Mensajes de Jesús Buen Pastor a Enoc, Colombia

 

martes, 6 de febrero de 2018

Llamada urgente de Jesús Buen Pastor a Su Rebaño.

Un gran cuerpo celeste se acerca a la Tierra.

 

Rebaño mío, Mi paz sea con vosotros.

Permaneced alerta y vigilantes, porque se aproxima el castigo para esta humanidad pecadora desde lo alto de los cielos.

Un gran cuerpo celeste se acerca a la Tierra y cuando entre en su órbita, se desintegrará provocando a Mi Voluntad miles de bolas de fuego para castigar a las naciones impías.

Incrédulos, se acerca el tiempo de Mi Justicia Divina; ¡vuestra incredulidad va a ser vuestra perdición!

No queréis prestar atención a las llamadas del Cielo, os burláis de Mis mensajes y de los mensajeros; Yo os digo: se acerca la hora en que veréis cumplirse todo lo que se ha escrito y, por vuestra incredulidad, no tendréis tiempo de arrepentiros. Sois una raza de dura cerviz: si no os arrepentís con corazón sincero y pedís perdón al Altísimo, seguro que os perderéis.

Todo está ya decretado y no hay vuelta atrás, el Cielo os está enviando cantidad de señales para que os preparéis, pero vosotros, hijos de la incredulidad, seguís procediendo con los ojos vendados; os negáis a aceptar Mi justicia, porque según vosotros Dios sólo es Misericordia y no castigará a la humanidad.

Necios, Yo soy Misericordia, ¡pero también soy Justicia!

Os recuerdo algunos relatos bíblicos en los que Mi Palabra habla de Mi Justicia, escuchad: Entonces el Señor hizo llover azufre y fuego del cielo sobre Sodoma y Gomorra. Y destruyó estas ciudades y toda la llanura fértil, todos los habitantes de las ciudades y toda la vegetación de la tierra (Génesis 19. 24, 25).

Castigué a Mi Pueblo por haber quebrantado Mis preceptos y durante cuarenta años caminaron por el desierto (Números 13. 34, 35).

No permití que mi Siervo Moisés entrara en la tierra prometida porque dudó de Mi Misericordia, al tocar la roca donde manaba el agua que calmaba la sed de Mi Pueblo (Números 20. 12).

Acuérdate de las plagas con que castigué al Faraón de Egipto y a su pueblo. Estos y más relatos de Mi Palabra son la prueba de que Yo también soy Justicia, para que no te equivoques pensando que sólo soy Misericordia y que el castigo no llegará.

Recuerda: Misericordia y Justicia, ésta es Mi Esencia.

Despertad de una vez por todas, hijos de la incredulidad, ¡no sigáis dudando de Mis Palabras!

Porque Mis Palabras son Palabras de Vida Eterna, que ninguna moral podrá discutir. El tiempo se acaba, humanidad incrédula, ingrata y pecadora; no dejéis vuestra conversión para el último momento, porque en verdad os digo: las Puertas del Reino de los Cielos se van a cerrar, si continuáis en vuestra incredulidad; como las doncellas necias, os vais a quedar fuera del banquete.

Volved a Mí, que soy el Camino, la Verdad y la Vida, para que alcancéis mañana la alegría de la salvación eterna.

Mi paz os dejo, Mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor.

Que Mis mensajes sean conocidos por toda la humanidad, ovejas de Mi Rebaño.

Origen: ➥ www.MensajesDelBuenPastorEnoc.org

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