sábado, 30 de septiembre de 2017

Sábado, 30 De Septiembre De 2017

Sábado 30 de septiembre de 2017: (San Jerónimo)

Jesús dijo «Pueblo mío, esta barca de San Pedro representa a la Iglesia en cómo Yo la he protegido a lo largo de los siglos. Veréis a Mi Iglesia viajar por aguas turbulentas. Hoy, esta barca representa a Mi remanente fiel que será protegido de los malvados, cuando veáis una división de una Iglesia cismática. Esta división venidera en Mi Iglesia separará a los tibios que se irán con la iglesia cismática que enseñará la Nueva Era, y que los pecados sexuales ya no son pecados mortales. Esta iglesia cismática descartará muchas tradiciones, e incluso podría engañar a algunos de Mis elegidos con sus muchas herejías y negaciones de Mi Divinidad. Sigue a Mi remanente fiel que seguirá las enseñanzas de Mis apóstoles. Mi iglesia remanente seguirá la verdadera fe descrita en el Catecismo de la Iglesia Católica. Puede que con el tiempo tengáis que abandonar las falsas iglesias por vuestras Misas en casa y grupos de oración. Más tarde, vendréis a Mis refugios durante la tribulación. Estaré contigo en la Santa Comunión diaria de un sacerdote fiel o de Mis ángeles. Me adoraréis en Adoración perpetua en Mis refugios. Confiad en Mi protección, tanto para vuestros cuerpos como para vuestras almas, hasta que Yo os lleve a Mi Era de Paz, y más tarde al cielo.»

(Misa de las 16:00) Jesús dijo: «Pueblo mío, en el Evangelio el padre dio la misma orden a los dos hijos para que salieran al campo a trabajar. Un hijo eligió seguir la orden de su padre, pero el otro hijo no salió. Todos tenéis la misma oportunidad de seguir Mis Mandamientos, pero es vuestra obediencia la que os pondrá en el camino correcto hacia el cielo. A veces podéis flaquear en vuestros pecados, pero Yo os perdonaré, si buscáis Mi perdón. Intenta aprender de tus errores, para no repetir tus ofensas. Ten más voluntad de obedecer Mis leyes desde el principio, y no mientas sobre tus malas intenciones, porque Yo puedo leer las intenciones de tu corazón en todas tus acciones. También debes dar un buen ejemplo a los demás, para que vean que eres sincero en llevar una buena vida cristiana. Luchando por hacer lo correcto, Mi Padre te recompensará en el cielo».