Mensajes de diversas orígenes
martes, 2 de septiembre de 2025
Niños, a los míos llamé y vinieron. Muchos más despertarán y se levantarán al llamado de Mi Palabra.
Mensaje de Nuestro Señor Jesucristo a Christine en Francia el 1 de septiembre de 2025.

Releo los textos dados por el Señor y le digo: "¡Es magnífico, Señor, es hermoso!" Y lo oigo responderme.
[EL SEÑOR] Y continuaré enseñándoos porque escucháis Mi voz, la voz interior del oído del corazón. Hijo mío/a, en Mis cortes, acogeré a todos los que vengan a refugiarse, pues vendrá un tiempo de furia y horror, un tiempo cuando Satanás sobre la faz de la Tierra traerá su venganza. Muchos de vosotros me habéis glorificado y adorado, y él traerá vientos malignos a la Tierra, y espíritus oscuros se multiplicarán.
Hijos míos, permaneced en silencio, callad y alejaos del mundo. En Mi Corazón encontraréis alegría y paz, en Mi Corazón hallaréis y tendréis vida abundante, aquella del Cielo que trae paz y profunda alegría. Os he extendido la mano, he puesto Mi Corazón en el vuestro para hacer fructificar la Estrella de la Mañana en vosotros, y la paz ha llenado vuestros hogares con Mi Cielo de Gloria, con Mi Palabra de Vida. Nunca estáis solos ni abandonados; os he colocado dentro de vosotros el Sello de Mi Corazón, el Tau de Mi amor, y he marcado vuestras frentes con la señal de Mi Cruz.
Niños, a los míos llamé y vinieron; muchos otros aún despertarán y se levantarán al llamado de Mi Palabra. En estos tiempos, los frutos de Mi amor resuenan en el silencio del mundo. En los ríos subterráneos, la Fuente viva da sus frutos y, así, en el flujo de los ríos, lleva semilla al mar, y el mar de vuestros corazones se llena con el Fruto de vida. En otoño, cuando caen las hojas, el polvo de los corazones será barrido y caerán estrellas fugaces, rompiendo las mareas y arrastrando los vientos malignos.
Niños, entra en la oración y, en íntima contemplación, venid a Mí, lejos del ruido y sonidos del mundo, y os enseñaré, os daré de beber el Fruto de Vida de Mi Corazón, y os traeré Agua Viva para que en los tiempos venideros no os marchitéis.
Venid a Mi Madre, la Santísima, quien os protegerá bajo Su manto y os dará alas para volar alto en la Presencia Santísima del Padre. Niños, el amor del Padre es eterno, la vida de gloria es eterna, y todos vosotros sois llevados a entrar en la Gloria del Altísimo. Abrid vuestros corazones a la infinita Bondad del Padre, abrid los ojos de vuestros corazones a la Presencia divina! No seáis ignorantes, cesad de ser ciegos, cesad de ser incrédulos! La Luz brilla en vuestros hogares, pero la habéis enterrado bajo el velo de vuestra ignorancia, vuestros deseos, vuestra ignominia! Pero ¿puede las Tinieblas contener la Luz?
Niños, vengo a buscar y llevar conmigo a los que Me llaman, a los que Me imploran en silencio y Me esperan, a los que Me llevan en sus corazones y quienes, con grandes gritos interiores, abren Sus hogares a Mí. Niños, vengo como he venido antes, y en el silencio del mundo, en el silencio de los corazones, llevo Mi Morada.
Oigan aquellos que escuchen, pues Yo, el Río de Agua Viva, vengo a irrigar todas las moradas que Me llaman e imploran. Vengo para traer agua viva y la Fuente de Salvación. Vengo para irrigar y purificar Mis campos. Vengo para llevar agua viva a los sedientos y quienes, en silencio, Me llaman e imploran. Vengo para prender fuego a las moradas y también para traer división, pues muchos aún me negarán y muchos me rechazarán. Pero no olvidéis, hijos míos, Yo soy la piedra angular, aquella rechazada por los constructores, así que nuevos constructores se levantarán y la Luz brillará en sus corazones.
Vengo a buscar lo Mío, vengo de nuevo para traer Mi Palabra de Verdad al mundo, y nadie podrá ignorarla. El camino de justicia y paz está abierto, y muchos de Mis hijos lo tomarán, y muchos serán salvados de las trampas y los tentáculos de los demonios. Hijos, vengo a traeros Agua Viva y la Flor de Salvación. Vengo a irrigar corazones y hacer brotar el nuevo Amanecer en el hombre. Batid palmas, desplegad vuestras alas ¡y regocijaos! Vengo y regreso para nutrir a Mi pueblo con Mi Palabra de vida—que, sin embargo, nunca ha cesado—pero vengo a abrir los corazones al Nuevo Hogar y traer el Amanecer del nuevo Cielo. Venid y bailad, la victoria está cerca, ¡pero la Victoria siempre está presente! Tiempo, hijos, es infinito, inmutable, intangible, la paz de horizontes en el horizonte del Infinito.
Tocad a la puerta, hijos, Yo soy el Guardián que viene para poner Mi Corazón sobre vosotros y coronar vuestra alma con Mi Gloria para hacerla brillar al Sol del Padre. Venid, entrad, la Gloria del Padre os acoge y espera, Su infinito Amor os llama, ¡entrad en contemplación! El Cielo, hijos, está en los corazones, y en las almas arde el Agua Viva que vivifica y trasciende y trae nueva Vida al hombre, aquello en lo que arde el ardiente Fuego, la Fuente viva.
Hijos, ¡en el Fuego del Cielo, postrad vuestras moradas!
Fuente: ➥ MessagesDuCielAChristine.fr
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