Mensajes de diversas orígenes
sábado, 14 de octubre de 2023
Rezad Hermanos, Rezad Hermanas, Cuando Amáis a Nuestro Señor y a Nuestra Señora No Podéis Dejar de Rezar
Mensajes de la Santísima Virgen María y Lucía de Fátima al Grupo de Amor de la Santísima Trinidad en Oliveto Citra, Salerno, Italia del 12 de octubre de 2023

Santísima Virgen María
Hijos míos, soy la Inmaculada Concepción, soy Aquella que dio a luz al Verbo, soy vuestra Madre y Madre de Jesús, he descendido con gran poder, junto con Mi Hijo Jesús y Dios Padre Todopoderoso, la Santísima Trinidad está en medio de vosotros.
Estoy aquí para hablaros de este día tan importante, todos estáis sintiendo Mi presencia, en vuestros hogares estáis experimentando una fragancia muy fuerte, es la fragancia del Cielo. Esta fragancia que estáis sintiendo es la fragancia que acompañó a los Pastorcitos de Fátima, Ellos fueron protegidos por los Ángeles porque rezaron con todo su corazón. Deseo revelaros lo que ocurrió el día anterior al gran Milagro del Sol.
Era la noche del 12 de octubre, Mi hija Lucía se había dormido, un gran grito la despertó de su sueño y cuando abrió los ojos yo estaba allí delante de ella. Le pregunté: «Lucía, hija Mía, ¿por qué lloras?». Ella Me respondió: «Señora, soñé con dos hombres, uno estaba vestido de blanco, con una luz en la cabeza, el otro estaba vestido de negro, en su cabeza vi una serpiente y tuve mucho miedo».
Le dije: «Lucía, no tengas miedo, lo que viste lo vivirás en el futuro, el hombre vestido de blanco es el elegido por Dios para guiar a Su pueblo, lo hará con gran fe, con gran amor. En tiempos futuros Tú, Lucía, le conocerás, juntos seréis la fuerza del Cielo». Lucía dijo: «No lo entiendo, Señora».
«No temas Lucía, pronto, muy pronto comprenderás. El hombre vestido de negro es el que ascenderá al poder sin la aprobación del Espíritu Santo, permitirá que Satanás reine en el Vaticano, este hombre Dios había determinado que reinara durante 20 años, pero los poderosos del Vaticano llegarán a conocer los planes de Dios, y nombrarán a otro hombre para desviar el plan de Dios.»
Lucía me dijo: «Señora, creo en Ti, aunque no comprenda lo que me dices». «Hija mía, nunca te abandonaré, siempre guiaré tus pasos». Mi mensajera está aquí, Ella desea hablarte.
Lucía de Fátima
Hermanos, hermanas, soy Lucía de Fátima, me siento honrada de estar aquí junto a Nuestra Señora, como hace muchos años. Aquella tarde, Ella llenó Mi espíritu con tal conciencia de lo que iba a suceder en el mundo, que me habló largamente. «Lucía» Me dijo "Quiero explicarte algunas cosas relativas al Secreto que te he revelado". «Lucía» Me dijo »Mi Hijo Jesús no es respetado como es debido en las Iglesias, en los Santuarios, en los Lugares Sagrados y ni siquiera en el Vaticano. Él enseñó cómo recibir Su Cuerpo y Su Sangre en memoria de Él, y esto no se cumple como es debido. El mundo, Mi querido hijo, no lo sabe, pero los poderosos que están a cargo de la Iglesia actúan como si no lo supieran». Hermanos, hermanas, ahí empecé a comprender que muchos estaban ofendiendo a Nuestro Señor, este error se ha transmitido a través de las generaciones y todavía hoy se sigue cometiendo este error. «Lucía», dijo Ella de nuevo, «Mañana será un gran día, sólo a Ti te revelo que Dios hará un milagro con el sol, esto sucederá para representar lo que sucederá en el futuro, cuando la tierra se quede sin sol durante tres días, los que empiecen a orar empezarán a ver la luz, en algunas naciones y países el sol nunca se irá, ellos serán los que lancen el mensaje de la oración. Lucía, no tengas miedo, comprenderás cada vez más».
Hermanos, hermanas, Nuestra Señora me hizo responsable de Su mensaje, y Ella me guió paso a paso, muchos me temían y me obligaron a encerrarme, pero Nuestra Señora me pidió que obedeciera, porque la verdad sería gritada al mundo en el momento oportuno. Rezad hermanos, rezad hermanas, cuando amáis a Nuestro Señor y a Nuestra Señora no podéis dejar de rezar.
María Santísima Virgen
Aquella tarde hablé largamente con Mi hija Lucía, antes de irme le dije:
«Hija Mía, después del gran Milagro del Sol, tendrás que separarte de Tus primos Jacinta y Francisco, ellos pronto llegarán al Cielo, Tú Lucía, serás Mi voz en el mundo, te obligarán a permanecer encerrada en un convento, no temas hija Mía, Yo estaré allí contigo. Intentarán que reniegues de Mis apariciones por todos los medios, te propondrán altos cargos, pero sólo será un engaño, tendrás que seguir escuchando Mi voz, nadie podrá corromperte. Te amo hija Mía, te doy gracias porque Tú, junto con Jacinta y Francisco, has llevado al pueblo de Dios a experimentar Su gran Milagro, después comenzará para Ti una nueva misión, que comprenderás día a día».
Hijos míos, el Cielo os ama, vuestras oraciones recitadas con amor son escuchadas, os revelaremos más y más cosas relativas al Tercer Secreto de Fátima, todo se hará cada vez más claro.
Os amo, hijitos míos, cuando experimentéis grandes pruebas tened el Santo Rosario en vuestras manos, y besad el Crucifijo, como hacían cada día los Pastorcitos de Fátima.
Hijitos Míos, ahora debo irme, Nuestra misión de hoy se ha cumplido. Os quiero, os amo, os doy un beso y os bendigo a todos, en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Shalom.
Paz Hijos míos.
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