Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
domingo, 18 de abril de 2021
Mensaje de Nuestra Señora Reina y Mensajera de la Paz dado al vidente Marcos Tadeu Teixeira
¡Gracias por venir, te he echado de menos!

( Marcos ): «¡Por siempre alabados sean Jesús, María y José!
Sí, mi Reina, lo haré.
Yo también lo haré, Señora.
Sí, lo haré. Con tu ayuda, lo haré... Sí, lo haré.
Mi Reina y mi Madre celestial, me gustaría mucho saber si el padre de André Paiola, mi querido hermano, si se encuentra bien, si está a salvo.
Sí, así es... Se lo diré. Gracias, mi Reina.
Sí, lo haré. Rezaré que sí.
Sí, diré que sí.
Oh, ¡qué alivio!
¡Muchísimas gracias! Sabía que la Señora, siendo tan buena como es, no te lo permitiría. ¡Lo sabía!
Sí...»
( María Santísima ): «Queridos hijos, hoy os invito de nuevo a todos a la santidad. Imitad a mi hijita Bernardita, sed santos, dad vuestro sí al Señor y a mí, aceptando la voluntad de Dios y renunciando a vuestra propia voluntad que siempre quiere lo malo.
Dad vuestro sí, y las maravillas de mi llama de amor sucederán en vuestras vidas como hice que sucedieran en la vida de mi hijita Bernadette. Por encima de todo, quiero que tu vida sea una llama de amor ardiente y brillante, como lo fue la de mi hija Bernadette, para guiar a todos mis hijos ciegos y errantes de este mundo, para conducirlos de vuelta al Cielo.
Igual que mi hija Bernadette salvó a millones de almas en la época de su generación, hace casi 200 años. Así también, salvaré a millones de almas en esta generación, a través de mi pequeño hijo Marcos.
Sí hijo mío, a través de ti ya me he llevado muchas almas al Cielo, ¡y me llevaré muchas más! ¡He salvado tantas almas!
El alma del padre de mi querido hijo André, que está aquí, es un ejemplo de ello. Fueron los sacrificios de su dolor de cabeza ofrecidos por él, con las oraciones en los años pasados que lo llevaron a la salvación, que lo salvaron. Y así se salvarán muchas almas.
Manteneos firmes y no os desaniméis nunca, porque si os desanimáis los castigos caerán sobre la tierra, y muchas almas no tendrán tiempo ni siquiera para una oración, y mucho menos para la conversión.
Y sólo tú puedes salvarlas, sólo tú puedes evitar su condenación y su caída en el lago de fuego eterno que no tendrá fin, ni mañana.
Sí, sólo tú con tu sí puedes salvarlos.
Sólo tú, con tus obras de amor, los rosarios meditados(1), los rosarios enseñados meditados(2), las «trezenas»(3), las películas y todo lo que haces por mí, sólo tú puedes salvar a estas pobres almas que por sí mismas no tienen ningún mérito, ninguna moneda de oro para entrar en el Cielo.
Sólo tú puedes pagar sus deudas a la justicia divina y darles monedas de oro de mérito, que a través de la comunión de los santos puedes ofrecerles, por su bien, para que puedan adquirir el derecho a entrar en el Cielo.
Sí, sólo tú puedes salvar a esta generación, así que, mi amado hijo, ¡nunca, nunca te desanimes!
Y que mis hijos comprendan la gran gracia que les he dado que es conocerte a ti mi co-salvador, el salvador de esta generación que sin ti, sin tu sí, estaría perdida.
Que comprendan esta gracia, que valoren esta gracia, pues cuanto más lo hagan, más y más de mi gracia, de mi amor, de mi bendición y de mi ayuda recibirán en sus vidas. Y que el primero que más reconozca, valore y ame esto sea el padre que te di, porque si a esta generación la beneficié dándote a ti, a él le beneficié aún más dándole a ti como hijo. Pues así, los méritos del hijo son todos del padre, y también todas las bendiciones y gracias que el hijo atrae con su sí son todas del padre.
Y, por tanto, no habrá nadie, jamás, a quien el Cielo ame tanto, a quien yo ame tanto y favorezca tanto después del hijo, como al padre.
Por eso, hijo mío Carlos Tadeo, exulta de alegría, porque si a esta generación en el futuro los hombres la llamarán feliz, dichosa y afortunada, una generación bakita, afortunada, por haber tenido a mi hijo Marcos, mucho más te llamarán a ti afortunado por haber recibido por hijo, a ese hijo en el que he manifestado signos que ni en los hijos más santos que he tenido y que han pasado por la tierra he manifestado.
El hijo cuyo sí ha salvado a esta generación, el sí que junto con mi sí producirá el mayor triunfo de mi Corazón Inmaculado y el milagro de la renovación del Cielo y de la Tierra que pronto tendrán lugar.
Por tanto, exulta de alegría, mi hijo amado, por el hijo que te he dado, pues es el mayor regalo de mi Corazón para ti.
A todos mis hijos los bendigo y les pido: Continuad rezando mi rosario cada día, pues quien reza mi rosario con fe y amor sinceros no morirá una muerte mala y eterna, sino que será llevado por mí a la hora de la muerte a la gloria del Cielo.
Os bendigo a todos y especialmente a ti, hijo mío André. Gracias una vez más por venir a consolarme, a quitar espadas de dolor de mi Corazón y a ayudar también, a sanar el corazón de mi hijo Marcos con tu amistad, tus cuidados y tu verdadero amor.
Gracias, porque también a través de ti derramo bálsamo sobre tantas heridas que el mundo ha abierto en el corazón y en el alma de mi hijo Marcos.
Gracias, porque vuestra presencia aquí es un canto de amor, que también alegra mi corazón y me hace olvidar la tristeza que me producen tantos hijos que no aceptan y rechazan mi amor.
A vosotros y a todos vosotros, mis queridos hijos, que estáis hoy aquí consolándome y amándome, os bendigo y os digo: ¡gracias por venir, os he echado de menos!
Os bendigo a todos: desde Fátima, desde Lourdes y desde Jacareí.
¡Shalom, paz!
NUESTRA SEÑORA DESPUÉS DE TOCAR LOS OBJETOS RELIGIOSOS
( María Santísima ): «Como ya he dicho, allí donde llegue uno de estos rosarios, allí estaré viva, viva con mi hijo Vicente de Paúl y Luiza Marilac, trayendo grandes gracias del Señor.
De nuevo bendigo a todos para que sean felices y os dejo con la paz. Shalom!»
Enlace de vídeo:
(2) 7 Rosarios enseñados por Nuestra Señora de Jacarei
(3) La Trezena a San Antonio de Lisboa es un acto de oración que tiene lugar durante trece días consecutivos. Es una especie de novena que, a diferencia de la novena que se reza en nueve días en honor del santo (ya que el decimotercer día es su fiesta), se reza en trece días. La Trezena comenzó en Portugal y fue llevada por los portugueses a otros países y antiguas colonias. En Brasil, la Trezena se celebra en varios estados, pero en el estado de Bahía la tradición se mantiene hasta nuestros días.
Orígenes:
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