domingo, 13 de febrero de 2022

Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz comunicado al vidente Marcos Tadeu Teixeira

Así Pues, Soldados Míos, ¡Luchad!

¡Yo soy la Inmaculada Concepción! Con este nombre Me revelé a Mi hijita Bernadette en la gruta de Massabielle, en Lourdes, confirmando el Dogma, la verdad total de la fe, de que estuve exenta de toda mancha de pecado original desde el primer instante de Mi existencia.

Soy la «Mujer vestida de Sol», sin pecado concebida, temible como un ejército en orden de batalla, que apareció en Lourdes para formar allí Mi poderoso ejército con el que conseguiré Mi completa victoria sobre Satanás y el Triunfo de Mi Corazón Inmaculado.

Mi ejército está formado por todos los Ángeles y Santos del Cielo. Por todas las Santas Almas del Purgatorio que oran e interceden sin cesar por Mis hijos que están en la Tierra. También está formado por los justos que viven en este mundo, por Mis verdaderos hijos que aman a Dios, que Me aman de verdad, que viven en la gracia de Dios, que viven en la luz de Dios y guardan los mandamientos de Dios.

Mi ejército dirigido por Mí tiene la misión de luchar contra el ejército del dragón infernal. Su ejército, el del dragón, el de Satanás, está formado por todas las almas de los condenados del infierno, por todos los ángeles malignos, por todas las almas malignas que en este mundo viven en el mal, en el pecado, propagan el mal, difunden el pecado, y así trabajan por la perdición de muchísimas almas.

Estos dos ejércitos lucharán hasta el final. Y al final, sólo Yo saldré victorioso y Mi ejército, que lucha fielmente a Mi lado siguiendo todas Mis órdenes, también triunfará Conmigo.

Ahora, en estos tiempos de la gran batalla entre estos dos ejércitos, el enfrentamiento entre las fuerzas del bien y del mal es más fuerte. Por eso, cada día, tenéis tantas pruebas, tantas tribulaciones, tantas insidias de Mi enemigo para que no perseveréis en la fe, en la oración, en la obediencia a Mis mensajes.

Por eso, también cada día, sois atacados por Mi enemigo, que intenta por todos los medios desanimaros o seduciros hacia el mal. No temáis, Mi ejército victorioso, porque el Comandante Celestial está vivo y alerta, y ve todas las embestidas y asechanzas del dragón infernal. Ella ya conoce perfectamente al enemigo desde hace muchos, muchos siglos. Sabe cómo actúa, sabe cómo trabaja y sabe cómo neutralizarlo, paralizarlo, pisarle la cabeza y aniquilarlo por completo. Por eso, de vosotros, Mis fieles soldados, sólo quiero la oración, el Rosario, la obediencia, la docilidad a Mi voz y la entrega total de vosotros mismos en Mis manos y la renuncia a vuestra voluntad, para que Yo pueda realizar entonces en vosotros Mi plan perfecto que culminará en Nuestra gran victoria y en la aniquilación total del imperio infernal.

Como la Mujer vestida de Sol, Me he manifestado también aquí, en Mi nuevo Lourdes, para reunir a Mis hijos en Mi ejército victorioso que marchará Conmigo hacia la victoria.

Y así como a lo largo de estos siglos en Lourdes he reunido a todas las almas buenas en torno a Mí y las he conducido a salvo al Cielo, y a través de ellas he destruido tantos males que el dragón infernal vomitó en el mundo, así también aquí, si Me dais vuestro sí completo y total, entonces Yo también podré detener el río de aguas que arroja el dragón, podré renovar la faz de la tierra, podré aplastar todo mal, y podré hacer triunfar por fin Mi Llama de Amor conduciendo a toda la humanidad a la adoración perfecta de la Santísima Trinidad.

Así pues, soldados Míos, ¡luchad! ¡Levantad en alto la espada de la oración del Rosario, el escudo de la fe! Poneos la armadura del sacrificio y de la penitencia. Poneos el yelmo de la fe y del amor a Dios, y junto Conmigo combatiremos al enemigo.

¡Las armas que os he dado son infalibles e indestructibles! Sabed utilizarlas sabiamente cada día y tendréis muchas victorias cada día contra el enemigo y contra el mundo y contra vuestro propio yo.

¡Utiliza las armas que te he dado y que son invencibles! Y entonces, veréis cada día brillar en vuestras vidas la gloria y el poder de Mi Corazón Inmaculado.

A todos os pido: ¡seguid rezando el Rosario cada día!

Os bendigo a todos, especialmente a ti, Mi hijito Marcos, que hiciste para Mí esta maravillosa obra de amor que es esta película de Lourdes. Cuántas espadas de dolor has quitado de Mi corazón. Cuántas espinas, cuántas lágrimas ha secado, porque muchos hijos han conocido Mi poder, Mi gloria, Mi bondad, Mi amor y Mi misericordia, y se han entregado en Mis brazos confiadamente como hijos llenos de amor en su madre. Y desde entonces, he podido conducirlos por el camino de la oración que conduce al Cielo.

Sí, muchos de ellos, al ver Mi poder y Mi amor en esta película, renunciaron también a las tentaciones que les ofrecían el enemigo y el mundo, y prefirieron Mi amor. Así triunfó en ellos Mi gracia.

Por todo esto, por tan grandes méritos, doy a tu padre Carlos Tadeu, por quien ofreciste los méritos de esta película: un millón seiscientas mil bendiciones que recibirá los días 11, 12 y 13 de cada mes durante todo este año hasta febrero del año próximo.

Así derramo sobre el que más amas los torrentes de Mi gracia haciendo llover sobre él un verdadero diluvio de bendiciones y gracias de Mi corazón.

Para Mis hijos peregrinos y todos los demás que estáis aquí como habéis pedido y ofrecido, derramo ahora 947 gracias que ellos también recibirán en el mes de mayo, el día 11. Y también sobre ti, Mi amado hijo, derramo ahora 412 bendiciones.

Persevera en Mi amor, sigue mostrando al mundo Mi poder, Mi gloria, Mi amor a través de estas hermosas películas, para que Mis hijos puedan conocerme y amarme de verdad. Y así, entren en Mi ejército victorioso que alcanzará el triunfo de Mi Corazón.

Sigue adelante, hijo Mío, haciendo los Rosarios Meditados para que Mis hijos los recen. Lo que hiciste por ellos, dándoles los Rosarios Meditados, los Rosarios Meditados, fue la mayor obra de caridad, porque nada es más importante que la oración, y nada se lleva de este mundo salvo el mérito de las buenas obras y el fruto de la oración. Por eso les diste un medio infalible para salvar sus almas, que si son fieles y saben aprovecharlo y hacerlo bien, no tendrán forma de no salvarse... ¡Y todo esto gracias a vosotros!

Te bendigo, y también te bendigo a ti, Mi hijito Carlos Tadeu.

Gracias por venir y quitar tantas espinas de Mi Corazón Inmaculado. Sí, me has consolado mucho. Has secado muchas lágrimas que el mundo hace caer de Mis ojos. Con tu presencia y tu oración aquí, Me has dado una inmensa alegría y felicidad. Sigue haciendo los cenáculos que te he pedido que hagas donde puedas y como puedas. Seguid llevando Mis mensajes de amor a Mis hijos.

Durante todo este mes, reza con ellos la Hora de Mi Llama de Amor, para que comprendan cuánto les amo, cuánto deseo transmitirles Mi Llama de Amor, para que ellos también puedan convertirse finalmente en llamas incesantes de amor.

Yo estoy contigo y nunca te abandonaré. Eres el ángel de la guarda de Mi hijo Marcos. Protégele, cuídale, cúrale con tu amor. Yo, en el Cielo, te pagaré por ello, te recompensaré por ello.

Gracias por todo lo que haces por mí. ¡Sigue adelante! Lleva también a Mis hijos el conocimiento profundo de Mis apariciones, de los milagros que hago en Lourdes. Para que ellos, viendo Mi gloria, crean en Mí, y así puedan entregarme sus corazones.

Os bendigo a todos con amor: desde Lourdes, desde Pontmain y desde Jacareí.

Nuestra Señora después de tocar los objetos religiosos

Como ya he dicho, allí donde llegue una de estas medallas, objetos, allí estaré viva, llevando con Mi hija Bernadette todas las gracias del Señor.

A todos de nuevo os bendigo para que seáis felices y os dejo Mi paz.

"¡Soy la Reina y Mensajera de la Paz! He venido del Cielo para traeros la paz».

Todos los domingos hay Cenáculo de Nuestra Señora en el Santuario a las 10 de la mañana.

Información: +55 12 99701-2427

Dirección: Estrada Arlindo Alves Vieira, nº300 - Bairro Campo Grande - Jacareí-SP

Escucha la radio Mensajero de la Paz

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