Mensajes de diversas orígenes

 

miércoles, 15 de mayo de 2024

Os pido oraciones por todas las personas consagradas que pisotean el Cuerpo y la Sangre de Mi Hijo Amado

Mensaje de la Reina del Rosario a Gisella en Trevignano Romano, Italia, el 13 de mayo de 2024, Memorial de Nuestra Señora de Fátima

 

Queridos hijos, gracias por responder a Mi llamada en vuestros corazones.

Hijos míos, os pido oraciones por todas aquellas personas consagradas que están pisoteando el Cuerpo y la Sangre de Mi Amado Hijo con ofensas y herejías. Esto traerá graves consecuencias especialmente para los fieles que se están perdiendo.

Hijos míos, la Iglesia se está hundiendo en un mar de herejías contra Dios. Pero Yo ayudaré y echaré los remos para aquellos que quieran salvarse en su lugar, reconociendo a Mi Único Dios. No hay dioses ni otros signos que puedan ocupar el lugar de Dios, y por eso Mi Hijo no les dará Misericordia, sino que gritará con toda Su Justicia.

Vosotros, hijos Míos, estad unidos en la oración y recordad que no hay ser humano que pueda destruir la Obra de Dios... ¡adelante en la Verdad!

Ahora os bendigo en el Nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. ¡Hoy lloverán muchas gracias!

Vuestra Madre de Fátima

Breve Reflexión

La Madre de la Iglesia, nos invita a rezar siempre por la Esposa de Cristo. Hoy especialmente por sus consagrados, sus ministros dispensadores de la Gracia del Señor a través de los Sacramentos. Recemos por tantos de ellos, que tal vez, sin darse cuenta, siguiendo las «teologías modernistas» y el «falso ecumenismo» pisotean «con ofensas y herejías el Cuerpo y la Sangre» de Jesús, desviando así «la barca de la Iglesia» hacia un naufragio seguro, y haciéndose partícipes de la pérdida de tantas almas, de la que tendrán que dar cuenta a Dios. Por eso nuestra Santísima Madre se convierte para nosotros en «el Ancla de la Salvación», a la que debemos aferrar nuestras vidas, «zarandeadas» por el mar tempestuoso del mundo, sólo así podríamos salvarnos. Por tanto, no nos dejemos «atraer» por las modas teológicas de la época, que proponen la búsqueda de otros dioses y la sustitución del Dios Único. Jesús usará la Misericordia con los hermanos y hermanas que se arrepientan, pero usará igualmente Su Justicia con los que pretendan llevar a la humanidad a la perdición. Permanezcamos siempre unidos en la oración, pues las Obras de Dios avanzarán siempre con dificultad, pero milagrosamente.

Origen: ➥ lareginadelrosario.org

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