domingo, 4 de junio de 2017

Fiesta de Pentecostés

(María Santísima): Queridos hijos, hoy celebráis la Fiesta de Pentecostés, el descenso del Espíritu Santo sobre los Apóstoles reunidos conmigo en oración en el Cenáculo.

Yo soy la Esposa Mística y Purísima del Espíritu Santo, ¡soy la Madre del Segundo Pentecostés! Y así como fue por mi oración por lo que el Espíritu Santo descendió a la tierra por primera vez, será también por una profunda e intensa acción maternal mía por lo que descenderá al mundo por segunda vez para purificarlo, renovarlo y santificarlo, devolviendo todas las cosas a la adoración y obediencia perfectas al Padre.

Así como fue por mi poderosa intercesión por lo que el Espíritu Santo descendió la primera vez, es también por mi poderosísima intercesión maternal por lo que descenderá de nuevo.

Por eso os he pedido que difundáis los Cenáculos de Oración hechos Conmigo y por Mí, para que las voces de vosotros unidas a Mi voluntad formen un grito grande e inmenso para que el Espíritu Santo descienda sobre la tierra dominada por Satanás y el pecado para purificarla y renovarla.

Deseo que aumentéis estos cenáculos y grupos de oración por todas partes, para que realmente cada vez más hijos míos puedan orar conmigo por el descenso del Espíritu Santo.

Cuando Él venga, quemará todo y a todos con Su fuego divino, hará que todos vean la verdad, la verdad de la existencia de Dios. Hará que todos comprendan los Mandamientos de Dios, Su Palabra. Hará que todos vean el estado de su propia alma.

Y entonces ese fuego interior quemará a los buenos y a los malos. A los buenos para purificarlos y hacerlos aún más santos, a los malos para compungirlos, convencerlos de su iniquidad y conducirlos al arrepentimiento y a la conversión.

Aunque será una acción directa del propio Dios, será realmente como un pequeño juicio y allí muchos decidirán su destino eterno. Pues aunque sea una acción directa de Dios e incluso muchos al ver la verdad no acabarán aceptando la verdad y al Señor y endurecerán aún más sus corazones. Por eso vendrá el Gran Castigo, porque no todos se convertirán y se doblegarán ante la verdad revelada por Dios mismo.

Rezad, hijos Míos, para que no seáis del número de estos desgraciados porque será terrible resistirse a Dios y luego ser abandonados por Él en medio de los castigos más terribles, sobre todo, el del fuego que caerá del Cielo que preanuncié en Akita, en Ezquioga, en La Codosera, aquí y también en tantos lugares.

Rezad el Rosario todos los días para que pueda prepararos siempre más para el Segundo Pentecostés. Y sobre todo, transformaros en los grandes Apóstoles del Espíritu Santo y Mis Apóstoles que van por todas partes incendiando las almas con el fuego del amor del Espíritu Santo para que toda la tierra se abra a recibirle y sea finalmente purificada y renovada en las llamas y la luz de Su Amor.

Orad, hijos Míos, porque la situación del mundo es grave, la espada del Castigo pende sobre la humanidad. Si no rezáis puede que pronto comience una nueva y peor guerra. Y también la violencia, el terror se extenderán por toda la tierra, en muchos lugares del mundo habrá nuevas y más intensas calamidades de la naturaleza.

Debes convertirte y cambiar tu vida, sobre todo, debes ser fuerte en la fe porque verás la negación de la verdad, la gran abominación puesta en el santo templo de Dios. Y entonces, todo lo que es santo, todo lo que es verdadero, todo lo que es justo será negado y se instalará en la casa, en el templo de Dios, la gran abominación de la desolación espiritual de la fe.

Manteneos firmes en el camino de la oración, del amor al que os he llamado. Y no creáis ninguna doctrina nueva que se os enseñe, contraria a lo que sabéis que es el dogma de la fe católica, que aquí os recordé y volví a enseñar.

Sed testigos fieles de mi hijo Jesús, porque quien persevere hasta el final se salvará. Difundid Mi Rosario por todas partes, porque es el arma invencible y segura de la salvación de todos.

Imitad el amor de Mi hijo Domingos, de Mi hijita Bernadette, de Mis Pastorcitos de Fátima y de Mi hijito Marcos por Mi Rosario, amándolo y rezando mucho Mi Rosario, porque a quien lo haga le prometo la salvación.

Deseo que entreguéis 10 Rosarios Meditados 208 a Mis hijos, ellos necesitan conocer este Rosario y los Mensajes grabados en él por Mi pequeño hijo Marcos. Mis hijos deben convertirse, deben comprender y sentir Mi dolor, la aflicción de Mi madre al ver que el mundo empeora cada día y cada hora un hijo Mío se aleja de Mí y se pierde. Las almas buenas deben levantarse para ayudarme y consolarme, así que regala este Rosario a todos.

Y regala también 10 películas de Mi Aparición en La Codosera y Ezquioga para que todos Mis hijos conozcan Mis Mensajes Dolorosos. Y sobre todo, reparad a estas dos apariciones que permanecen despreciadas, olvidadas y desobedecidas por la humanidad hasta el día de hoy.

También deseo que regaléis 10 Horas del Espíritu Santo nº17 a Mis hijos. Quiero que las almas ardan en el amor del Espíritu Santo y que cada día más almas se preparen de verdad para el Segundo Pentecostés Mundial que ya está cerca.

¡Levantad los ojos porque el Espíritu Santo está más cerca que nunca! Y aquí en Mi Fortaleza invencible de oración, fe y amor que es este Santuario levantado por Mí y por mi hijito Marcos a través de tantos Rosarios, horas de Oración, Películas y Cenáculos que él hizo y hace por Mí.

Aquí el Espíritu Santo ya ha comenzado Su gran y poderosa acción para llevar a toda la tierra al Triunfo de Mi Corazón Inmaculado y a la renovación total.

Abrid vuestros corazones y permaneced aquí que es mi Segundo Cenáculo, mi Segundo Gran Cenáculo, donde con vosotros oro trabajo y preparo cada vez más la venida del Espíritu Santo al mundo que ya está cerca.

A todos os bendigo amorosamente y especialmente a ti Marcos, a ti el más trabajador, entregado y esforzado de Mis hijos. Y también a ti mi amado hijo Carlos Tadeo que también has trabajado tanto, luchado y trabajado por mí.

Cada día que pasa te amo más y multiplicaré Mis signos para confirmar que todos los Mensajes que te envié para tu hijo son Míos. Y para confirmar tu misión ante todos aquellos que no creen.

Los que te ayuden serán bendecidos por Mí, los que te persigan o desprecien serán castigados en la eternidad por Mi hijo. Y al igual que Mi hijo Marcos, quien te ayude será recompensado y quien te haga sufrir será castigado por Mi hijo Jesús por toda la eternidad y su nombre será tachado del libro de la vida.

Sí, así Dios ama a los que elige y no permite que los malvados prevalezcan sobre ellos.

Te bendigo con amor y te digo hijito: Sigue adelante y nunca te desanimes, porque Yo siempre estoy contigo.

A todos bendigo con Amor y especialmente a estos hijos Míos que lo han dejado todo para entregarse exclusivamente a Mí en cuerpo y alma y a los que amo y guardo celosamente en Mi Corazón Inmaculado y que son Mis bendiciones de amor,

A todos bendigo Fátima, Lourdes y Jacareí».

(Marcos): «Querida Mamá del Cielo, por favor, toca estas imágenes y rosarios que hicimos para la protección de tus hijos».

(María Santísima): «Hijos míos, la señal de Mi figura luminosa que os di la semana pasada, cuando pudisteis ver Mi figura reflejada en los ojos de Mi hijo Marcos, es la señal de lo verdaderas que son Mis apariciones aquí.

Mi hijo Marcos no os mintió y Yo estoy aquí vivo lleno de amor para ayudaros y llevaros al Cielo.

Dame tu «sí» y te llevaré, reza mucho y alégrate por Mis signos. Buenas noches».