Mis amadas hijas, todo pronto se cumplirá. La señal del cielo está en la venida de Mi Hijo Jesús Cristo el Salvador. Deben estar llenas de amor infinito. Todo está en Sus Santas Manos.
Adorad el Santísimo Sacramento , uníos a Él con la misma caridad, en el amor todo se cumple, Su Corazón caritativo está en vosotras y en vosotras quiere concluir el Plan celestial: Su Inmaculado Corazón triunfante.
Él ve a Sus doncellas devotas a Su Llamada y agradece al Santo Padre por la grandeza de la situación, porque Su llegada inminente será triunfal con Su nuevo pueblo que Él mismo llevará a las alturas divinas y presentará como una señal tangible al Espíritu Santo y al Padre y el Hijo, la Una Persona.
Todo en la Tierra está en un estado de angustia, de desastre económico; pronto todo será dolor y crujir de dientes.
¡Anunciad todas Mis Dictaciones a todos! Aseguraos de llevar el Plan a la manera de Cristo. Sed luz para vuestros hermanos y hermanas e infundid en ellos el deseo por la Eucaristía, salvación para sus almas.
Portad los frutos que Jesús os pide, no hay tiempo que perder; el desastre en el mundo está a mano.
Nadie cree en Mi Llamada con caridad y amor, siempre están distraídos por las cosas de la Tierra.
¡Sed luz! ¡Sed faros para todos!
¡Haced sentir vuestro amor a Jesús, el Cristo Salvador!
Ve a Mis oraciones diarias, enfatiza Mi Llamado en la oración y la Eucaristía; lo demás no te faltará a ti que eres Mi doncella y Mi soldado en la Tierra. Al verte, verán a Cristo, porque los que aman el Santísimo Sacramento son un signo de luz para el mundo.
Todo está en las Manos de Mi Hijo, en la grandeza de Su Inmaculado Corazón.
Ve, mira, lee Mis Dictados a aquel que te recibe con tanta caridad y dile que ponga Mis Dictados en caridad, para que el mundo sepa del inminente arribo de Jesús. No demoraré en dar al que te espera la señal de Mi propio Inmaculado Corazón, para que sepa con certeza Mi Plan, el Plan del Espíritu Santo, en la Persona del Padre y del Hijo.
Ponte los adornos celestiales, aquellos que sirven para la purificación del alma; coloca el Crucifijo en cada rincón de tu hogar; nadie podrá entrar excepto Cristo mismo.
Cuida a tus hijos y guíalos hacia la oración y la Eucaristía. Vístete con el amor de Jesús y serás feliz incluso en la Tierra. Nada te será quitado y todo te será dado en este tiempo que vendrá con amargura y lágrimas.
Ahora, hijas del Cielo, os bendigo con todo Mi amor como Madre Celestial, Santísima Madre, Dolorosa Madre y Madre de Cristo Jesús el Salvador mismo.
Con todo Mi Espíritu, os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
María Santísima, Madre de Jesucristo.
Fuente: ➥ ColleDelBuonPastore.eu