jueves, 29 de octubre de 2015

Mensaje de Nuestra Señora Reina de la Paz a Edson Glauber

¡Paz mis queridos hijos, paz!

Yo, vuestra Madre, deseo invitaros al amor y a la paz. Quiero deciros que Dios os llama hacia Él y os invita a ser testigos de su paz y de su amor en vuestras familias. Hijos míos, si no rezáis no podéis ser luz donde hay tinieblas. Si no recibís el cuerpo y la sangre de mi Divino Hijo no mereceréis el cielo.

Si lo recibís indignamente y no os arrepentís y pedís su perdón, no mereceréis la eternidad, sino el infierno.

No vivas en pecado. El Amor se siente ultrajado, rechazado y horriblemente ofendido por mis hijos ingratos que no se comportan como verdaderos hijos de Dios, sino que son como muchos Judas que le traicionan y le vituperan con tantas ofensas.

Rezad, rezad, rezad. Que vuestras vidas se conviertan en un ejemplo para los demás, de que pertenecéis a Dios y a mí.

Vivid las enseñanzas de mi Divino Hijo, obedeced los Mandamientos, llevad vuestra cruz y aprended a callar cuando sea necesario, para que el espíritu del mal no os venza y os destruya con los engaños del mundo. Acoged en vuestro corazón mis palabras maternales.

Han llegado tiempos difíciles en toda la Iglesia, y el demonio actuará con furia contra los sacerdotes que me aman. Mi mensaje que entregué en Akita se está realizando en este momento, y debéis buscar cuanto antes el remedio para detener el mal: la Eucaristía y el Rosario.

Luchad, luchad por vuestra salvación. Yo estoy a tu lado para protegerte con mi manto protector, y nunca te abandonaré.

Os amo y os envío mi beso de amor. Volved a vuestros hogares con la paz de Dios. Os bendigo a todos: en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.