sábado, 20 de enero de 2018

Parroquia Corpus Christi, Cali, Colombia. Llamado urgente de San Miguel a los tibios de corazón.

Tibios De Corazón, A Muchos De Vosotros Os Espera El Infierno.

¿Quién es como Dios? ¡Nadie es como Dios!

Da gloria a Dios, porque Su Misericordia es eterna.

Hermanos mortales, la Gloria de Dios pronto se os manifestará, vuestro paso por la eternidad está cada vez más cerca. Las Trompetas Celestiales están a punto de sonar y los sonidos del Shofar anunciarán que se acerca el día del Aviso. Estate listo y preparado espiritualmente, para tu encuentro personal con el Altísimo.

Si estáis en Gracia de Dios, hermanos, no tenéis que tener miedo, porque vuestro encuentro con Nuestro Padre será vuestra mayor alegría. Pero si os coge por sorpresa este día en pecado mortal o sin la Gracia de Dios, sí que debéis temer, porque en lugar de la Misericordia, lo que vais a conocer es la Justicia de Dios. ¡Ay de los que sean sorprendidos por la Advertencia en pecado mortal, porque corren el riesgo de perderse eternamente!

Como Príncipe de los Ejércitos Celestiales, ¡te hago un llamamiento urgente, tibio de corazón! ¿A qué esperas para aceptar a Dios con corazón sincero? No sigáis sin rumbo como hojas movidas por el viento, de aquí para allá.

Dejad vuestra tibieza espiritual, porque de seguir como vais, muchos os perderéis. Tibieza de Corazón, el tiempo se acaba, si continuáis en vuestra tibieza sin ser ni fríos ni calientes, vuestra falta de decisión, ¡será vuestra perdición! Aceptad de una vez por todas a Dios en vuestro corazón, para que mañana cuando os presentéis ante Él, podáis ser contados como Hijos de Dios.

Tibios de corazón, a muchos de vosotros os espera el infierno. Mi Padre permitirá que esto ocurra para despertaros de vuestra tibieza espiritual, porque no quiere que os perdáis. Recapacitad hermanos de doble ánimo, aún os quedan pocos instantes de Misericordia; refugiaos en Ella, para que vuestro paso por la eternidad no sea vuestra perdición o peor pesadilla.

Corre a poner tus cuentas en orden y lo más importante, acepta a Dios con un corazón sincero. No dejéis vuestra conversión para el último momento, porque, muy probablemente, no vais a tener tiempo, y el Aviso os va a coger por sorpresa, sin permitiros definiros.

Mortales, mirad las señales del cielo que se intensifican cada vez más, no sigáis vuestra obstinación; refugiaos en los últimos momentos de la Misericordia y recogeos en la oración, el ayuno y la penitencia, para que cuando el Maestro llegue y llame a la puerta de vuestra alma, os encuentre despiertos y sin culpa.

Descansad en la Paz del Altísimo, hombres de buena voluntad.

Vuestro Hermano y Consejero Miguel Arcángel.

Que mis mensajes sean conocidos por toda la humanidad, hombres de buena voluntad.