Hija amada, María, la Virgen Bendita, te habla en Nombre de la Santísima Trinidad.
Hija amada, escribe a los hijos de Dios: Hijos queridos, habéis sido llamados a la conversión muchas veces, pero vuestra respuesta ha sido burlaros de estas apelaciones.
Esta humanidad ha vuelto sorda su oreja al voz del Cielo, ¡pero exige milagros!
Hijos queridos, estáis deshonrando las Leyes de Dios, os estáis embarrando con lodo, habéis quedado hediondos por el pecado que persiste en vosotros.
Habéis traicionado a vuestro Creador, habéis crucificado al Que podía salvaros, habéis defraudado Su Iglesia, profanado Sus altares, habéis caído en la miseria de Satanás, habéis elegido darle honor y gloria en lugar de Jesús.
Hijos, ha llegado la hora del fin. Os llamo una vez más a conversión con misericordia. No demoréis. Que esta apelación sea razón para vuestra salvación.
La tierra tiembla, los volcanes erupcionan al unísono, los mares se embravecen, las montañas colapsan, el fuego arde por todas partes, la guerra avanza, ¡pero vosotros miráis con indiferencia: ... pobres hombres, Satanás os ha quitado vuestro sentido común, habéis quedado como muertos vivientes!
No podré ayudaros cuando el gran cataclismo caiga sobre vosotros, porque no me elegisteis a Mí, sino a Mi enemigo; elegisteis seguirlo y no a Mí... Respetaré vuestra libertad.
¡Voy a tronar mi justicia! ¡Cuídense, oh hombres, que está por terminar Mi misericordia!
Convertíos ahora, no hay más tiempo para cosas mundanas; el Cielo está en acción, los Ángeles de Dios están predestinados, las filas están formadas, todo está listo. Al grito de Dios Padre todo se detendrá en el aire y sobre la Tierra.
Tened misericordia de vosotros mismos, oh hombres, que por vuestro orgullo tendréis mucho que sufrir. ¡Arrepentíos!!!
Fuente: ➥ ColleDelBuonPastore.eu