domingo, 9 de agosto de 1998

Mensaje de Nuestra Señora

La mayoría de las almas que han ido al infierno, han ido por apego al dinero. Que eviten estar indebidamente apegados a él.

Invito a cada uno de ustedes a vivir la sencillez de los hijos de DIOS. Vivan con este mundo, sin ser, sin embargo, parte de él. Quiero que les demuestren a todos que el Camino del Cielo es simple, puro y recto.

Que sean felices y estén contentos con lo necesario para vivir. No deseen cosas mayores que ustedes mismos, ¡deseen el Cielo sobre todo! Esta es la verdadera riqueza que necesita el corazón del hombre.

Que sus corazones entiendan Mis Palabras a través de la oración. Oren y pongan en práctica en sus vidas, cada día, este Mensaje Mío.

Les agradezco a todos los presentes. Todos Me dan mucha alegría, y sobre todo, mucho consuelo y solaz, con sus oraciones.

Mi Corazón está muy triste cuando el mundo no acepta la PALABRA de Mi Hijo Jesús, pero cuando oran, ¡Mi Corazón se ilumina de alegría!

Los bendigo desde lo más profundo de Mi Corazón, en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

Estén en la Paz del Señor."