos!

Hija mía. Muchos ya se han extraviado, pero aún tienen la oportunidad de encontrar el camino de vuelta al verdadero camino hacia Mí, hacia su Jesús. Están cegados por las mentiras de los medios de comunicación, las mentiras de vuestros políticos, de la profesión médica y de los paramédicos, y muchos niños creyentes corren tras el Falso Profeta. Si no se arrepienten, se perderán, y Yo, su Jesús, no podré hacer nada por ellos. Causa mucho sufrimiento a Mi Sagrado Corazón, pero han sido engañados y no Me siguen a Mí, sino (al) hombre.

Hijos, despertad, porque si no Me seguís a Mí, seguiréis al equivocado y os perderéis ante aquel que envía a su Hijo, y (que) ¡será celebrado como el que no es!

Tened valor , hijos míos, ¡tened valor! Los que se unen a la celebración de las «falsas» masas ¡están adorando a la bestia!

¡ Manteneos fuertes , hijos míos, manteneos fuertes y firmes! ¡Quien lleve la marca de la bestia estará perdido para la bestia!

Manteneos firmes, hijos míos, manteneos firmes y firmes en la fe, entonces la bestia no obtendrá poder sobre vosotros.

El que viene no soy Yo, pero será celebrado y adorado como Yo. El que (ya) está aquí no ha sido enviado por Mi Padre.

Así que aprended a discernir y confiad sólo en Mí, en vuestro Jesús que tanto os ama y sufre por vosotros, porque cuando Yo venga, no habitaré entre vosotros por segunda vez.

Aprended a discernir y preparaos. Mi advertencia está cerca, como lo está el fin, así que estad preparados, porque vendré a vencer, y ese momento no está lejos.

Pero manteneos alerta , porque antes de que Yo venga, vendrá el Anticristo , y lo tomaréis por Mí si no estáis preparados , hijos Míos.

Estad advertidos , porque quien caiga por el Anticristo estará perdido . Amén.

Son tiempos confusos, pero quien esté plenamente establecido en Mí, en su Jesús, sabrá discernir. Amén.

Os quiero mucho. Estad preparados, hijos Míos, estad preparados.

Rezad siempre al Espíritu Santo para que os guarde de la confusión y del extravío , y pedidle claridad y el don del discernimiento.

¡Vuestra oración es importante! Vuestra oración es preciosa, y vuestra oración es el arma en estos tiempos difíciles. Amén.

Venid a Mí, Mis amados hijos, venid a Mí, a vuestro Jesús, porque os estoy esperando. No corráis detrás de los que huyen, sino estad completamente Conmigo. En Mí encontraréis la fuerza y la perseverancia que necesitáis para este tiempo y para el tiempo venidero. A quien confía en Mí, Yo le ayudo. Cuido del que se entrega completamente a Mí.

Pero no os olvidéis nunca de rezar , hijos Míos, porque vuestra oración ¡Es importante! Con vuestras oraciones evitáis tantos males y atrocidades. Vuestras oraciones Son los escollos que hacen tan difícil al demonio y a su élite llevar a cabo sus crueles planes.

Así que rezad, hijos míos, rezad, porque vuestra oración es el poder, la fuerza y el escudo contra todo mal.

¡Si os dierais cuenta de lo preciosa , poderosa y milagrosa que es la oración!

Rezad, hijos míos, rezad, porque sin vuestra oración os sobrevendrán días muy difíciles.

Vuestra oración frena y disuade tanto del mal planeado, ¡si pudierais verlo, no dejaríais de rezar, amados hijos que sois!

Así que usad la oración, pues el Padre interviene cuando oráis y suplicáis , y Él mitiga, amados hijos, Él mitiga, y a quien permanezca completamente oculto en Mí, Él le protegerá y guiará a través de este tiempo.

Así que rezad, creed y confiad, y no aceptéis nada de las ofertas satánicas. ¡Perecerás si las aceptas! Así que manteneos firmes y orad, hijos Míos.

Os quiero mucho.

Vuestro Jesús con Dios Padre, los santos y las santas huestes angélicas aquí reunidas, y con María, Mi Santísima Madre, que también es vuestra Madre. Amén.