miércoles, 3 de septiembre de 2014

Ven Santísima Trinidad, Sagrada Familia y San Miguel como Guardián y Protector de las palabras de Dios a Su hijo

Hijo mío muy amado, este es tu Dios Padre del Cielo y de la Tierra. Estoy contigo y con todos Mis amados hijos de una manera especial en este tiempo de la historia del mundo. Muchos de Mis hijos hablan y no creen en nada de lo que se escribe. No prestéis atención a los incrédulos, pues son como Santo Tomás, que no creyó hasta después de la Resurrección. Muchos no creerán hasta más tarde, pero puede que ya estén en el purgatorio o en el infierno porque no escucharon a su Dios y Salvador. Muchos no creyeron en Mí y fueron ellos los que Me pusieron en la cruz. Pero Yo les sigo amando igual. Muchos no creerán de nuevo esta vez y harán lo mismo con muchos de Mis seguidores y los pondrán de nuevo en la cruz. Continúa amando a todos Mis hijos aunque te persigan y te maten. Tu muerte y resurrección serán su salvación porque se da mucha gracia a las personas que son martirizadas para que se la devuelvan a los que les quitaron la vida. Los mártires son santos al instante y los santos rezarán por la conversión de las personas que les quitaron la vida. Por eso se llevan jóvenes a muchas personas buenas, como te dije el otro día. Pueden ayudar a encaminar a los demás mediante la oración desde el Cielo cuando lleguen allí. Esto también da a las personas que no están preparadas para encontrarse con su Dios más tiempo para cambiar. Yo, tu Dios, trabajo en todos los ángulos para salvar las almas de todos Mis hijos.

Hijo mío, sé obediente a tu llamada y todo irá bien. Como Me has dicho esta mañana no harías este trabajo por un millón de dólares al día sino que sólo lo harías por tu Dios para salvar tu alma y las almas de muchos otros. Te doy las gracias hijo Mío por ser obediente a tu llamada. Pido que otros cuelguen de la cruz Conmigo para salvar aún más almas. Como te he dicho antes deja que Yo, tu Dios, te clave en la cruz con Jesús espiritualmente y nunca te alejarás de Jesús. Estaréis con todo el Cielo por toda la eternidad. Hijos Míos no tengáis miedo de las 14 Estaciones del Vía Crucis porque todos tenéis que vivirlas para llegar al Cielo. Muchos de Mis hijos remanentes están ahora en la 14ª Estación de la Cruz con su Dios esperando la Resurrección. Hijos míos, por favor, vivid lo que Dios os da aquí en la Tierra, porque tenéis que pasar por la vida que Yo viví en la Tierra para llegar al Cielo. Es mucho más fácil ganarse el Cielo mientras vives en la tierra en vez de estar sentado en el purgatorio esperando y sufriendo a que otros recen por ti y te lleven el resto del camino al Cielo. Por favor, ofréceme todos tus sufrimientos y alegrías aquí en la tierra a Mí, tu Dios, y no estarás lejos del Cielo cuando mueras. Reza por todas las pobres almas del purgatorio y entonces rezarán por ti cuando estés allí y estarán en el Cielo. Todo esto es hijo Mío, una lección de Dios Padre. Con amor de todo el Cielo. Amén.