Mensajes de diversas orígenes
sábado, 9 de diciembre de 2023
Este lugar fue elegido para custodiar mi estatua, que fue construida por el Espíritu Santo en tiempos antiguos, muy antiguos
Mensaje de la Santísima Virgen María, San José y Juan Sombrerito al Grupo de Amor de la Santísima Trinidad en la Gruta «Santísima María del Puente» - Partinico, Palermo, Italia del 8 de diciembre de 2023 - Solemnidad de la Inmaculada Concepción

Hijos míos, Mi presencia está aquí en esta Gruta, está cerca de cada uno de vosotros, os doy fuertes escalofríos, acaricio vuestras cabezas, vuestros corazones vibran, confirmad hijos míos.
Hijos míos, os he estado esperando aquí, en esta Gruta, donde siempre está Mi presencia. Hoy, como os prometí, seguiré contándoos la extraordinaria historia que pertenece a este lugar, que ha estado oculto durante siglos a los ojos del mundo, ésta es la voluntad de Dios Padre Todopoderoso, porque los signos y prodigios que haré aquí servirán para el fin de los tiempos. Este lugar fue elegido para custodiar Mi Estatua, que fue construida por el Espíritu Santo en tiempos antiguos, muy antiguos.
Otorgó muchos signos en varias épocas diferentes, Mi Estatua fue estudiada pero no comprendida, los que la estudiaron entraron en confusión, eran muchos y cada uno veía una cosa diferente, hasta que llegaron a devolverla, y cuando se cerró para esperar a que otros la estudiaran, nunca la volvieron a encontrar, volvió prodigiosamente aquí a su lugar. Mi Estatua se instaló aquí en una época muy antigua, cuando la sacaron para destruirla, decidieron tirarla por un puente, eran los que perseguían a los cristianos. Aquel día uno de ellos tuvo la visión de que el Arcángel Miguel la cogía y la salvaba, cuando empezó a contar lo que había visto infundió miedo en todos ellos, y empezaron a buscarla de nuevo, pero Dios Padre Todopoderoso la había guardado aquí, nadie conocía este lugar, esta Cueva, porque estaba cubierta. Esta Cueva empezó a sufrir muchas transformaciones, haciéndose gradualmente más pequeña.
Hijos míos, escribiréis el libro de esta extraordinaria historia, y los que lo lean tendrán visiones de lo que lean. Aquí vivía milagrosamente el Pastorcito, era muy ingenuo, igual que un Ángel, se le aparecían Ángeles, le hablaban, porque se quedaba solo, pero Yo estaba siempre con Él. Descubrió Mi Estatua sin comprender quién era, no temáis hijos Míos, tendréis muchas confirmaciones. Hoy quiero mostraros dónde estaba colocada Mi Estatua antes de que fuera encontrada por la Iglesia.
Antiguamente la Gruta era mucho más amplia. Antes de que el agua arrastrara tantas piedras, había aquí una gran ensenada, estaba formada por muchos pequeños muros, iban tanto a la izquierda como a la derecha, casi como un laberinto. Detrás de estos pequeños muros, había una pequeña cúpula, donde Mi hijo Miguel, el Arcángel de Dios, recibió la orden de colocar allí Mi Estatua, que quedaría oculta hasta el día en que Dios Padre Todopoderoso decidiera revelar esta Su Creación. Todos aquellos que por voluntad de Dios Padre Todopoderoso Me vieron, tuvieron grandes señales, incluso cuando salían de esta Cueva.
Mi Estatua, que fue construida por el Espíritu Santo, volverá a dar grandes señales. Mi hijo Juan, el Pastorcito, cuando Me encontró por primera vez, miraba fijamente Mi Estatua, aunque no comprendía sentía un fuerte amor, se sentía protegido cada vez que por voluntad de Dios Padre Todopoderoso volvía a los pies de Mi Estatua, hasta que un día, mientras dormía a los pies de Mi Estatua, sintió que le acariciaban la cabeza, se despertó, y de la gran alegría que había sentido y que no podía explicar, corrió al pueblo y contó lo que había experimentado. Fue en ese momento cuando la Iglesia, al ver que tanta gente acudía aquí, a esta Gruta, intrigada por las palabras del Pastorcito, decidió intervenir, vino aquí pero no pudo llevarse Mi Estatua, nadie entendía cómo podía estar allí, tuvieron que hacer mucho trabajo para derribar los pequeños muros y poder sacarla. A partir de ese día el Pastorcito recibió la gracia de verme, le expliqué el diseño Divino que había en Mi Estatua, y con la ayuda de los Arcángeles le expliqué el diseño Divino que había en Él.
Hijos míos, hoy, día en que aparecí por primera vez para hablar a Sombrerito, en este día he decidido haceros estas revelaciones, que se suman a todas las demás, hablad en todas partes y a todos de lo que estoy obrando aquí, a través de vosotros, porque pronto la Historia será cada vez más completa y clara. Mucho más tendrán que revelar los Arcángeles, y mucho más tendrá que contar Sombrerito sobre lo que experimentó antes y después de Mi aparición.
Perseverad, hijos Míos, pues todos seréis testigos. Os quiero, os amo, os esperaré aquí a todos. Ahora debo dejaros, os doy un beso y os bendigo hijos Míos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Shalom.
Paz hijos Míos.
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