Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 12 de septiembre de 2021
Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz dado al vidente Marcos Tadeu Teixeira
¡Convertíos! ¡Arrepentíos de vuestros pecados! ¡Cambiad de vida!
Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz
«Queridos hijos, hoy vengo de nuevo a llamaros a la conversión.
¡Convertíos! ¡Arrepentíos de vuestros pecados! ¡Cambiad de vida!
Grande es mi dolor por la humanidad que cada día se aleja más de Dios, de Su amor y de Su ley, caminando por la senda del pecado, del egoísmo, de la maldad, de la lujuria, de las guerras y de la violencia.
Desde mi aparición en La Salette hasta hoy, nada ha mejorado. Al contrario, todo ha empeorado, y últimamente ha empeorado inconmensurablemente.
Las familias han perdido completamente el espíritu de oración, por lo que se alimentan cada día con la comida envenenada que Satanás les ofrece a través de los medios de comunicación.
La juventud está completamente perdida en las adicciones. Ni siquiera los niños se salvan. Cuántos de ellos están expuestos cada día al mal, a malos ejemplos, y muchos de ellos ya no creen, ya no rezan, ya no aman a Dios.
Ni siquiera las almas consagradas escapan. Cuántas de ellas no siguen las santas reglas dadas por sus fundadores o por mí. Cuántas almas consagradas traicionan el amor a Jesús y mi amor, prefiriendo el amor a las criaturas, a los placeres y al mundo. Por eso se extiende cada vez más la apostasía, porque ya no hay almas santas capaces de dar al mundo la luz de la gracia, del amor de Dios y de la salvación. Por eso, cada día más, mi Corazón Inmaculado se llena de dolorosas espadas que lo hacen sangrar y arrancar de mis ojos lágrimas dolorosísimas.»
'En este punto hubo una gran pausa en el mensaje. La Virgen se sentó sobre la nube que estaba bajo sus pies en el momento de la aparición y comenzó a llorar'.
(Marcos Tadeo) «No, no llores, Madre, haré todo lo que pueda para consolarte. ¡Todo! ¡Te lo juro! Trabajaré el doble, el triple, para consolarte, pero, por favor, ¡no llores más!».
(Nuestra Señora) «Gracias, hijito mío Marcos. Tus palabras reconfortan mi corazón y con un pañuelo perfumado de amor, secas mis lágrimas.
Gracias a ti, mi Aparición en La Salette vive hoy en el corazón de mis hijos. Sí, La Salette está más viva que nunca en el corazón de mis hijos y ellos conocen mi dolor y sienten la necesidad de amarme, de consolarme para una vida santa y llena de amor.
Tú, hijo mío, debes dar a conocer lo más posible mi mensaje de La Salette y formar aquí mi gran ejército y corona de los apóstoles de los últimos tiempos, es decir, los valientes guerreros que llevarán por todo el mundo mis mensajes de penitencia, oración y conversión, y la santa fe de mi hijo Jesucristo, para llevar a todos los pueblos, a todas las almas a nuestros corazones unidos que son el único medio de salvación para el mundo entero.
Sí, gracias a ti, hijo mío, gracias a estas maravillosas obras santas que has realizado, que son estas películas de mi Aparición en La Salette, mi mensaje es conocido por mis hijos.
Éste será el legado que dejarás a toda la humanidad, un legado inmortal sobre el que Satanás no puede hacer nada ni tiene poder para destruir la luz que emana de estas obras, de este legado que dejarás a las generaciones futuras. Y gracias a este legado, gracias a todo lo que habéis hecho y que quedará para todas las generaciones futuras, La Salette vivirá siempre en el corazón de mis hijos, en la historia de la humanidad, y el plan del demonio que era arrollar y enterrar a La Salette de una vez por todas en el olvido y en el desprecio del mundo este plan, gracias a vosotros, ¡ha fracasado!
Tú fuiste el gran vencedor y, a través de ti, conquisté y aplasté una vez más la cabeza de mi enemigo.
Sí, a través de ti he vencido, tú has vencido al demonio y al mundo, y juntos haremos que mi mensaje de La Salette llegue a todos los confines de la tierra. Y para ello, debéis trabajar aún más, y las almas buenas también deben trabajar con vosotros y os prometo que a todos los que os ayuden a que mi aparición en La Salette sea más conocida y amada, les bendeciré con todas las gracias de mi corazón. Aquellos que cada mes hayan dado 10 películas de mi Aparición en La Salette a los que no la conocen, recibirán del Corazón de mi Hijo y de mi corazón, siete bendiciones. Yo y mi Hijo les bendeciremos siete veces al mes si hacen esto. Así recompensaré a todos los que os ayuden en esta santa obra de amor.
Alégrate, hijo mío, mi rayo de luz, mi guerrero victorioso, porque has vencido al demonio y derrotado su plan que consistía en enterrar a La Salette en el olvido. Y gracias a ti, hoy La Salette brilla más que nunca y mi mensaje es más conocido.
Alégrate, pues, y no dejes que nadie te quite nunca esa alegría. Y alégrate también, hijo mío Carlos Tadeu, porque te he dado un hijo, un hijo que ha vencido al demonio, que ha vencido al infierno y al mundo , y por él también he vencido a Satanás y le he aplastado la cabeza con todo mi poder,
Y gracias a este niño que os he dado por hijo, todas mis apariciones son sacadas del olvido y del desprecio, y son dadas a conocer al mundo entero, y así el plan de Satanás, que consistía en enterrar La Salette, Lourdes, Fátima, Castelpetroso, Liquen, Bonate, Montichiari, Quito y todas mis apariciones, ¡se vino abajo!
Así también el plan del enemigo, que pretendía enterrar definitivamente en el olvido y el desprecio la vida de los mártires y de los santos, también ha caído por tierra gracias al hijo que os he dado.
Así que alégrate, porque a ti te he dado el mejor de mis siervos, el mejor de mis guerreros. Y cuando digo lo mejor de lo mejor, no hablo metafóricamente, sino que te digo la verdad, para que comprendas, hijo mío, cuánto te amo, te aprecio, y a ti te he dado el mejor de mis guerreros, te he dado el mejor de mis siervos, el más obediente de mis hijos, el rayo de luz, la alegría y el consuelo de mi corazón.
A ti te he dado al tercer pastorcillo de La Salette que aquí ha sacado del olvido y del desprecio mi aparición de La Salette, y ha dado a conocer mis lágrimas y mi mensaje de dolor a tantos hijos míos que ahora, con sus oraciones y su vida llena de amor, fidelidad y obediencia a mí, secan mis lágrimas y luchan conmigo por la salvación de las almas sin cesar, y también ellos se convierten en reflejos de mi luz en medio de tanta oscuridad que ahora envuelve al mundo.
Así que sé feliz, hijito mío Carlos Tadeu, y no dejes que nadie te robe la alegría. Y cuanto más te unas a mi rayo de luz, mi tercer Pastor de La Salette, más asimilarás el amor que él me tiene, asimilarás las propias características que él, mi llama de amor, me tiene, y entonces tú también me amarás con el amor más intenso, con el amor más ardiente, como te ama el hijo que te di, y que después de mi hijo Jesús, es el que más me ama, es el que más me ha amado en la tierra.
Y si te unes aún más intensa e íntimamente a él, también me amarás con amor así, y entonces, también te convertirás en una de las almas que más me ha amado en la tierra, después de mi hijo Jesús.
¡Convertíos! ¡Convertíos! ¡Convertíos! Porque se acerca el gran castigo que anuncié en La Salette.
Mi Secreto de La Salette está a punto de producirse.
¡Convertíos! El Secreto está sucediendo y no lo veis, porque estáis cegados por los placeres, por los pecados, por las cosas materiales, por las cosas mundanas y por vuestra excesiva actividad en el mundo.
Rezad más, para que podáis ver en los acontecimientos del mundo mi secreto de La Salette, y acelerad entonces vuestra verdadera conversión, pues es la única que puede haceros dignos de entrar en el reino de los cielos y ser salvados por mi Hijo.
¡Convertíos! ¡Convertíos! Y sed el eco de mi mensaje en La Salette. Llevad mi mensaje y mi Secreto de La Salette a todos mis hijos del mundo, sin demora, sin miedo, porque así daréis a mis hijos la última tabla de salvación a la que pueden aferrarse, y así entrar en la vida eterna y escapar de los horribles castigos que vienen a vuestro encuentro.
Convertíos, porque mi Secreto de La Salette pronto saldrá adelante, y nuevos y dolorosos acontecimientos vendrán a vosotros.
¡Convertíos! Porque pronto sonará la trompeta y sacudirá toda la tierra, y finalmente se derramarán las últimas copas.
Rezad mi Rosario todos los días. Los que se conviertan y recen mi Rosario no serán abandonados por mí en las últimas tribulaciones, sino que cuidaré de todos estos hijos míos con amor.
Id. Y da a conocer a todos mis hijos tanto mi mensaje de La Salette, como los que doy aquí, que es mi segundo y último La Salette donde terminaré lo que empecé en Francia en La Salette, porque sólo así el mundo tendrá esperanza en un futuro de paz.
Os bendigo a todos con amor: desde La Salette, desde Pontmain y desde Jacareí.
Nuestra Señora después de tocar los objetos religiosos
«Como ya os he dicho, allí donde llegue uno de estos rosarios, allí estaré viva con el Ángel Nadiel y el Ángel Miriel, trayendo a todos grandes gracias del Señor.
De nuevo os bendigo a todos para que seáis felices y os doy mi paz.
¡Convertíos! ¡Convertíos! Convertíos sin demora!»
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