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Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil

miércoles, 7 de diciembre de 2022

Aparición y Mensaje de Nuestra Señora

Soy la Reina y Mensajera de la Paz, Soy la que viene del Cielo para dar paz a vuestros corazones

Jacareí, 7 de Diciembre de 2022

Aniversario Mensual De Las Apariciones De Jacareí

Víspera De La Fiesta De La Inmaculada Concepción

Mensaje De Nuestra Señora Reina Y Mensajera De Paz

En Las Apariciones De Jacareí Sp Brasil

Al Vidente Marcos Tadeu

(María Santísima): «Hijos míos, hoy, al celebrar un mes más de Mi presencia aquí con todo el Cielo, vengo de nuevo a deciros a todos:

Yo soy la Reina y Mensajera de la Paz, Yo soy la que viene del Cielo para dar paz a vuestros corazones.

Abridme vuestros corazones y Yo os daré la paz que el mundo no puede dar. Y si recibís esta paz, vosotros mismos os convertiréis en fuentes de paz para poder derramar esta paz sobre el mundo entero e inundar todas las almas, todas las naciones con esta paz.

Yo también soy vuestra Madre Dolorosa, sufro por lo que os espera en el futuro. Por eso os digo: Convertíos sin demora, los tiempos se oscurecerán aún más, pero cuando parezca que ya no habrá más, que ya no hay luz, allí estaré Yo al lado de Mis hijos, y al fin triunfará Mi Corazón Inmaculado.

La guerra, la batalla entre el bien y el mal parecerá muy larga a los elegidos, a los escogidos. Y muchos podrán incluso desanimarse y cansarse.

Para que esto no suceda, es necesario crear en sus corazones la verdadera llama de amor hacia Mí, que nace del amor puro, del deseo puro de amarme y servirme.

Que nace del desprecio total hacia vosotros mismos y hacia el mundo.

Que nace de la renuncia a vuestro propio yo, a vuestro propio querer cada día más para que podáis vivir en el amor de Dios, vivir en Mi amor, en Mi gracia y según los deseos de Mi Corazón Inmaculado.

Mi llama de amor sólo puede crecer en el corazón que verdaderamente se esfuerza cada día por amarme más, por darme más amor y más obras de amor.

Por eso, hijitos, volved vuestros corazones hacia Mi llama de amor, para que entonces soportéis todas las pruebas, sobre todo, para que no os desaniméis cuando veáis caer a muchos, sino que os mantengáis firmes en el camino que Yo os he mostrado y que os conduce al Cielo.

Yo soy vuestra Madre Inmaculada, debéis seguirme por el camino de la santidad, de la perfección, del amor a Dios. Para que entonces, tú también llegues a ser inmaculada a los ojos del Padre, de Mi Hijo y del Espíritu Santo. Y entonces, Mi espíritu, es decir, Mi corazón, Mi manera de amar a Dios, de glorificar a Dios, de glorificar a Dios y de servirle también se reproducirá en vosotros, también estará en vosotros. Y entonces, en ti y a través de ti, la Santísima Trinidad será completamente glorificada.

Sigue rezando Mi Rosario cada día, a través de él te haré inmaculada como lo es la Madre Inmaculada del Cielo.

Acojo en Mi Corazón con gran amor esta Novena que Me habéis ofrecido, y me llevo ahora al Cielo místicamente todas las flores que Me habéis dado.

Un día os las devolveré en forma de hermosas coronas que colocaré sobre vuestras cabezas en el Cielo.

Mi hijito Marcos, mañana vendré con Mi hijo Jesús de nuevo, para bendecir al mundo y a todos los que están aquí. También mañana daré el mensaje a Mi amado hijo Carlos Tadeu.

Alégrate hijo Mío, porque ya en 1994 tenías tantos méritos que pudiste y lograste de Mi hijo Jesús y del Padre Eterno la gran señal de la cruz en el Cielo, y también el milagro de la llama de la vela* que no te quemó la mano.

Sí, esos signos mostraron al mundo entero la verdad de Mis Apariciones aquí, y también cuánto te amaba Mi Corazón y el Corazón de Mi Hijo Jesús.

Sí, eres nuestro elegido, eres nuestro amado, y tus méritos hijo Mío pudieron conseguir lo que Mi hijo Jesús negó a los seres humanos de su tiempo.

Sí, esta generación ha recibido este gran don, este gran tesoro, pero no saben reconocerlo, no saben amarlo, no saben qué hacer con él.

Porque no rezan, porque no tienen amor, carecen de la sabiduría necesaria. Pero ánimo, ánimo, porque cosas aún mayores tendréis, las obtendréis por vuestros méritos.

Seguid trabajando para Mí incansablemente y haciendo Mi voluntad sin cesar.

Ahora os bendigo con amor: desde Lourdes, desde Pontmain y desde Jacareí.

Os bendigo a todos con gran amor».

♥ ♥ ♥