sábado, 6 de mayo de 2017

Mensaje de María Santísima

(María Santísima): Queridos hijos, hoy os invito a todos a rezar más. Sólo a través de la oración podéis sentir la presencia de Dios, podéis comprender Su voluntad y podéis tener la fuerza para cumplir Su voluntad.

Sin cumplir Su voluntad, sin cumplir la voluntad de Dios, nadie llegará a ser santo, ni podrá entrar en el Cielo. Por eso, los que no comprenden la voluntad de Dios no pueden ponerla en práctica y, por tanto, se hacen imposible la salvación.

Reza, pues para comprender la voluntad de Dios y cumplirla, harás la voluntad del Padre y serás santo.

Ten cuidado de no cometer pecados imperdonables, pues los que fueron al infierno fue porque cometieron estos pecados. Cuidaos de los pecados contra el Espíritu Santo, rezad para no caer en ellos y no selléis la condena de vosotros mismos.

Tratad cada día de cultivar en vosotros un amor grande, fuerte y profundo por Dios, por Mí. Aumentad vuestra fe cada día haciendo más lecturas espirituales, leyendo las vidas de los Santos, leyendo mis mensajes, rezando más.

La fe sólo crece si vosotros también procuráis aumentarla. Dilatad más vuestros corazones por Mi Llama de Amor, con más oraciones, con más obras de amor y con más sacrificios.

Difundid más Mi Mensaje de Fátima, hace cien años que aparecí en la Cova de la Vía a Mis Tres Pastorcitos, pero Mi Mensaje sigue siendo desconocido para 2/3 de la humanidad y el 1/3 restante sabe muy poco de Mi Mensaje.

Oh, hijos Míos, debéis difundir Mi Mensaje de Fátima, sólo entonces será retirada Mi gran espada de dolor que está atravesada en Mi corazón por los pecados cometidos contra Mi Mensaje de Fátima.

Aquí, que es la continuación y conclusión de Mi aparición en Fátima estoy consolada porque Mi pequeño hijo Marcos, que hizo para Mí las películas de Mis apariciones en Fátima, también el Rosario de Mis Pastorcitos, el Rosario Meditado con los Mensajes que di en Fátima, desenvaina verdaderamente estas espadas de dolor.

Ayudadle en esta tarea, en esta misión y sobre vosotros caerá también la bendición de mi Corazón Inmaculado.

A todos bendigo con amor desde Fátima, desde Montichiari y desde Jacareí.

Continuad rezando mi Rosario todos los días».

(San Gerardo): «Queridos hermanos, yo, Gerardo, me alegro de venir hoy del Cielo para bendeciros a todos con la Madre de Dios y con Santa Lucía.

«En desacuerdo con Fátima, la Aparición de la Madre de Dios en Fátima es una gran gracia del Señor para la humanidad. Pero también se ha convertido para el mundo y para muchos en una terrible responsabilidad.

Porque después de la Aparición de Fátima nadie puede excusarse ante Dios por no ser santo, por no haberse convertido y también por no haber sido advertido por el Señor para convertirse y recorrer el camino de la gracia, de la santidad.

Después de Fátima ningún hombre puede decir que no fue advertido por Dios sobre el camino de la conversión, que debe seguir y el camino del pecado que debe abandonar.

Por tanto, Fátima debe ser purificada, porque esta Aparición, la mayor gracia del Señor para la humanidad, ha sido verdaderamente pisoteada bajo los pies ingratos de los hombres.

Dad a conocer Fátima al mundo entero, porque cuando los pecadores conozcan estas Apariciones de la Madre de Dios, entonces los hombres se convertirán, el mundo tendrá paz y finalmente Dios reinará en los corazones de todos.

Seguid rezando siempre mi Rosario, porque tengo grandes gracias que daros.

Aquí, en esta Aparición que es la continuación y conclusión de Fátima, se cumplirán los secretos de la Madre de Dios. Rezad mucho para que no estropeéis Sus planes y seáis capaces de obedecerla verdaderamente y ayudarla con perfección.

A todos bendigo con amor desde Materdomini, Muro Lucano y Jacareí».

(Santa Lucía): «Queridos hermanos Míos, yo, Lucía, vengo hoy a bendeciros y a deciros: Continuad rezando el Santo Rosario.

El demonio hará todo para que no recéis el Rosario y moverá a vuestros parientes, amigos y todo lo demás para perturbar el rezo del Rosario. Muchas veces te inspirará pereza y, si no tienes un espíritu firme, fuerte y decidido, puedes caer en su trampa y dejar de rezar el Rosario por pereza.

Nada es más importante que el Rosario, así que ponedlo en primer lugar en vuestras vidas. Rezadlo cada día hasta que se convierta en vuestra vida, vuestra fuerza, vuestra alegría.

Rezad el Rosario, porque es el arma invencible para los que quieren ser santos y para los que quieren llegar al Cielo.

¡Salvad vuestras almas, rezad el Rosario todos los días!

A todos bendigo con el amor de Siracusa, Catania y Jacari».