viernes, 1 de mayo de 2020

Mensaje de San José a Edson Glauber

¡Paz a tu corazón!

Hijo mío, Yo, el Justo del Señor, te bendigo y te acojo en mi Corazón castísimo. Este Corazón te ama, así como a toda la humanidad.

Dios desea que todos los hombres se acerquen a mí y a mi amor, para que puedan beneficiarse de las muchas gracias y bendiciones de su Corazón Divino.

Quien encuentra y conoce mi amor, encuentra la fuente de gracia y de agua viva de Dios y sus divinos favores en su vida.

Déjate guiar por mí, hijo amado, permíteme que te utilice, para revelar mi amor por toda la humanidad y por la salvación de las almas.

Quiero ayudarte y consolarte en tus duras penas y pruebas, que vives y atraviesas en este mundo. En el mundo muchos de vosotros encontraréis tribulaciones en vuestro camino espiritual, pero ánimo, no os desaniméis, mi Divino Hijo ha vencido al mundo y unidos a él, unidos a su Corazón y a su amor también venceréis y triunfaréis sobre todo mal.

Una densa oscuridad rodea a la Santa Iglesia. Estas tinieblas quieren cubrirla por completo, sofocándola, para que no brille ni transmita su luz a las almas y al mundo.

La Iglesia, por orden de mi Hijo, ha sido entregada en mis manos. Está bajo mi protección, bajo mi Manto Sagrado.

Aquellos que se consagren a mí, entregándose a mi protección, nunca serán vencidos por las tinieblas de Satanás ni por las terribles pruebas que aumentarán cada vez más, porque el Señor me ha dado la orden de ser favorable y benévolo con todos aquellos que confían en el poder de mi intercesión ante su Divino Trono.

Yo, el Terror de los demonios y de todos los secuaces de Satanás, extiendo mi manto de protección, cubriendo a todos los hijos e hijas del Señor que suplican mi protección e intercesión en este día.

No temáis, hijos del Señor, al final triunfarán nuestros tres Sagrados Corazones unidos. Te bendigo, hijo mío amado. ¡Quédate con mi paz, la paz que viene de Dios!