jueves, 15 de agosto de 2024

Hijos Míos, ¡Luchad! No os quedéis de brazos cruzados ...

Mensaje de la Reina del Rosario a Gisella en Trevignano Romano, Italia, el 10 de agosto de 2024

Queridos hijos, gracias por responder a Mi llamada en vuestros corazones y por doblar vuestras rodillas en oración.

Amados hijos del Cielo, ¡muchas serán las cosas malas que veréis en el mundo! Lo que se reveló en Fátima... está en su pleno cumplimiento.

Hijos míos, ¡luchad! No os quedéis de brazos cruzados ... criticando, sin hacer nada, cuando Dios se aleja de Mis hijos. Vuestra conciencia estará tranquila, cuando habléis de Dios, pero el libre albedrío os hará elegir el camino a seguir.

Hijos, cuando hagáis lo que Mi Amado Hijo (Jesús) os ha ordenado, podréis pedir lo que queráis y Él os lo concederá. ¡Este es el momento! Ahora os bendigo en el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.

Breve reflexión

La Madre de Dios nos advierte que estamos en el pleno cumplimiento de las profecías de Fátima. Aún habrá muchos signos en el mundo, que nos ayudarán a comprender el cumplimiento de estas profecías. Pero sólo con un corazón abierto y libre podremos centrarnos en esto. La Virgen nos invita a luchar. Sabemos bien que las armas que debemos utilizar para afrontar la batalla contra los enemigos de Dios son la Fe y la Oración.

No debemos ser sujetos pasivos en esta batalla, porque Dios en el Día del Juicio dará cuenta de ello, si realmente hemos cooperado con Él, para la realización de todos Sus planes para la salvación de la humanidad. Más allá de eso, no podemos limitarnos a criticar y señalar con el dedo, sino que debemos comprometernos realmente en esta misión que Él nos ha confiado a cada uno de nosotros y debemos ayudar a tantos de Sus hijos que han perdido el camino, a volver a Él. Por eso debemos hablar siempre de Dios y de las realidades del Cielo, porque el hombre de hoy ha olvidado todo esto debido a la confusión en la que vive.

Por supuesto que entonces habrá quienes, debido al «libre albedrío», emprendan sus elecciones correctas o incorrectas, y que entonces tendrán que rendirle cuentas a Él. En cambio, escuchemos todos la voz de esta Madre que, como una buena y buena maestra, trata cada día de enseñar a Sus hijos, para que caminen por la senda que Su Hijo les ha mostrado. Sólo así tendremos la certeza de que todo lo que le pidamos, Él nos lo concederá.

Origen: ➥ LaReginaDelRosario.org