Mensajes de diversas orígenes
lunes, 18 de diciembre de 2023
Tienes un Santuario Santo en tu Corazón
Mensaje a Valentina Papagna en Sidney, Australia, el 1 de diciembre de 2023
Esta mañana, había estado visitando a las Santas Almas del Purgatorio con el Ángel. Las Almas me pedían que las ayudara y las consolara. Me pedían comida para comer.
Decían: «Tenemos hambre».
Seguían diciendo: «Valentina, ofrécenos a nuestro Señor y ayúdanos».
Cuando salía de aquel lugar deprimente, de repente, tenía trozos de carne y pan en las manos, y los probaba. Tenían un sabor agrio y amargo, horrible. Dije: «Pobre gente. La amargura es el pecado que llevan».
Fuera pude ver a más gente: un grupo de señoras, que estaban sentadas. Una de ellas me habló. Dijo: «Mientras vivía, estuve enferma».
Le dije: «¿Por qué no le pediste ayuda al Señor?».
Ella respondió: «Nunca se me ocurrió pedírselo».
Le dije: «Rezaré por ti».
Quizá tenga que permanecer más tiempo en el Purgatorio porque nunca ofreció su enfermedad a nuestro Señor. Es importante ofrecer todo tu sufrimiento a nuestro Señor, pues beneficia a tu alma y puede ayudar a los demás.
Mientras hablaba con este grupo de señoras sobre la oración y sobre cómo ayudarlas, levantaba la vista para hablar con nuestro Señor, para ofrecerle estas almas, cuando, de repente, apareció una joven muy santa vestida de blanco. Se acercó a mí y quiso abrazarme, pero yo no quise que lo hiciera porque estaba moqueando.
Le dije: «¡No, no! No quiero resfriarme».
Ella sonrió y dijo: «No, no. No estoy resfriada. Sólo estoy moqueando».
Dijo: «Valentina, vengo a darte una hermosa noticia. Tienes un santuario sagrado en tu corazón. Tienes a Nuestro Señor y a Santa María en ti, y los llevas a todas partes. Viven ahí dentro. Vayas donde vayas, están contigo. Sé muy feliz: ellos te aman y nadie puede hacerte daño. »
Tan sorprendida por esta noticia, dije a la santa señora: «¡Yo no sabría esto!».
«Te lo agradezco, y doy gracias al Señor Jesús y a mi Santa Madre María por esta gracia», le dije.
Ella respondió: «Créetelo. Es verdad. He sido enviada por nuestro Señor Jesús».
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