Mensajes para Marcos Tadeu Teixeira en Jacareí SP, Brasil
jueves, 12 de abril de 2001
Jueves Santo - Mensaje de Nuestra Señora

Nunca podrás agradecer lo suficiente a DIOS por haber instituido la Santísima Eucaristía en ese día.
¡Sí! En ese momento, el Sagradísimo Corazón de mi Divino Hijo se expandió en oración y misericordia y les dio el Mayor Don que podía darles: Él mismo, bajo las apariencias de pan y vino. Aunque en el momento de la Consagración la apariencia del pan y el vino permanece, es solo accidental, pues su sustancia se transforma totalmente en la Sustancia del Cuerpo y la Sangre de mi Divino Hijo Jesucristo.
Este Misterio solo pone en éxtasis a todos los Ángeles y Santos del Cielo y, por sí solo, llena el Cielo de Gloria y Alegría.
Este Sacramento es tan Alto que solo la Santa Cena, la Primera Misa que mi Divino Hijo celebró en ese Jueves Santo, ya fue más que suficiente para redimir a toda la raza humana; para dar salvación a todos los hombres y para satisfacer por ellos la Divina Justicia por todos los siglos venideros. Pero mi Divino Hijo, Dios-Amor, aún quiso morir por todos ustedes, probándoles así cuán Ilimitado, Perenne y Total es Su Amor por ustedes.
La Santísima Eucaristía es el Misterio de los Misterios; el Sacramento de los Sacramentos; el Don de los Dones. ¡Feliz es el hombre que descubre y se sumerge en las profundidades del Misterio de la Santísima Eucaristía, porque a él mi Divino Hijo le concederá tantas gracias y conocimiento de Él, que ya será en la tierra un Serafín de Amor para Jesús!
¡Soy la Madre del Bendito Sacramento!
Mi Misión de Madre es conducirlos a un alto grado de Amor por mi Hijo Jesús en el Bendito Sacramento.
Estoy a los pies de cada Tabernáculo, cada tabernáculo en la tierra, para enseñarles y ayudarlos a adorar a mi Divino Hijo con verdadero Amor, Fe y Piedad. Por eso aquí les enseñé el Rosario de la Eucaristía y tantas Oraciones Eucarísticas, para que en sus corazones haya un Amor verdadero, sincero y ardiente por mi Sagrado Hijo. Recuerden cuántas Señales les he dado aquí, en el sol, la luna, las velas y las Apariciones, para llamarlos y traerlos a todos a Jesús en el Bendito Sacramento!
Hoy, en el día de Su Mayor Don de Amor, Fe y Afecto, en lugar de tantos que lo ignoran y lo desprecian, que lo olvidan y lo blasfeman, que lo ultrajan y lo ofenden, sean la Corona más hermosa de Amor y Luz para rodear el Corazón de Jesús, en lugar de tantos que no hacen más que coronarlo con espinas duras y afiladas, con sus pecados.
Sean los Joons de Jesús en la Eucaristía, que se inclinen sobre Su Corazón para sentir Sus latidos de dolor y soledad, de angustia y desprecio de los hombres, y así consolarlo, amarlo, adorarlo y servirlo, en lugar de tantos que no lo aman.
Orígenes:
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