sábado, 26 de julio de 2014

¡Que tu oración nunca llegue a su fin!

- Mensaje nº 631 -

Hija mía. Mi querido hijo. Aquí estás. Hoy, por favor, di a Nuestros hijos lo siguiente: Todos debéis convertiros a Mi Hijo para no perecer y perderos, pues sólo a través de Él, el Hijo del Padre Todopoderoso, entraréis en la gloria del Señor, ¡pero todos los demás serán «destruidos», engañados, seducidos y robados por el demonio, para luego pasar su eternidad en la conflagración del mal!

Hijos míos. Los acontecimientos de vuestro mundo empeoran cada día. Se cometen los actos más horribles, ¡y nada es sagrado para los adoradores de Satanás! Todo lo que destruyen, lo profanan, y los mayores sufrimientos los infligen a sus semejantes. El Cielo mira con tristeza vuestra tierra, pero, Mis hijos tan amados, el Padre ve el ejército remanente tan numeroso de vosotros, que, siendo fieles a Jesús, le defendéis, le dais vuestro amor y dais vuestra vida por la fe en Él, ¡vuestro Santo Salvador!

Hijos míos. Sois vosotros los que mantenéis la misericordia del Señor, ¡y gracias a vosotros se aleja mucho mal! Muchos hijos a los que Mi Hijo llega incluso hoy, a través de todas vuestras oraciones, vuestros sacrificios, vuestro amor por Él, los atrae hacia Sí, ¡para llevarlos también, cuando haya llegado el gran día, a Su Nuevo Reino!

Hijos míos. ¡Resistid! ¡Manteneos firmes! Y estad siempre con Jesús. La 3ª Guerra Mundial va a ser provocada, por tanto, Mis tan amados hijos, ¡orad, orad, orad! ¡No dejéis de rezar y rezad durante todas las noches! Llama a tu ángel de la guarda y pídele que rece contigo, tu alma. ¡Sólo a través de la oración incesante podréis contener/detener lo peor! Por tanto, ¡no rompas nunca la cadena de oración que recorre el mundo entero, porque a través de ella lograrás que prevalezca el bien!

Hijos míos. Creed y confiad. Mi Hijo está preparado, y cuando parezca que vosotros, el mundo, estáis «condenados», ¡Él vendrá y vencerá! Las huestes celestiales están preparadas, ¡y lucharán y vencerán!

Rezad, hijos míos, rezad y ¡nunca os dejéis provocar! Vosotros sois la alegría y el consuelo del Señor en estos días del fin. Creed y confiad y nunca dejéis que vuestra oración llegue a su fin . Amén.

Te amo, tu Santa Madre del cielo.

Madre de todos los hijos de Dios y Madre de la salvación. Amén.

--- " Invoca a tus santos. Todos Nosotros estamos dispuestos para ti e intercedemos ante el Señor. Con amor. Tu Santa Ana con San Joaquín. Amén".