viernes, 24 de marzo de 2017

Viernes, 24 De Marzo De 2017

Viernes, 24 de marzo de 2017

Jesús dijo «Pueblo mío, hubo muchos momentos oscuros o difíciles en Mi vida. Recordáis Mi Agonía en el Huerto, cuando tuve que seguir la Voluntad de Dios Padre, pero los ángeles Me ayudaron. En el camino del Calvario, tuve que llevar la pesada cruz de los pecados del mundo, pero Simón Me ayudó. Estaba en la cruz y las tinieblas se apoderaron del mundo. Me sentí solo y abandonado, pero Mi Santísima Madre y San Juan estaban al pie de Mi cruz. Menciono estos tiempos difíciles, porque Mi pueblo también pasa por tiempos difíciles en su vida. La visión te muestra Mi Luz y Mi gracia que siempre están disponibles para ayudarte a llevar tu cruz. Sólo invócame a Mí y a Mi Santísima Madre, y te ayudaremos en tus necesidades con nuestra ayuda y la de Mis ángeles. No temas, sino ten total confianza y fe en nuestra ayuda. Te amamos mucho y conocemos tus necesidades. Siempre puedes acudir a Mi Sagrario para tu discernimiento en cualquiera de los problemas de la vida. Escucha Mi Palabra en silencio y tocaré tu corazón para lo que necesites».

(Misa de las 16:15) Jesús dijo: «Pueblo mío, quiero que recéis por Mis hijos sacerdotes, obispos, cardenales y el Papa. Está disminuyendo el número de sacerdotes, pero necesitáis un terreno fértil para las vocaciones sacerdotales. Las parroquias que tienen grupos de oración y lugares de Adoración a Mi Santísimo Sacramento, tendrán muchas vocaciones. Mi pueblo necesita rezar por las vocaciones al sacerdocio, y alimentar a vuestros seminaristas para que puedan entrar en el sacerdocio. Necesitáis a Mis sacerdotes porque Yo actúo a través de ellos en el confesionario y en sus consejos a las parejas para el matrimonio. Podéis recordar a lo largo de los años todas vuestras Misas, Confesiones, Primeras Comuniones y Bautismos de vuestros hijos, y a vuestro obispo compartiendo la Confirmación. Sin los sacerdotes, vuestras parroquias morirían, así que tenéis que animar y rezar por vuestro párroco. Los sacerdotes y los seminaristas están bajo el ataque constante del diablo y de los demonios. Por eso necesitan vuestras oraciones, y necesitan llevar Mis armas de cruces, las santas medallas, las cruces benedictinas, la sal bendita y el escapulario de Mi Santísima Madre. Los rosarios y el breviario son las armas de protección de un sacerdote. Cada sacerdote es un regalo para ti, por lo que necesitas apoyarlos en su ministerio, y rezarme para que envíe a Mis ángeles a protegerlos. Amo a Mis sacerdotes porque han dedicado sus vidas a Mí, y están llamados a evangelizar a las almas, e incluso a rezar oraciones de liberación sobre las almas afligidas por demonios. Alabadme y dadme gracias por todos los sacerdotes, especialmente por los sacerdotes que os dan vuestras Misas diarias».